Este artículo impreso ha sido publicado por cortesía de Corpus Christi Caller Times, que forma parte de LA RED USA TODAY.

John C. Moritz

La diócesis de Brownsville declara que el plan del gobierno federal de los EE.UU. de levantar el anunciado muro fronterizo en el sitio histórico de la misión a lo largo del Rio Grande equivaldría a una intrusión gubernamental ilegal en la práctica de la religión.

Se trata de una capilla en Misión, Texas, unos 120 kilómetros al oeste de la desembocadura de Rio Grande. La capilla, conocida como Misión La Lomita, sirvió como una especie de centro regional desde mediados del siglo XIX para atender las necesidades espirituales de “iglesias católicas terriblemente dispersas, bautizos de recién nacidos, ceremonias de matrimonios y oraciones por los difuntos.” Según explica el sitio web de la ciudad de la Misión.

Foto – Kirsten Crow/Caller-Times

El gobierno, presentó los documentos judiciales para notificar a Mons. Daniel Flores, obispo de la diócesis de Brownsville, que tiene la intención de inspeccionar 67 acres donde la capilla, construida en 1899, se sitúa cerca de un meandro en forma de herradura del río que separa los Estados Unidos del estado de México. La inspección es vista como un preludio de la expropiación de parte del terreno en virtud de la facultad de dominio eminente, para construir el muro.

Mons. Flores, en una declaración emitida por la diócesis, dijo no. “Aunque el obispo tiene un gran respeto por las responsabilidades de los hombres y mujeres implicadas en la seguridad de las fronteras, a su juicio, la propiedad de la iglesia no debería ser utilizada para construir el muro fronterizo”, afirma la declaración.

“Una estructura así limitaría la libertad de la Iglesia de ejercer su misión en el Valle de Rio Grande, y de hecho sería un signo del todo contrario a la misión de la Iglesia. Por esto, en principio, el obispo no consiente con el uso de propiedad de la iglesia para la construcción del muro fronterizo.”

El Rev. P. Robert WRIGHT, sacerdote católico de la Congregación de los Misioneros Oblatos de María Inmaculada y profesor de la Escuela Oblata de Teología de San Antonio, dijo que La Lomita formaba parte de una serie de misiones del Sur de Texas establecidas por los Misioneros Oblatos tras la guerra entre México y los EE.UU.

Wright explica que la guerra fijó la frontera estadounidense-mexicana en Rio Grande y no en Las Nueces. Las autoridades católicas americanas querían asegurar la presencia de la Iglesia en aquel territorio otrora en disputa.

“Así, se pidió a los Oblatos que vinieran y se hicieran cargo de estas nuevas parroquias católicas del lado texano de la frontera,” continúa explicando.

Foto – Kirsten Crow/Caller-Times

Se inició una misión en Brownsville y otra en Roma, a unos 193 km. A causa de las distancias entre las dos ciudades, los misioneros se establecieron en La Lomita, como punto intermedio.

“Así que ahí fue donde se construyó la capilla con un pequeño rancho y una residencia para los sacerdotes,” explica Wright. “Y ese fue el nuevo centro misionero para toda la parte del Valle que en la actualidad es el Condado de Hidalgo.”

La misión original fue destruida por una inundación. La que ahora puede observarse, después de varias renovaciones, fue levantada en 1899.

Con el tiempo, en torno a la capilla, creció todo un pueblo. Los Padres Oblatos construyeron una residencia, una casa de huéspedes, varios cuarteles para hermanos legos, una herrería y una choza de carromatos, y pequeñas casas para las familias de los trabajadores,” explica el sitio web de Parks Service, en su página sobre “La Lomita”.

“Va contra la Primera Enmienda, la libertad de religión,” dice David Garza, un abogado de Brownsvill que representa a la diócesis católica del Sur de Texas en su batalla con el Gobierno. Garza afirma que a pesar del significado religioso e histórico de La Lomita, el asunto está lejos de estar resuelto y la diócesis tiene por delante una batalla difícil de ganar.

“Tenemos por delante una batalla dura de pelar, no cabe duda,” explica Garza. “Los casos de dominio eminente son difíciles de ganar, ya sea para un embalse, para mejorar una carretera o para levantar un muro.”