PROVINCIA DE COLOMBO

Shivantha Waas,  OMI  

Eugenio de Mazenod, recordando el momento clave de su conversión escribió: “¿Puedo olvidar aquellas lágrimas amargas que la vista de la Cruz hizo brotar de mis ojos un Viernes Santo?” El 9 de marzo de 2019, en el Santuario Nacional del Calvario de Maggona, los oblatos de la Provincia de Colombo de Sri Lanka han podido ayudar a otras personas a encontrarse con Cristo Crucificado introduciéndoles en esta experiencia tan profunda.

Ha sido un día importante para los oblatos de la Provincia de Colombo ya que, por primera vez, invitaban a todos los fieles que guardan relación con la familia oblata a juntarse para tener un día de oración. La respuesta a tal invitación fue muy positiva. Había cerca de 2000 personas reunidas en el Calvario para pasar el día en oración con sus pastores oblatos. Entre ellos se encontraban los feligreses de al menos 10 parroquias en las que trabajan los Oblatos, (incluida Buttala donde el P. Michael Rodrigo fue asesinado en 1987).

Otros muchos vinieron para compartir su espíritu oblato desde la oración. Entre ellos estaban

  • miembros de las familias de algunos oblatos,
  • juniores y sus familias,
  • antiguos seminaristas y sus familias,
  • estudiantes y los responsables del Hogar de San Vicente,
  • grupos de voluntarios del hospital y enfermeras acompañados por los capellanes del mismo,
  • representantes de la Kri.Vi. movimiento infantil,
  • jóvenes del movimiento juvenil “Juventud Mazenod”,
  • internos de Sahana Madura (instituto oblato consagrado a la sanación de enfermos mentales) y
  • la plantilla del Centro para la Sociedad y la Religión (CSR) y del Centro Nacional de Comunicación.

La idea de organizar este evento surgió en un reciente Encuentro de Jóvenes Oblatos (YOG en inglés). Su intención no fue sólo la de organizar un día de oración. También querían juntar a tantos oblatos como les fuera posible en la realización de una misión común. Es indiscutible que cada oblato está lleno de talento y es capaz de innovar de formas diversas. Todos llevamos a cabo nuestro ministerio como individuos y como comunidades. Sin embargo, no hemos tenido muchas ocasiones en las que aunar todos estos talentos en un mismo proyecto. Así, este día ha sido un momento único en el que predicadores oblatos, pastores, confesores, músicos, expertos en medios de comunicación, técnicos, organizadores, etc. tanto jóvenes como mayores, pudieron aunar sus esfuerzos en una misión común.

Al principio, al comenzar los preparativos, la reacción inicial de muchos no fue muy alentadora. Sin embargo, al tomar conciencia gradualmente del propósito y del valor del acontecimiento, todos empezaron a apoyar la idea, cooperando y animando.

El día del evento, la gente llegaba en grandes grupos superando todas las expectativas. Fue un gran éxito no sólo por el número de los participantes sino también por la calidad del programa. Todos los comentarios de los participantes fueron claramente positivos. Fue también un momento en el que todos experimentaron la unidad de la familia oblata – desde el Padre Provincial hasta el oblato más joven. Todos querían hacerlo lo mejor posible. Fue también un momento para reconocer nuestro espíritu de familia así como su alcance.

La pequeña ceremonia que tuvimos con la cruz oblata fue el momento álgido del día. Fue traída en procesión por algunos oblatos y a cada uno se le pidió que sostuvieran los códigos, que colgaban atados a la misma. Luego todos recitamos la oración oblata de consagración experimentando nuestra común unión, como una única familia.

El día fue para todos de una gran alegría ya que no sólo pudimos cumplir nuestro propósito de reunir al pueblo de Dios, también reunimos los distintos ministerios oblatos realizados en situaciones y ambientes diversos. Queremos dar las gracias a todos los que ayudaron y echaron una mano en la YOG, organizando un momento de oración así en este santo periodo de cuaresma.