COLOMBO

Amila Perera OMI,
Escolasticado Oblato, kandy, Sri Lanka.

Amila Perera OMI

Quiero compartir mi experiencia como escolástico oblato al poder participar como delegado de Sri Lanka en la Academia Asiática de Jóvenes y en el Fórum de Teología de Asia 2019 en Chiang Mai, Tailandia, en agosto de 2019. Se celebraron en el Centro Comunitario de Vida de Amor y Unidad del Pueblo de la Montaña (CLUMP en inglés).

Al evento participaron setenta jóvenes activistas cristianos de 12 países diferentes de Asia con profesiones y orígenes diversos. Junto a un excelente elenco de conferenciantes debatimos y compartimos sobre diversos puntos, todos bajo el tema “Sabiduría de Religiones/Tradiciones  Culturales de Asia como Respuesta a la Crisis Ecológica y de Seguridad Humana”.

Una de nuestras exposiciones más sobresalientes fue en el pueblo de Pa Pae, a 120 km del Centro CLUMP. El pueblo ha sido bendecido generosamente con recursos naturales, a saber, ríos, manantiales naturales, huertos frutales, terreno fértil y una intrigante flora y fauna. Esta serena atmósfera me dio la oportunidad de reflexionar sobre el hermoso vínculo espiritual que se establece entre los seres humanos y la naturaleza.

Pudimos explorar la rica cultura desconocida de las tribus KEREN y LAWA. Muchos cientos de familias de estos pueblos se reconocen como cristianos y budistas. Son pocos los que aún siguen las prácticas y actividades rituales de la espiritualidad tribal. Es de notar que ninguno de los habitantes parece haber olvidado su cultura y tradición locales, que ciertamente contribuyen al progreso y a la unidad de la comunidad.

También participamos en una reunión con los Jefes y Ancianos de la comunidad que nos expresaron su preocupación por la propuesta del gobierno de declarar un parque nacional en la zona, lo que podría obstaculizar la inseparable unidad que existe entre la naturaleza y la gente de la montaña. “…es indispensable prestar especial atención a las comunidades aborígenes con sus tradiciones culturales. No son una simple minoría entre otras, sino que deben convertirse en los principales interlocutores, sobre todo a la hora de avanzar en grandes proyectos que afecten a sus espacios. Para ellos, la tierra no es un bien económico, sino don de Dios y de los antepasados que descansan en ella, un espacio sagrado con el cual necesitan interactuar para sostener su identidad y sus valores.” (Laudato Si 146)

Las familias que nos acogieron nos sirvieron gran cantidad de alimentos y bebidas orgánicas (mis favoritas eras el maíz bebé y el vino de arroz) y nos trataron con una hospitalidad sobresaliente. Aunque los habitantes mantienen numerosos contactos con el exterior y con el mundo desarrollado, han optado por un estilo de vida simple, con un mínimo de recursos. Es sorprendente ver a los jóvenes que trabajan en la ciudad volver a la comunidad los fines de semana. Es un claro signo de una cultura en ellos bien enraizada y de que creen en el futuro de la comunidad del pueblo Pa Pae.

En el fórum académico debatimos temas como el Neoliberalismo, la necesidad de establecer una Iglesia Sinodal, el liderazgo de la mujer en la Iglesia, de romper la cultura de silencio en Asia. Me ofrecieron una comprensión y una visión más amplia de mi vida religiosa y de mi práctica espiritual. Me recordaban constantemente mi responsabilidad social con los pobres, con la paz y con la creación de comunidades inclusivas. Visitamos muchas veces el centro de meditación NIROTHARAM VIPASSANA y hablamos con las buditas Bhikkunies (mujeres monjes) que viven allí. Me brindó una oportunidad increíble para y pensar y reflexionar en el liderazgo de la mujer y en el empoderamiento de estas comunidades.

PP. Peter PILLAI (1904-1964) y Tissa BALASURIYA (1924-2013)

Como seminarista oblato, considero importante continuar nuestra herencia oblata, la herencia misionera de San Eugenio de Mazenod, nuestro amado Fundador, que puso a los jóvenes en el centro de nuestro llamamiento a la misión (36º Capítulo general, Art. 18). Mi experiencia en Tailandia me ha convencido una vez más de la importancia de empoderar a los líderes católicos de la Iglesia con vistas a ministerios sociales, un objetivo también del programa JPIC, (Justicia, Paz e Integridad de la Creación). Recordamos a dos oblatos de Sri Lanka, los difuntos PP. Peter PILLAI (1904-1964) y Tissa BALASURIYA (1924-2013), que hicieron una contribución enorme a la causa de la justicia social en el país y crearon el Movimiento Esrilanqués de Estudiantes de Universidades Católicas, con un fuerte acento en la formación de jóvenes activistas en el nivel local e internacional.

En mi experiencia de Tailandia también pude comprender que el diálogo interreligioso es un proceso desafiante que aboga por que las diferentes tradiciones religiosas se encuentren y acaben con las divisiones creadas por el hombre y que se alzan en el centro de la mayor parte de los malentendidos y de los conflictos. Por el contrario, debería ser una plataforma en la que las personas puedan intercambiar y comprender las diversas fes y culturas de forma que les permita vivir en harmonía. El diálogo interreligioso, por tanto, no debería ser algo que tiene lugar de forma académica u oficial, sino una parte esencial de la vida de cada día, en el que se mezclan las diversas culturas. Estoy impaciente por utilizar el diálogo interreligioso para fomentar la paz allí donde esté como oblato.