Notre-Dame du Cap

Publicado en www.missioncheznous.com

El padre Gérard Tsatselam OMI que ha estado acompañando al pueblo Innu en los últimos 10 años, nos presenta un retrato de la vida y la fe activa de las comunidades cristianas con las que él trabaja. La solidaridad y el fervor caracteriza estos pequeños equipos fraternos que se comprometen a cuidar de ellos mismos y salir al encuentro de las necesidades de sus comunidades.


El señor Antoine Malec, un anciano de Nutashkuan, quería hablarme del tiempo de los misioneros Babel y Arnaud a los que ellos llamaban Ka Kushkuentak y Ka Uashkamuet, esto es “el que está por arriba” en el sentido de rectitud y rigor y “el que tiene una voz fuerte que se escucha a distancia”. Según él, fue en Musqaro (Costa baja del norte) donde los Innu se reunieron y los primeros misioneros los encontraron. Antes había allí una iglesia y un cementerio. Celebraban funerales, bautizos y bodas en este lugar de encuentro antes de partir para el territorio actual.

Para el señor Antoine Bellefleur de La Romaine (Unamen Shipu), fue en Musqaro donde sus padres se casaron y los ancianos recibieron el antiguo libro de cantos para orar que hoy siguen siendo el núcleo de las celebraciones rituales. Este lugar es importantísimo como el punto de partida de la vida cristiana para los Innu. Musqar fua algo parecido a Antioquía[1].

Actualmente observo que hay algunos momentos en que la comunidad en su conjunto expresa su fe hacia fuera: la Vigilia de la Navidad, la Semana Santa y la Pascua, la fiesta de santa Ana, la procesión del 15 de agosto, etc. Estos momentos especiales de la vida cristiana movilizan a todas las fuerzas vivas de la comunidad. Especialmente en esos momentos, cada comunidad desearía tener un presbítero que los acompañe en las diferentes celebraciones.

Para la fiesta de santa Ana, por ejemplo, los jóvenes preparan el lugar del encuentro, lo decoran con banderas, montan las tiendas y preparan la zona de oración. Otros equipos trasportan la gente y los materiales. Los ancianos aseguran la organización y el desarrollo de las oraciones y los cantos.

Además de esos momentos comunitarios hay otras prácticas que enfatizan la vivencia de la fe tanto individualmente como en el ámbito familiar. En cada comunidad, unas diez personas se reúnen en la iglesia los domingos para la oración, para compartir la Palabra de Dios o para celebrar la Eucaristía cuando el misionero está presente. Algunas veces son miembros de la misma familia, pequeños grupos que son muy fieles a las prácticas de su vida cristiana.

La mayor parte del tiempo ellos están presentes con las familias que atraviesan momentos difíciles: enfermedades, duelo, etc. En estas circunstancias dolorosas, mucha gente reza el rosario, novenas a santa Ana, san Antonio, santa Catalina Tekakwitha, san Andrés, etc.

Cuando las familias tienen la oportunidad de ir a la ciudad, con frecuencia les es indispensable hacer una visita al Santuario de Santa Ana de Beaupré. Allí asisten a la celebración de la eucaristía o van a encontrarse con el presbítero o a encender algunas velas.

En otras ocasiones. El Consejo del grupo ofrece viajes organizados para los ancianos y sus familias para visitar los santuarios o las basílicas de Quebec. Esta peregrinación es una forma de nutrirse individualmente o como familia, una manera de crecer en la fe y la confianza en Dios. Hacer el acto de Compromiso de la Fe Cristiana es una elección importante para mucha gente, un regalo recibido de sus mayores que están orgullosos de vivir y trasmitir a sus hijos.

En las comunidades de Pakuashipi, La Romaine (Unamen Shipu) y Nutashkuan, la iglesia no es una entidad separada de la vida comunitaria. A nivel material son los Innu quienes, con la ayuda de sus socios, aseguran el mantenimiento y el funcionamiento de sus estructuras.

En cada comunidad hay individuos o un equipo reconocido por sus iguales los responsables de la animación de la vida cristiana de la comunidad. Estos equipos se mantuvieron activos durante los confinamientos impuestos durante la pandemia por las autoridades en cargo de la salud pública. Estuvieron muy cercanos a la comunidad ofreciendo la escucha, ayuda y servicios de oraciones por todos los medios de comunicación: teléfono, radio comunitaria, Facebook, etc. Cuando falleció alguien también acogieron a su familia en la iglesia y los acompañaron al cementerio para el entierro.

Es un gran privilegio para mí estar presente y vivir en las comunidades Innu como presbítero misionero. Cada día descubro comunidades cristianas que son muy acogedoras, que ayudan y oran y que me enriquecen. La fe de la gente sencilla se manifiesta en muchos gestos de compartir, respeto por la gente y por la naturaleza. Doy gracias a Dios y estoy muy agradecido a las comunidades de darme esta oportunidad de seguir junto a ellos al Señor.

[1] Para más inormación: “Lower North Shore: Musquaro Innu Gatherings Designated as National Historic Event,” https://ici.radio-canada.ca/nouvelle/765410/site-musquaro-basse-cote-cord-histoire.


El padre Gérard Tsatselam, O.M.I ha estado acompañando el pueblo Innu desde hace 10 años. Camina con las comunidades Innu de La Romaine (Unamen Shipu), Nutashkuan y Pakuashipi. Originario de Camerún llegó al territorio Innu en el año 2012.