P. Diego Sáez Martín OMI
Postulador general

Roma, 7 de octubre de 2020

Un aniversario de veinticinco años es una fecha importante en la vida. Una persona que ha cumplido 25 años es alguien que, en principio, ya es maduro, está preparado para afrontar laboralmente su futuro y para formar su propia familia. Por ello, sociológicamente se fijaba en torno a los 25 años los cambios generacionales. En los matrimonios y las consagraciones religiosas los 25 años nos habla de un compromiso ya consolidado y que ha dado ya frutos abundantes, aún en medio de las fragilidades y los defectos aún por superar. En la Iglesia vivimos los jubileos con el espíritu de memoria y acción de gracias, purificación y búsqueda de la vida nueva en Cristo. Así como el jubileo hebreo era la ocasión querida por Dios para restaurar las relaciones sagradas entre los miembros del Pueblo de Dios y de éste con su Señor, así también en la Iglesia lo vivimos como una ocasión para volver a asumir con plena coherencia nuestra vocación cristiana. Por ello mismo, el Superior general encargó a la Postulación preparar una ceremonia de conmemoración de los 25 años de la canonización de San Eugenio de Mazenod, tenida lugar el 3 de diciembre de 1995.

El presente esquema de oración no es una oración litúrgica, ni siquiera es una parte de la Liturgia de las Horas. Sin embargo, su estructura, su ritmo, sus símbolos y muchos de sus elementos están inspirados directamente en la liturgia (cf Directorio para la piedad popular y la liturgia nº 16). El esquema de la oración tal como se presenta aquí en su forma más básica, recitando los salmos y sin cantos, etc., está concebido para unos 30 minutos de duración. La idea es proponer un marco común que luego sea adaptado a las necesidades concretas de cada comunidad. Se pueden añadir himnos y cantos. Dado que no es una liturgia, no hay motivo para no modificar, adaptar, e incluso suprimir o añadir algún elemento, si las circunstancias así lo aconsejan.

La parte fundamental de la Vigilia aquí preparada lo constituyen los salmos. Sería bueno que, además de la oración en el nivel local, se tenga también una celebración más amplia en el nivel de la Unidad o de una subdivisión de la Unidad. También sería bueno considerar invitar, al menos, a los representantes de todas las realidades de la Familia Oblata y de otras instituciones eclesiales vinculadas a san Eugenio de Mazenod, por razón del carisma o por otros motivos históricos. En algunas partes puede que se quiera tener también una celebración de la Eucaristía. En tal caso podría celebrarse después de la vigilia aquí propuesta una Misa Votiva de San Eugenio de Mazenod o bien una Misa de Acción de gracias por la canonización, (cf Instrucción General del Misal Romano nº 347, 373 y 375-377, 3ª edición).

En todo caso es importante considerar las circunstancias sanitarias que nos impone el Covid-19. Sería de desear que, si se hacen transmisiones por internet, hagan llegar una copia del enlace de la transmisión, o del video ya transmitido, a la Postulación General y al Servicio de Comunicaciones Oblatas ([email protected] y [email protected], respectivamente), para que puedan ser difundidos y crear un mosaico digital y para guardarlo en los archivos. Por otro lado, en caso de que el confinamiento impida reunir físicamente a la gente se pueden preparar, haciendo las oportunas modificaciones, unos folletos con los que las familias puedan orar en casa, lo cual debería resultar, en principio, fácil de realizar, al ser los salmos el núcleo central de la oración.

En cuanto a la fecha exacta en la que tener la vigilia, quizá lo mejor sea que cada Unidad y cada comunidad se sienta libre de programar el encuentro en las fechas que en cada lugar se consideren más oportunas, tras el 28 de noviembre (memoria de los Mártires Oblatos de España) y antes de la solemnidad de la Inmaculada (8 de diciembre).

Es importante cuidar la ambientación. La oración está pensada para desarrollarse ante una Cruz, la Virgen María y San Eugenio. Lo ideal es que fuera una reproducción grande de la Cruz Oblata y un icono de la Virgen Oblata «de la Sonrisa».

La oración puede ser utilizada en nuestras comunidades locales y hacer de ella un encuentro para compartir la fe, por ejemplo, tras el rezo de los salmos, en el que cada uno comparta sobre preguntas como el lugar que ocupa san Eugenio en mi vida, el modo que me inspira, o si he experimentado en algún momento particular la fuerza de su intercesión, etc. Esto quizá no sea posible en asambleas grandes o en celebraciones con la gente. Por ello, quizá pueda programarse en el algún encuentro específico previo a la vigilia con la gente para compartir la fe en el interior de la propia comunidad local. Desde la Administración general haremos llegar próximamente algún material adicional que pueda ayudara a hacerlo.

Que San Eugenio de Mazenod nos conceda que la celebración de estos 25 Años nos estimule a seguir buscando con ardor creciente la gloria de Dios, el servicio a la Iglesia y la salvación de las almas más abandonadas.