Más de 60 oblatos concelebraron la eucaristía el 19 de mayo con el cardenal Chibly Langlois, obispo de Les Cayes, que presidió la misa para conmemorar los 75 años de ministerio oblato en Haití. También asistieron 30 sacerdotes diocesanos y 25 oblatos asociados. El Provincial OMI, el P. Ellince MARTYR, ofreció una breve historia de la presencia oblata en este país del Caribe.

La tarde anterior, el provincial había presidido una ceremonia para honrar a los misioneros oblatos de los Estados Unidos que habían gastado sus vidas de ministerio en Haití. La antigua provincia del Norte de EE.UU. fue la primera en enviar oblatos a Haití a petición del Obispo de Les Cayes, en la punta sur de la isla.

Los Oblatos en la actualidad llevan 24 parroquias en diversas diócesis; han creado escuelas de primaria y secundaria, un prenoviciado, noviciado y escolasticado.

Un grupo de Asociados Oblatos, unos 35 en total, han ayudado de diversas formas a los Oblatos en su ministerio, ayudándoles a aprender la lengua criolla, la cultura y el contexto de la gente de Haití.

El Provincial concedió varios premios a Oblatos de los EE.UU., los PP. Joe CORRIVEAU y Fred CHARPENTIER, que sumaban entre los dos ¡103 años de ministerio en Haití!

El P.Louis Studer con el P. Joe Corriveau

El P. Louis Studer con el P. Fred Charpentier

El Cardenal Langolis agradeció a los Oblatos sus muchos años de “servicio fiel y generoso” y afirmó que cuando los Oblatos llegaron por primera vez en enero de 1943, en plena II Guerra Mundial, había muy pocos sacerdotes en les Cayes y en el sur de Haití. La Iglesia y la sociedad se estaban debilitando por una creciente sensación de desesperanza. Se había descuidado y mucho a los pobres, por los pocos sacerdotes que aún quedaban y por el gobierno que no les concedía ninguna prestación.

Los Oblatos  enviaron muchos Hermanos y sacerdotes, continuaba, que construyeron y equiparon escuelas donde ofrecer una educación de calidad para hacer de los jóvenes mejores personas y que pudieran encontrar trabajo. Construyeron parroquias entre los más pobres y dieron hogar a niños de la calle de los que nadie se ocupaba salvándoles de una muerte casi segura.

Alberto Huaman, OMI, Conseiller régional pour l’Amérique latine, avec le Cardinal Langlois.

“A través de sus colegios, los Oblatos encontraron vocaciones que se unieran a su estilo de vida y se han convertido en una bendición necesaria y maravillosa,” dijo. “¡Ojalá estén aquí durante muchos años más!”

Hoy 110 Oblatos trabajan en Haití. Además han establecido dos misiones: Colombia y la Guayana Francesa.

Dios les sigue bendecido con vocaciones, 25 entre los distintos niveles de formación primera. El ministerio en Haití ha sido apoyado financieramente por la Provincia de EE.UU., la Provincia de Notre Dame du Cap de Canadá y la Provincia Centroeuropea, además de otras organizaciones oblatas, diversas ayudas del mundo católica y de asociaciones de todo el mundo.

Toda esta ayuda ha sido una bendición especial tras los constantes huracanes que han devastado este país golpeado ya por la pobreza. El Provincial de Haití reconoció y agradeció sus contribuciones a esta isla del Caribe tanto en la Misa del Aniversario como en las ceremonias de entrega de premios de la víspera. (Por el P. Louis STUDER en OMI USA, julio 2018)