Entre el 5 al 14 de julio pasados se ha tenido en Roussel House, Nairobi (Kenia) un taller de formación para formadores de la región de África-Madagascar. Durante estos 9 días, 19 oblatos, entre ellos dos traductores, se han puesto a escuchar, reflexionar y compartir sobre diferentes temas, como son: la interculturalidad, el carisma oblato, el discernimiento, el acompañamiento, la evaluación, las funciones de los formadores y los formandi, las técnicas de escucha, el programa de regencia, los valores, las necesidades emocionales y la dinámica de grupo.

Después del último Capítulo General que puso el acento en la formación orientada hacia la misión y en la interculturalidad, el primer momento de este taller se consagró al reto de la interculturalidad y fue animado por John NHLANHLAN y Jean Pierre FETSHI. Ambos nos hicieron ser más conscientes de la apuesta por la interculturalidad como un proceso intencional de conversión y de reciprocidad. Profundizar en nuestras propias experiencias culturales, hacer de nuestras diversidades culturales una oportunidad, un activo para nuestra vida comunitaria, requiere un cambio radical y el futuro de nuestra familia religiosa depende de ello. Tarea de los formadores será saber concienciar a los jóvenes en formación sobre esta cuestión durante la formación primera y continua.

P. Fabio Ciardi

El segundo momento fue la intervención del P. Fabio CIARDI. Durante tres días nos ha permitido volver a las fuentes de nuestro carisma. Puso el acento sobre los métodos para hablar de nuestro carisma, de nuestra espiritualidad, durante la pastoral vocacional, con los prenovicios y con los escolásticos. Presentó el carisma de nuestra familia religiosa como un árbol vivo que tiene semillas y raíces. Tenemos que volver a nuestras fuentes, a la raíz de nuestra familia religiosa, para redescubrir el espíritu de nuestro fundador, la llama que ardía en el corazón de nuestro fundador y sus primeros compañeros. Esa llama es la que tenemos que trasmitir a los jóvenes de hoy.

El taller continuó el quinto día con los temas del discernimiento, el acompañamiento y la evaluación y fue animado por la Hermana Elizabeth Okpalaenwe, de la Congregación de las Hermanas Misioneras del Santo Rosario. Con numerosos ejemplos prácticos, nos ayudó a comprender cómo el discernimiento es central en nuestra vida cotidiana.

Después de una mañana consagrada a las novedades procedentes del Comité General de la Formación, la tarde del sexto día fue un tiempo de intercambio entre los miembros del Comité Regional de Formación; tiempo para revisitar el encuentro en Garoua (Camerún), que tuvo lugar al final del mes de junio y el comienzo de julio de 2017, y también para abordar otros asuntos como la experiencia de la regencia y la preparación a los votos perpetuos.

El P. Fidèle MUNKIELE nos habló de las funciones del formador y las del formandi. Tratando asuntos prácticos, nos ha llevado a compartir los retos de la formación en nuestro contexto. P. Mokone RATHOKOA nos habló sobre la escucha, los valores, las necesidades emocionales y la dinámica de grupo.

La intervención del P. Guillaume MUTHUNDA, consejero general por África-Madagascar, ha clausurado el taller. Retomando un cierto número de temas, insistió sobre la misión del formador: ser custodio, protector, testigo y comunicador del carisma y la espiritualidad oblatos. Su función consiste en formar jóvenes oblatos virtuosos, íntegros, hombres apostólicos, dispuestos a pasar fronteras, disciplinados, celosos y que aceptan vivir en renovación permanente los valores evangélicos, entre otros, la humildad, la vida comunitaria, la interculturalidad, la cercanía con los pobres.

Todos los participantes expresaron su alegría de participar en esta iniciativa y cada formador regresó a su misión reforzado en su impulso misionero y con mejores herramientas para cumplir más fielmente su misión.