Un escolástico Oblato de Guatemala, Abraham HERNÁNDEZ REYES, escribió a los miembros de su delegación sobre su experiencia de la vida misionera en Canadá.

Hace tres meses llegué a Winnipeg Canadá. Durante este tiempo he tenido agradables experiencias como también retos en mi vida, principalmente convivir con una cultura totalmente distinta a la mía, distinta a la cultura latinoamericana y sobre todo tratando día con día aprender el idioma inglés. Para ello, tuve que estudiar dos meses a tiempo completo inglés en la Universidad de Winnipeg. Ahora sigo estudiando Ingles, pero dos veces a la semana: martes y jueves de 6:00 de la tarde a 9:00 de la noche, para que así tenga oportunidad de hacer pastoral durante la semana.

Los miércoles y viernes estoy yendo a la cárcel “Headingley Correctional Centre” con Rusty GARDINER, hermano Oblato que trabaja como capellán en dicho lugar. También los miércoles en la tarde noche, participo en nuestra parroquia oblata St. Kateri Tekakwitha. Nos reunimos con los feligreses y asociados Oblatos para estudiar la Biblia; asimismo los fines de semana participo en dicha parroquia acompañando un poco en la catequesis. Por otra parte, acompaño a mi mentor el hermano Thomas NOVAK a sus diversas pastorales, especialmente visitar los trabajadores mexicanos en las fincas de la provincia de Manitoba. Organizamos misas en español, encuentros deportivos y sobre todo, muchos de los trabajadores se expresan con nosotros acerca de sus diversas circunstancias de dolor en el trabajo y en sus familias.

Vivo haciendo comunidad con tres Oblatos; P. Bernardo PINET con 83 años, P. Dominico KERBRAT con 90 años y mi acompañante el Hermano Thomas Novak con 61 años y yo Abraham con 26 años, una comunidad interesante con muchas diferencias de años, pero alegre con un espíritu comunitario teniendo nuestras misas, oraciones, comidas comunitarias y haciendo diversas pastorales.

También quiero expresarles que estoy agradecido con Dios por darme esta oportunidad de vivir una experiencia en Canadá, específicamente en la Provincia de Lacombe, y agradecido con ustedes por apoyarme en mi formación misionera Oblata, ya que me estoy enriqueciendo en mi vocación con experiencias de Dios al compartir con las personas canadienses y al mismo tiempo enriqueciéndome en el carisma de nuestra Congregación puesto que Canadá tiene gran historia Oblata. Aquí los Oblatos en cualquier momento me cuentan cómo llegaron los primeros Oblatos a Canadá. Esto para mí es interesante pues veo con mis propios ojos el pasado Oblato en los grandes templos construidos por ellos, calles y avenidas con nombres Oblatos. Sin embargo ahora Canadá es una sociedad secularizada por la que no suscita el interés de jóvenes para seguir en el camino misionero y la mayoría de Oblatos con avanzada edad. Por esta razón tienen que entregar misiones con gran tradición oblata porque no hay personal para seguir en la misión.

Mi experiencia continúa con mucha alegría y esperanzado de que todo lo que estoy viviendo lo vaya a compartir con ustedes y enriquecer nuestra Delegación.