Hace exactamente 150 años que el padre fundador de la Misión OMI de Sri Lanka pasó a mejor vida. El P. Jean-Étienne SÉMERIA fue escogido por S. Eugenio, nuestro amado Fundador, para liderar al grupo de cuatro misioneros que iba a enviar a Sri Lanka en 1847.

Mgr. Sameria con sus compañeros

Ardiendo en celo por la conversión de las almas, el P. Sémeria diseñó y modeló con ardor y esmero el campo de misión oblata de Sri Lanka. Con su vida dejó todo un ejemplo a sus compañeros misioneros Oblatos: no dejar que se apague nunca el celo por la salvación de las almas.

En 1857, sucedió a Mons. Orazio Bettachini como Vicario Apostólico de Jaffna. Durante sus once años de episcopado, nunca faltaron los frutos espirituales en el Vicariato. Por aquel tiempo, el Vicariato de Jafna incluía las diócesis actuales de Jaffna, Mannar, Anuradhapura, Trincomalee, Batticaloa, Chilaw y Kurunagala.

La tumba de Mgr. Étienne Sémeria, Aix en Provence

Viajaba kilómetros y kilómetros para reunirse con su rebaño y fundó un buen número de escuelas y colegios para la educación de católicos y de no católicos. Mientras estaba en Francia tomando parte en el Capítulo General de nuestra Congregación, el Señor le llamó al descanso eterno el 23 de enero de 1868. Sus restos reposan en la tumba de los Oblatos de Aix-en-Provence. (www.omijaffna.com)