HONG KONG

P. Rockmoore Saniel, OMI
 – Publicado en www.rocksaniel.blogspot.com

De la pandemia del coronavirus no se han librado los pobres de las calles de Hong Kong. Actualmente las familias pobres y abandonadas están aumentando por los efectos maléficos de la Covid-19. En To Kwa Wan, Kowloon, Hong Kong, cerca de la iglesia de Notre Dame, una parroquia animada por los Misioneros Oblatos de María Inmaculada, muchos pobres están recibiendo regularmente ayuda.

Guiados por el p. Mark Anthony SERNA, OMI, los jóvenes de la parroquia salen a las calles que están bajo el puente de To Kwa Wan para buscar a los pobres y distribuir alimentos, sobre todo a los ancianos y los sintecho.

El p. Serna procede de Libungan, norte de Cotabato en Filipinas. Después de su ordenación recibió del Superior general su primera obediencia para la Delegación de China. Ordenado en el año 2011 está pues su noveno año como presbítero misionero en Hong Kong. También es uno de los consejeros de la Delegación de China.

El objetivo principal del programa es encarnar el carisma oblato de estar con los pobres, especialmente los más abandonados y animar a más jóvenes para tener un sentimiento de amor misionero hacia por los pobres. El programa se inició hace 18 años con el padre Slawomir KALISZ, OMI, antiguo párroco de Notre Dame y actual superior de la Delegación de China. Comenzó con una visita periódica a las familias pobres de la parroquia y se fue convirtiendo en un programa para “dar de comer al hambriento”.

El 30 de mayo de 1992 la parroquia de Notre Dame se convirtió en la primera parroquia oblata en Hong Kong cuando el cardenal  John B. Wu Cheng Chung, obispo de Hong Kong, la estableció como tal y nombró párroco al p. John WOTHERSPOON, OMI. Desde entonces los oblatos han estado siempre en contacto con los más abandonados de la zona.

Desde hace algunos meses cada viernes los pobres que viven bajo el puente de To Kwa Wan se reúnen para recibir bolsas de alimentos. Se comenzó con unas 55 personas y ahora hay unos 160 que reciben la ayuda de la parroquia.

A causa de la pandemia muchos perdieron sus empleos y algunos de ellos quedaron en la calle. Algunos ancianos que viven bajo el puente son aquellos que abandonaros sus hijos y familias debido a la mala situación económica dejándolos sin ayuda para cubrir sus necesidades básicas.

El p. Serna y la comunidad OMI de Hong Kong continúan promoviendo este programa con la ayuda de algunas personas y benefactores gente generosos.

Confían en que con este esfuerzo sencillo de ayuda a cubrir las necesidades básicas de los necesitados están cambiando enormemente la vida de muchos pobres que viven en las periferias de Hong Kong.