El 3 de febrero, el equipo de responsables oblatos de los Estados Unidos, junto con el párroco de la Misión de Tijuana y el superior (los padres Julio NARVAEZ y Jesse ESQUEDA, respectivamente) se reunieron con el arzobispo Francisco Barron-Moreno sobre el futuro de nuestra misión oblata en Tijuana.

Desde que se estableciera la misión en 1996, la población local ha aumentado considerablemente. Se estima que hay más de 200.000 personas viviendo dentro de los límites de la parroquia de San Eugenio. Esta realidad requiere considrerar la forma mejor de abordar las necesidades pastorales de tantas personas. Es evidente que las estructuras organizativas actuales de la parroquia no pueden seguir satisfaciendo dichas necesidades.

Nuestro debate con el Arzobispo versó sobre la creación de dos parroquias fuera de la parroquia actual. Como misioneros oblatos, entregaremos a la diócesis la responsabilidad sobre la parte más desarrollada. Seguiremos yedo a las partes más pobres de los límites de la parroquia. También continuaremos expandiéndonos hacia las áreas menos desarrolladas donde los nuevos rostros de los pobres viven más allá de los límites actuales de la parroquia.

Unión Antorchista, Fuentes y La Ladrillera son algunas de las áreas donde estamos desarrollando nuevas comunidades de fe. Los nuevos migrantes tienden a construir junto a las vías del tren, ocupando ilegalmente tierras federales. Estos vecindarios carecen de infraestructuras básicas, como caminos pavimentados, agua potable, saneamiento y electricidad. El arzobispo está muy agradecido por el desarrollo de esta parroquia y nuestro continuo compromiso de trabajar con las poblaciones más pobres de la ciudad de Tijuana. ¡Aquellos que comenzaron, desarrollaron y continuaron esta misión pueden estar orgullosos! (Frs. James BROBST y Jesse ESQUEDA en www.omiusa.org)