Queridos hermanos y amigos todos de la gran familia oblata: Tenemos la inmensa alegría de anunciarles que durante el congreso juvenil oblato del presente año, realizado los días 22, 23 y 24 de setiembre en la Parroquia “San Eugenio de Mazenod” de la ciudad de Tte. Irala Fernández, Chaco paraguayo, hemos ideado y lanzado un trienio de la juventud oblata.

El equipo de la pastoral juvenil y vocacional oblata en Paraguay, con el apoyo de los demás hermanos, hemos tomado la decisión de hacer una opción por la juventud durante el periodo de tres años. Tres años intensos donde queremos propiciar el trabajo con los jóvenes, aprovechando la opción pastoral de nuestra Iglesia en el Paraguay y una gran población juvenil.

¿Qué nos movió y nos sigue moviendo para realizar esta opción? Principalmente son tres realidades: la opción por la juventud como una segunda prioridad hecha en el último Capítulo General de nuestra congregación, el Trienio de la Juventud asumida por la Iglesia paraguaya desde diciembre del 2016, y el llamado del Papa Francisco a un Sínodo para la reflexionar juntos sobre la juventud, la fe y el discernimiento vocacional.

Para cada año del Trienio de la Juventud Oblata nos hemos propuesto tres temas con sus objetivos correspondientes:

  • 2017: la juventud y la pobreza
  • 2018: la juventud y la vocación oblata
  • 2019: la juventud y la Virgen María

El gran desafío que nos queda en el presente es dar continuidad a lo que se ha iniciado durante el congreso juvenil, respondiendo a las inquietudes de los jóvenes y sus comunidades, especialmente respecto al impacto de la pobreza en sus vidas, con las consecuencias que ella acarrea:  falta de salud, precariedad de la educación, ausencia de oportunidades laborales, etc.

Un sueño acariciado también es la creación de una Asociación de Jóvenes Oblatos, inspirado en el trabajo pastoral de nuestro fundador con los jóvenes de Aix.