FILIPINAS


El 27 de enero de 2019 fue el día en que estallaron las bombas en la Catedral de Nuestra Señora del Monte Carmelo en Jolo, capital de la provincial de Sulu, matando al menos a 26 personas e hiriendo a otros 116 que asistían a la Iglesia. En este primer aniversario, los cristianos de la Provincia de Sulu oraron, en medio de incesantes tensiones, pidiendo por su propia seguridad así como por la paz y la armonía entre los creyentes de diferentes religiones.

El Vicariato de Jolo ha sido confiado a los Oblatos de María Inmaculada desde 1939. Tres oblatos, entre ellos el cuarto Obispo del Vicariato, Benjamin DE JESUS, así como un número de laicos, han sido asesinados en incidentes violentos en estas provincias del extremo sur de Filipinas.

Los adoradores están encendiendo velas en la catedral de Jolo, en el 40º día desde el ataque. (foto de archivo – 11 de marzo de 2019) Handout photo via John Unson

El P. Romeo SANIEL, Administrador Apostólico del Vicariato de Jolo, publicó una declaración llamando a los católicos de Sulu a que continúen su oración por la total recuperación de las heridas y del trauma de las víctimas supervivientes a las explosiones.

La provincia insular de Jolo ha estado con frecuencia sometida a la amenaza de grupos terroristas, especialmente Abu Sayyat que opera como facción del Estado Islámico de Iraq y Siria.

En estos años el P. Saniel ha conseguido ser respetado incluso entre los musulmanes gracias a su extenso compromiso para continuar el diálogo interreligioso y promover la solidaridad musulmano-cristiana. Él inició el programa de Constructores de la Paz del Vicariato que concentra sus esfuerzos en los talleres para enfrentar el extremismo violento y fomentar el respeto y la colaboración entre los sectores religiosos.

“Un año es como si fuera ayer para los que perdieron a sus seres queridos. No hay palabras que podamos decir ni acciones que podamos realizar para de verdad arrancar la pena producida por su ausencia. Las víctimas siguen pidiendo justicia. Los cristianos y musulmanes afectados gritan: “Nunca más”, dijo el P. Saniel en su declaración.

A continuación el texto completo de la declaración:

Romeo Saniel, OMI

Saludos de paz y solidaridad.

El pasado 27 de enero de 2019, un grupo inspirado en el ISIS hizo explotar bombas en la Catedral del Monte Carmelo de Jolo. La doble explosión asesinó a 26 e hirió a 116 asistentes a la misa. Este brutal ataque fue condenado por musulmanes y cristianos de todo el mundo. El papa Francisco me pidió “cuidar a todas las víctimas. Que sientan que la Iglesia nunca los abandona. Esta tragedia no debería destruir la armoniosa relación entre musulmanes y cristianos en la zona.”

Hoy, 27 de enero de 2020, conmemoramos el primer aniversario de aquellas explosiones en la Catedral del Monte Carmelo con el tema “Mantener viva su memoria”. Un año es como si fuera ayer para los que perdieron a sus seres queridos. No hay palabras que podamos decir ni acciones que podamos realizar para de verdad arrancar la pena producida por su ausencia. Las víctimas siguen pidiendo justicia. Los cristianos y musulmanes afectados gritan: “Nunca más”

Consciente del mandato del papa Francisco y de la Conferencia de los Obispos Católicos de Filipinas, hemos conseguido lo siguiente: Primero, restauramos e inauguramos la renovada Catedral del Monte Carmelo. Agradecemos a todos los que donaron para la restauración de la Catedral. Segundo, asistimos a las víctimas tanto en ayudas económicas como en la hospitalización, sanación inicial del trauma, escolaridad y alojamiento. Agradecemos a todos los benefactores. Tercero, hemos fortalecido el programa de Diálogo Interreligioso que promueve la tolerancia religiosa y la armoniosa relación entre musulmanes y cristianos, realizando seminarios para confrontar el extremismo, activando el Consejo Interreligioso y realizando celebraciones juntos durante el Ramadán y la Navidad.

El sólido amor  y la fidelidad de las víctimas han sido nuestra inspiración durante el año pasado. Incluso cuando lloraban su pena, ellos encontraron la fuerza para seguir adelante recordándonos que no  hay nada que no podamos superar si cristianos y musulmanes estamos unidos.

Les pedimos por favor que recen por el eterno descanso de las almas de aquellos que perecieron y la perseverancia y curación de aquellos que fueron heridos. Que la paz y una mayor humanidad fraterna reinen en nuestra tierra.

Romeo Saniel, OMI
Administrador Apostólico
Vicariato Apostólico de Jolo