PAKISTÁN

Mons. Víctor GNANAPRAGASAM, OMI, primer Vicario Apostólico de Quetta, provincia de Baluchistán, Pakistán, falleció el 12 de diciembre de 2020.

Víctor Gnanapragasam nació en Jafna, Sri Lanka, el 21 de noviembre de 1940. Con 19 años ingresó en el Noviciado Oblato de Kalutara, Sri Lanka, haciendo sus primeros votos el 31 de mayo de 1960. Completó sus estudios de filosofía y teología en el Seminario Mayor de Nuestra Señora de Lanka en Kandy y fue ordenado sacerdote el 21 de diciembre de 1966.

Su primer ministerio fue como vicario parroquial en la misión oblata de Nilaweli, diócesis de Trincomalee-Batticaloa (1967-1969); y después como miembro de la comunidad OMI de Predicadores de Jafna (1969-1973).

En 1973, el P. Víctor, por entonces joven sacerdote, fue enviado a Pakistán como misionero. Desde entonces y hasta su muerte, dedicó toda su vida al servicio del pueblo de Dios en Pakistán.

Su compromiso pastoral se desarrolló en muchos campos: vicario parroquial, párroco de distintas comunidades; formador de las Casas Oblatas de Formación Multan y Karachi; Superior mayor de la Delegación Provincial de Pakistán.

Sus superiores también le enviaron varias veces al extranjero para completar sus estudios: Estudios en Pastoral Juvenil en Manila, Filipinas (1977-1979); Psicología y Espiritualidad en el Instituto de S. Anselmo de Kent, Inglaterra y más tarde cursos de Espiritualidad en el Angélico de Roma (1989-1992).

La última vez que asumió el cargo de superior de delegación fue en 1997. En este campo trabajó hasta su nombramiento como primer Prefecto de la recién erigida Prefectura Apostólica de Quetta en diciembre de 2001. El P. Víctor participó también en la visita ad limina Apostolorum de los Obispos de Pakistán en junio de 2008.

Durante una ordenación sacerdotal celebrada recientemente

El 29 de abril de 2010 el Papa Benedicto XVI elevó la Prefectura Apostólica al rango de Vicariato Apostólico, y el P. Víctor fue elegido como su vicario apostólico. Fue consagrado obispo en la catedral de San Patricio de Karachi el 16 de julio de 2010 por el entonces nuncio apostólico de Pakistán el arzobispo Mons. Adolfo Tito Yllana.

Quetta es la capital de la provincia de Baluchistán. Esta volátil provincia ha sido testigo recientemente de atentados suicidas, violencia sectaria y, a veces, también discriminación religiosa. En varias ocasiones, Mons. Víctor escapó por poco de bombas y otros ataques. En 2013, sufrió heridas como resultado de ataques suicidas que tuvieron lugar cerca de la casa del obispo.

Mons. Víctor trabajó en el Vicariato Apostólico de Quetta durante la guerra de la vecina Afganistán. Este fue uno de los mayores retos de su ministerio episcopal, ya que el vicariato cubre una vasta región de desierto montañoso controlado no sólo por el ejército pakistaní, sino también por rebeldes Balochi, lo que siempre requiere que los sacerdotes se muevan con cuidado, a menudo arriesgando sus propias vidas.

A pesar de todos estos desafíos, siempre se mantuvo cerca de su rebaño, no escatimando esfuerzos por atender sus necesidades espirituales, pastorales y materiales, visitándoles con frecuencia y estando con ellos. Hace poco había padecido problemas cardiacos y, a pesar de sus dolencias, no dejó de atender las necesidades de su Vicariato.

Mons. Víctor deja un gran legado al pueblo de Pakistán, especialmente a los pobres, a la iglesia local, a la Delegación, a Sri Lanka y, en suma, a la Congregación.

Oremos por el eterno descanso de este gran misionero y obispo que ha servido a una de las comunidades cristianas más perseguidas del mundo. ¡Que su alma descanse en paz y Dios de consuelo a toda la familia OMI y a la Delegación de Pakistán!