UCRANIA

El P. Witalij Podolan, O.M.I., Superior de la Delegación de Ucrania, ha escrito la siguiente carta explicando la situación actual del país.

Queridos hermanos:

Queremos expresar nuestra eterna gratitud por su apoyo a nuestro ministerio en la actual Ucrania. Desgraciadamente, la guerra entre la verdad y la mentira ya lleva más de 6 meses en nuestras tierras. Y la gente sufre y muere en esta guerra. Muchos se han visto obligados a abandonar sus hogares y su lugar de trabajo, a menudo escapando sólo con sus documentos, incluso sin pertenencias ni alimentos. Muchas de estas personas han encontrado refugio en nuestras iglesias y casas religiosas. Algunos ya han regresado a sus hogares para reconstruirlos y nos piden que les compremos materiales de construcción como ventanas, cubiertas de tejado o ladrillos para reconstruir paredes y demás.

Una mujer ucraniana frente a su casa dañada por las bombas rusas.

Muchos han perdido su trabajo y carecen de medios de subsistencia, por lo que acuden a nuestras casas religiosas para obtener alimentos, medios de higiene personal y ropa. En nuestra casa religiosa de Obukhiv, cocinamos comida, que luego servimos in situ, y también la llevamos a Kyiv, donde viene distribuida en varias partes de la ciudad.

En otra de nuestras casas, en Tyvriv, proporcionamos alojamiento para los refugiados. Desde febrero, varios cientos de personas han encontrado allí refugio. Unas 50 personas aún se ven obligadas a quedarse dado que no pueden regresar a sus pueblos y hogares, pues se encuentran en las zonas ocupadas por el ejército ruso. Las familias que viven en nuestra casa de Tyvriv no tienen trabajo ni dinero para protegerse, por lo que dependen totalmente de nosotros.

Alimentar a los pobres

Gastamos bastante dinero en la manutención de los refugiados. Y aún, estas personas no pueden alquilarse un alojamiento ni alimentarse, ya que muchos lugares de trabajo están cerrados o destruidos. Podremos seguir ayudando a estas personas gracias a su generosidad.

Desgraciadamente, la guerra contra Ucrania sigue su curso y no sabemos cuándo terminará. Cada vez más personas seguirán perdiendo sus apartamentos, medios de vida o incluso su salud, como ocurrió hace unos días, cuando cayó un cohete cerca de nuestra casa de Obukhiv, que no sólo destruyó los edificios colindantes, sino que hizo que una persona perdiera una pierna.

La gente viene a nuestro monasterio, pidiendo ayuda.

Gracias una vez más por su solidaridad, su apoyo financiero y, sobre todo, por sus oraciones, y seguimos pidiendo sus oraciones y su ayuda. Que el buen Dios se lo recompense cien veces y que los proteja a todos en paz.

Con nuestros respetos y oraciones, Misioneros Oblatos de María Inmaculada de Ucrania.

P. Witalij Podolan, O.M.I.