Ashgabat, Turkmenistán (Agencia Fides) – “Hay una categoría de no creyentes que llegan a cuestionarse su propia existencia después de leer poesía, porque la poesía, a diferencia de la física y las matemáticas, suscita cierto tipo de preguntas. Una señora una vez me dijo que había decidido recibir el bautismo después de leer una colección de mis poemas. De aquí comprendí que era útil ser un sacerdote-poeta. La poesía es para mí un testimonio silencioso del amor de Dios”. Esta es la noticia de Fides sobre el P. Andrzej Madej, sacerdote polaco de los Misioneros Oblatos de María Inmaculada (OMI) y Superior de la Misión de Turkmenistán en vísperas de la publicación de su última colección en polaco, “Pod skrzydlem aniola” (“Bajo las Alas del Ángel”).

El Oblato sigue explicando a Fides: “He escrito poesía durante casi 50 años y, en muchos momentos de mi vida, el Señor me ha mostrado que debía seguir. Cuando era seminarista en Roma a principios de los setenta, el Superior de los Oblatos de María Inmaculada, un gran teólogo, a menudo utilizaba el lenguaje poético en sus homilías y catequesis. Fue así como aprendí que la simbología es una gran herramienta para la predicación. Soy un sacerdote que utiliza la poesía para ser sacerdote de forma aún más marcada y profunda.”

Las composiciones del P. Madej están en polaco, pero suelen ser traducidos al ruso. Esto hace que puedan ser leídos por los fieles de Turkmenistán: “Mi misión es estar con la gente, por este motivo no tengo tiempo para traducir los poemas. Pero algunos de los fieles que hablan ruso, me preguntan sobre los últimos textos”, explica.

El Oblato ha estado trabajando en Turkmenistán desde 1997, cuando Juan Pablo II estableció la Missio sui iuris gracias a la cual renació la iglesia católica local. Durante trece años, la presencia de los Oblatos ha sido tolerada sólo como representantes de la Embajada Vaticana. Al principio se reunían en casas privadas, celebrando la Misa en el territorio diplomático de la Nunciatura Apostólica de Ashgabat. En 2010 el gobierno turkmeno reconoció oficialmente la presencia de la Iglesia Católica. La comunidad católica turkmena, que consiste en unos doscientos fieles, se reúne en la capilla de la Transfiguración del Señor, en la capital, Ashgabat, y es acompañada por dos oblatos. Turkmenistán tiene 5 millones de habitantes, el 90% musulmanes. (LF) (Agencia Fides 11 de agosto de 2018)