El P. Daniel LOOBUYCK, antiguo superior de Congo, falleció el 19 de mayo en su Bélgica natal. El 26 de mayo, en la capilla del Escolasticado Oblato de Kinshasa, el actual provincial de Congo, el P. Joseph NTUMBA, presidió una eucaristía por el eterno descanso del alma del primer superior del Escolasticado San Eugenio de Mazenod.

El Padre Baudouin MUBESALA, antiguo superior provincial y también antiguo asistente general, hizo la homilía. He aquí algunos extractos:

“El Padre Daniel Loobuyck fue un oblato con una excelente carrera. Nada más terminar sus estudios, primero en Gijzegem y luego en Nijmegen, llegó a Congo con Piet Weijs. Tras trabajar en la selva de Koshibanda, Musenge-Bawongo y Kipuku, fue nombrado provincial. Al principio le costó cambiar Koshibanda por la casa provincial de  Ifwanzondo.

“Fue provincial por tres mandatos sucesivos. Tuvo el audacia de confiar en la juventud congolesa reabriendo el noviciado de Ifwanzondo en 1977 tras admitir a Theophile Moke, en 1975, Jean-Pierre BWALWEL, y a su amigo François- Xavier Ngaydam al año siguiente, quien hizo su noviciado con los Padres Scheut en Mbudi.

“En su octavo año como provincial, dejó el puesto para ir a Canadá a prepararse para el cargo de superior de escolasticado de Kitambo, que estaba a punto de abrir. A su regreso, por un año, fue nombrado superior del Hogar Asuma, en Righini, antes de unirse al escolasticado de Kitambo, que se inauguró con él en el curso 1982-1983. Ese mismo curso académico, el Teologado Eugenio de Mazenod comenzó con cinco estudiantes. Daniel compaginó ambos cargos de superior del escolasticado y de rector del teologado.

“Después ocupó el cargo de Tesorero provincial antes de regresar a Bélgica, donde volvería a ser provincial durante otros tres años.

“Fue una vida excepcional de un hombre excepcional. Todo lo que Dios le había dado, supo devolverlo a sus hermanos y hermanas, y especialmente a los Oblatos de su Provincia. Generoso en extremo, Loobuyck llegó a muchos corazones de todas las generaciones.

“Demostró audacia en diversas áreas, pero hubo tres luchas que afectaron especialmente a los espíritus de los jóvenes oblatos… fue, en primer lugar, la reapertura del noviciado en 1977, tras la guerra de Mulele en 1964. No quiero decir que sus compatriotas no tuvieran fe en los jóvenes, pero no dudaría en decir que no veían que tuviera ninguna posibilidad de éxito. Hacía falta atreverse, y él se atrevió.

“La segunda gran lucha fue la reapertura del escolasticado en Kitambo. A petición del antiguo cardenal Joseph-Albert Malula, arzobispo de Kinshasa, que quería que los Oblatos tuvieran otra parroquia en Kinshasa a parte de la de San Eloy, Daniel Loobuyck sería el párroco de San Felix, en Camp Mombele. Era un luchador.

“La tercera fue la inauguración del teologado Eugenio de Mazenod, con cinco estudiantes. Era necesario hacerlo. Y lo hizo. El Padre Guy Homery, fundador de la Divina Providencia de Crehen, dijo: ‘Tú primero comienza, hijo mío; La Providencia vendrá en tu auxilio’. Y Daniel le creyó. La historia ha probado que estaban en lo cierto.

“Basta con creer, con atreverse y con ser fuerte. Daniel creyó firmemente en el hombre, especialmente en la juventud de Congo. Ha dado mucho a esta Provincia, y esta provincia de Congo le está agradecida. Al celebrar esta eucaristía en su memoria, la Provincia querría tenerle por intercesor. Que su alma descanse en paz con Aquél a quien sirvió.”(http://www.oblatcongo.org)