El Padre Alberto GNEMMI, Provincial de la Provincia Mediterránea, y el Vicario provincial, P. Ismael GARCIA, visitaron recientemente la Delegación de Uruguay, que en poco tiempo entrará a formar parte de una nueva provincia en América Latina. Aquí hay extractos de la carta que P. Alberto escribió a los Oblatos y a Laicos asociados.

La nueva provincia –
“Provincia Cruz del Sur” (Argentina, Chile, Paraguay, Uruguay)

Ante todo, expreso una consideración que de alguna manera puede ilustrar el momento histórico que vive la Misión oblata: probablemente, esta visita será la última de un Provincial a la Delegación, dado que a partir del próximo mes de febrero (salvo cambios de última hora que nunca se han de excluir) la Unidad provincial del Uruguay, con una historia canónica larga, exactamente cuarenta años, entrará a formar parte de una nueva Provincia, que en los documentos lleva el nombre de “Provincia Cruz del Sur”. En efecto, la Delegación formará parte de esta nueva Unidad de la Congregación, junto con las dos Provincias de Argentina-Chile y de Paraguay.

La nueva Provincia, que podrá contar con unos ochenta Oblatos, tiene ya su primer “Provincial nombrado”, elegido por el Padre General en Consejo el pasado 22 de septiembre, que es el Padre Jorge ALBERGATI, 54 años, desde 2013 superior de la Delegación uruguaya. …

Creo que es importante subrayar que la misión en Uruguay halla su raíz histórica y su desarrollo propio en lo que ahora es la Provincia Mediterránea. En efecto, en agosto del 1930, los primeros Oblatos que entraron en el País fueron los padres españoles Emiliano DÍEZ y Jesús CALLEJA y el italiano Pietro CENTURIONI, a los cuales se unieron poco después los padres españoles Álvaro VEGA y Daniel FRANCO, y los hermanos Alvino GARCÍA y Santiago MARTÍNEZ. Este formidable equipo, ligado a la Provincia de Texas [ndr. Antigua Provincia del Sur, EE.UU.], de la cual dependía el territorio español, después de haber empezado la primera misión en la región de Salto, dará vida, primero, a una experiencia misionera en Paso de los Toros y en San Gregorio de Polanco en la región de Tacuarembó, situada en el centro del país; y sucesivamente, en 1939, en la zona del Cerro, en la periferia de Montevideo, donde nacerá la misión de San Rafael.

Ismael GARCIA, Jorge ALBERGATI and Alberto GNEMMI

A estos primeros Oblatos, se unieron otros Oblatos españoles y, al inicio de los años cincuenta, el padre italiano Donato CELLIE. En marzo de 1972 cuando los Oblatos españoles eran un poco menos de diez, cuatro Oblatos italianos llegaron a Uruguay, formando parte de la Provincia de Argentina: el P. Giuseppe BORGHESE (que estaba en Argentina desde los años cincuenta), el P. Carlo MATTIUSSI, el P. Antonio ALBERTI y el Hno. Carmine SCOGNAMIGLIO. En diciembre de 1976, mientras continuaban su apostolado los padres Oblatos españoles Florencio DOMINGUEZ y Jesús ISASO, llegaron al territorio uruguayo otros cuatro Oblatos italianos de regreso de Laos: los PP. Bramante MARCHIOL, Luigi SION, Ángelo PELIS y Mario BIFFI, a los que se unieron, en marzo de 1977, los PP. Rino MARTIGNAGO y Mario GAZZOLA, también ellos procedentes de la misión laosiana. En aquel mismo año, mientras los últimos Oblatos españoles dejaban el territorio uruguayo (el P. Dominguez irá a Argentina y el P. Isaso volverá a España), después de algunas negociaciones entre la Provincia de Argentina y la de Italia, el 8 de febrero de 1978 nacía la Delegación del Uruguay de la Provincia de Italia.

Si en febrero del próximo año nace la Provincia Cruz del Sur, la Delegación dejará de existir canónicamente al cumplir exactamente cuarenta años. En cualquier caso, se consideren muchos o pocos, éstos cuatro decenios, así como los que han precedido con la presencia de numerosos Oblatos españoles, quedarán como la levadura preciosa que fermenta el pan siempre nuevo del Evangelio que, seguro, los Oblatos de la nueva Provincia continuarán amasando para nutrir la fe cristiana de aquellos que experimentan tener hambre de amor y reconciliación, de fraternidad y compartir, de valores que dan sentido a la vida y de verdades que muestran la dimensión eterna como plenitud de la existencia humana. Como nos susurra el evangelio, “la semilla que muere en tierra buena da fruto”: la presencia oblata española en tierra uruguaya desde 1930 y la historia de la Delegación del Uruguay, que ha continuado desde 1978 hasta hoy, han llevado a cabo un camino misionero, caracterizado por un fecundo apostolado, cargado de palabras y gestos evangélicos, que no podrá sino regenerarse en el surco de la historia de nuestra Congregación, a través de la nueva realidad de la Provincia Cruz del Sur.

Algunos Oblatos en Uruguay

Esta conciencia “de lo antiguo que deja espacio a lo nuevo”, es decir, de la transformación que acaecerá en la misión oblata con el nacimiento de la “Provincia Cruz del Sur” en el Continente latinoamericano, fue objeto de diálogo y compartir de los Oblatos de la Delegación durante un día de retiro espiritual, desarrollado el lunes, 9 de octubre, en el Instituto religioso “Familia Myriam Bethlehem” en la pequeña ciudad de Villa Rodríguez, a unos ochenta de kilómetros de Montevideo. En el intercambio, sobre el tema específico de la unificación, se pusieron en evidencia sobre todo las ventajas de que gozará la realidad Oblata: mayor posibilidad en el intercambio del personal; compartir recursos y propuestas en las diversas actividades apostólicas; un nuevo impulso, sobre todo en Uruguay, de la pastoral juvenil; una mejora de la calidad de las iniciativas de gobierno y de formación, en particular, de la formación permanente. …

Alguien bromea, pero tiene razón, diciendo: “Un provincial se va, pero otro se queda”. De todos modos, la felicitación al Provincial (todavía solo nombrado) de la nueva Provincia Cruz del Sur y a sus miembros, expresada por los dos viandantes europeos de la Provincia Mediterránea, es sincera y hecha en nombre de toda la Familia oblata: “¡Ad Multos Annos, Provincia Cruz del Sur!”. Que María Inmaculada os proteja y os acompañe en esta nueva aventura evangélica. Siempre al servicio de la Iglesia y del Reino de Dios.