VIETNAM

Desde 2021, un grupo de 21 viudas y madres solteras se han unido a OMI Charity, el brazo caritativo de los misioneros oblatos de la provincia de Yen Bai, en el norte de Vietnam, para servir un desayuno tradicional, el “chao”, a 250 pacientes en dos hospitales de la ciudad de Nghia Lo todos los martes por la mañana. Un total de ocho grupos sirven todas las semanas a los pacientes de numerosos hospitales de las provincias de Lao Cai, Phu Tho, Son La y Yen Bai. La región cuenta una docena de grupos étnicos.

Luong Thi Hien, una vietnamita de la etnia Thaï, de 60 años de edad, que no es católica, prepara comidas junto a otras cinco mujeres en la casa parroquial de Nghia Lo, en el norte del país. Con una voz fuerte y vestida con una camiseta azul con los colores del grupo caritativo de los misioneros oblatos (OMI), llama a las puertas del hospital para invitar a los pacientes y sus acompañantes a recibir el chao, un desayuno tradicional con carne, pescado y verduras.

Cerca de 250 personas se benefician cada semana en el hospital general y en un hospital privado cercano. “Estoy muy contenta de trabajar con otras mujeres para servir con cariño comidas nutritivas para los pacientes pobres, entre los que están los miembros de mi grupo étnico, para que puedan curarse rápidamente y regresar a su casa”, explica Luong Hien que se unió al grupo OMI Charity en junio. La región cuenta con una docena de comunidades étnicas.

Giang Thi Sinh, una mujer hmong del pueblo de Suoi Bu, en el distrito de Van Chan, explica que su hija de tres años, que sufre malnutrición causada por lombrices, lleva diez días curándose en el hospital. “Nos alegramos de tener la comida gracias al grupo. No sabemos cómo lo habríamos hecho sin él porque no tenemos dinero”, nos confía, añadiendo que su familia sobrevive vendiendo maíz y vegetales que recogen en el bosque.

Voluntarios con trajes tradicionales en el Santuario de Nuestra Señora de La Vang, provincia de Quang Tri.

Un grupo fundado en 2021

Por su parte, Luong Thu Hien, madre de dos hijos cuyo marido falleció hace quince años y cuyos hijos se han casado y han dejado el hogar, nos cuenta que los miembros del grupo caritativo vienen a verla regularmente para apoyarla y ella misma les enseña las danzas tradicionales. Vende también en un mercado local verduras y las especialidades culinarias de los aldeanos indígenas y envía donativos al grupo además de ofrecerse como voluntaria para limpiar las casas de sus vecinos enfermos.

La responsable del grupo, Marie, Tran Thi Kim, explica que se fundó en 2021 por los misioneros oblatos y que cuenta hoy con veintiuna mujeres, entre ellas miembros de las comunidades Muong y Thaï. Pertenecen a tres parroquias en Nghia Lo, Vang Cai y Vinh Quang y la mitad no son católicas. Algunas han reencontrado la fe en el seno del grupo después de haberse alejado de la Iglesia. Marie Kim de 64 años precisa que las miembros del grupo que son viudas y madres solteras, se dividen en cuatro equipos que rotan por turno para servir el chao a los pacientes.

Noroeste de Vietnam donde sirven los oblatos.

Ocho grupos OMI en los hospitales de cuatro provincias locales

Ellas junto con los benefactores locales, cubren los gastos de la comida que suponen cuatro millones de dongs (170 euros) por mes. Un voluntario local trasporta el chao al hospital con una camioneta. Marie, madre de dos hijos, añade que los miembros no católicos también cantan los himnos y compran rosarios para regalar a sus amigos. “Estamos estrechamente unidas las unas a las otras por la cultura y la fe y nos unimos más por el trabajo caritativo”. Visitan también las parroquias y los sitios religiosos, organizan danzas tradicionales, cantan himnos y presentan su programa alimentario a otras personas para conseguir fondos.

Al inicio de agosto también han ido en peregrinación al santuario mariano de Nuestra Señora de La Vang en la provincia central de Quang Tri. Allí interpretaron una danza Xoe de un grupo étnico Thaï. Esta danza, reconocida por la UNESCO como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad en diciembre pasado, refleja la visión del mundo de los aldeanos Thaï deseando la felicidad, salud y prosperidad. También se reunieron con Monseñor Alfonse Nguyen Huu Long, obispo de Vinh que ha sido obispo auxiliar de su diócesis de origen Hung Hoa. El obispo ha declarado que estima su servicio y les ha hecho un donativo para la comida de los pacientes.

Los misioneros OMI de la provincia de Lao Cai han fundado un primer grupo de voluntarios en el año 2019 para servir chao a los pacientes necesitados de un hospital público del distrito de Bac Ha. Actualmente un total de ocho grupos sirven el desayuno a unos 250 pacientes por semana en los numerosos hospitales de las provincias de Lao Chau, Phu Tho, Son La y Yen Bai.

(missionsetrangeres.com con Ucanews)