H. Benoit Dosquet OMI
Comité General de Oblatos Hermanos

“Es preciso que se comprenda hoy mejor que nunca la necesidad de ser perfecto religioso para ser buen misionero. Tenemos que estar bien persuadidos que el medio más eficaz para que haya grandes frutos en las almas, es la santidad de la vida y la práctica fiel de todos los deberes de nuestro estado”.

Eugenio de Mazenod en la apertura del Capítulo general de 1850.  

Para preparar el aniversario de los primeros votos que se hicieron el 1 de noviembre de 1818, el Comité General de los Oblatos Hermanos ha elegido para este año 2020, elaborar unas meditaciones que se inspiran en la figura del P. Tempier. Él es el “segundo padre” [i], aquel que ha jugado un papel esencial al lado del Fundador.

En la noche del 8 al 9 de abril de 1870, casi a medianoche, el padre Tempier muere en París. El 8 de abril de 2020, en pleno confinamiento, los 150 años de la muerte del “segundo pulmón” de la Congregación han pasado casi inadvertidos, al estilo de aquel que siempre ha vivido en la discreción.

El padre Beaudoin, en la introducción a la biografía del padre Tempier[ii] escribió: “A lo largo de más de 100 años las ‘manos hábiles’, aun sin ser abundantes, no han faltado, pero nunca ha aparecido una interesante biografía del P. Tempier, a excepción de la Noticia necrológica escrita a raíz de su muerte por el P. Fabre. Y es que los hermosos materiales de su larga vida no existen”.

A este aniversario de su muerte habría que añadir el de su decisión de pronunciar el voto de pobreza en 1820. Hace 200 años, en noviembre de 1820, al terminar el retiro con el que se preparaba para la renovación de votos, el padre Tempier decide hacer el voto de pobreza, pero no será sino en el Capítulo general de 1821 que el Fundador impone el voto de pobreza para la Congregación.

Uno se pregunta a veces  cómo el padre Tempier ha podido hacer frente a todas sus responsabilidades. Por no citar más que algunas, recogemos las tareas descritas por el padre Beaudoin: “durante su etapa de superior del seminario mayor, era vicario general de la diócesis, asistente general de la congregación, superior de varias comunidades religiosas, primer colaborados del obispo para la construcción y administración  financiera de numerosos conventos, obras e iglesias de Marsella, así como de las casas de los oblatos en Francia…”[iii]

Hemos seleccionado algunos aspectos de esta figura oblata elocuente. Para cada meditación os proponemos un texto introductorio, una u otra referencia a la vida del padre Tempier, un tiempo para profundizar y os invitamos a terminar con una oración a vuestra elección. Que estas pocas meditaciones nos trasmitan el espíritu que ha animado al padre Tempier y que nos inspiren su mismo amor por Jesucristo, la Iglesia, la Congregación y el Mundo.

[i]  Collection Ecrits oblats II,1 Rome 1987, p 74
[ii] Idem, p 10
[iii] Conferencia sobre el p. Tempier del p. Michel Courvoisier, « Je ne peux pas y arriver seul ! », Aix 2016, p 47