UCRANIA

Por el P. Pawel Wyszkowski, OMI
Superior de la Delegación de Ucrania

Durante mucho tiempo he albergado mis dudas sobre la creación de un perfil personal de Facebook. Consulté con el Señor y pregunté a la gente. Estaba convencido (¡y lo estoy!) de que debería pasar más tiempo de rodillas que “colgado” de Facebook, que me come mucho tiempo.

Mientras el mundo oiga hablar de la grandeza de la Divina Misericordia, me vino una repentina inspiración –para difundir la Buena Noticia de Dios, de Su Amor y Misericordia, en particular a través de internet, era la mejor forma de contactar con los creyentes en estos difíciles momentos.

Aquí, en Ucrania, nos unimos a la gente mediante transmisiones de la Santa Misa y otras oraciones. Más aún, ha sido también una forma de unirnos con el Este, donde se sigue derramando la sangre, una región que parece que hemos olvidado a causa del coronavirus. La Televisión Católica Ucraniana EWTN es también vista en Rusia, y allí rezan con nosotros. Es un testimonio muy fuerte y una de las formas de sobreponerse a la guerra y a la hostilidad. La oración nos une y nos recuerda que el lenguaje más importante es el del corazón, el lenguaje del amor.

El mundo digital se ha convertido en un espacio global en el que los fieles pueden participar de la Eucaristía, de la adoración, unirse para rezar el rosario, escuchar el catecismo y profundizar en su fe a pesar de la pandemia.

En una semana, más de mil personas querían unirse a mí en Facebook. Muchos de ellos querían iniciar algún tipo de conversación provechosa, y a veces incluso confesarse, aunque ciertamente ¡esto último no a través de Facebook!

Esto nos muestra que, en estos tiempos difíciles, todos necesitamos una comunidad, aunque sea virtual. Pero más que nada, necesitamos a Jesús. Sólo Él da vida. Él nos une. Quiere que nos unamos a Él, que seamos sus “amigos”, no de Facebook, sino en la vida real, la de cada día. Me decía a mí mismo que mi comunicación con otros en Facebook debería, de alguna forma, ayudarles a ser amigos de Jesús en sus propias vidas. Mi corazón está lleno de este humilde deseo, que mucha gente entre en contacto con Jesús a través de mis sermones online, mis reflexiones y otras publicaciones.

En mi vida esto aún no ha pasado, pero en la vida de los santos – sí. Después del primer sermón de San Pedro, ¡5.000 personas se convirtieron! Si este Facebook incorporal ha pasado a ser un canal tan poderoso entre nosotros y Dios, y entre nosotros mismos, ¡qué poderosas herramientas de Dios podríamos ser nosotros mismos! Personas reales, cuando el Espíritu de Dios habita en nosotros.

Fue todo un placer leer saludos o comentarios de personas de distintas partes de Ucrania y del mundo, que había encontrado en el colegio, en la iglesia, en alguna misión, o en encuentros. ¡Muchas gracias! Sin embargo, mi objetivo no es mi propia popularidad. No me interesa recibir “likes” o que me bombardeen con cumplidos. Estoy aquí para evangelizar, así que compartiré con otros cómo experimento personalmente a Dios en Su Mundo Divino. Mi deseo y mi oración es que juntos seamos un instrumento inconquistable de Dios, y que nuestra vida y los espacios virtuales sean realmente de Dios.