Antiguamente, fue una propiedad rural en el camino a Avignon. Ahora, está dentro de la ciudad de Aix. Comprendía una casa y tierras donde se cultivaban viñas y olivares. Gaspar Antoine de Venelle, esposo de Louise de Mazenod, había vendido esta propiedad el 19 de abril de 1728, al profesor Jean-Baptiste Joannis, consejero del Rey, profesor real en medicina. Es quizá el nombre de Louise de Mazenod, sin vínculo directo con la familia de nuestro Fundador, que indujo a error al padre Bernad. En su recopilación de pinturas, grabados y fotografías (p. 50), dice que el Enclos es la casa de campo de la familia de Mazenod. De hecho, a partir de 1728, esta propiedad se convirtió en la casa de campo de la familia Joannis (véase Marbot, Histoire de N.-D. de la Seds). Fue en esta casa donde fue firmado, el 2 de febrero de 1778, el contrato matrimonial entre Marie-Rose Joannis, hija del profesor Joannis, y Charles Antoine de Mazenod, futuro padre de Eugenio de Mazenod (véase LEFLON I, p. 41). Como esta casa está próxima a la iglesia de N.-D. de la Seds, Eugenio de Mazenod pensaba establecerse allí para ejercer ministerio. Mientras estaba en el seminario Saint-Sulpice, escribe a su madre, el 6 de marzo de 1809: “Esta ermita conviene perfectamente a mis proyectos, cuando esté en el ministerio” (Écrits spirituels 1794-1811, col. Écrits oblats I, t. 14, p. 122). El desea, para su primer equipo de misiones parroquiales, establecerlo en esta propiedad del Enclos y hacer de la iglesia N.-D. de la Seds el centro de su establecimiento. Pero, como dijo a su amigo Charles de Forbin-Janson, “las religiosas del Sanit-Sacrement, en un abrir y cerrar de ojos, me lo birlaron educadamente “(Lettres aux les Oblats de France, nº 5, col. Écrits oblats I, t. 6, p. 9). Buscando otro lugar para establecer su primera comunidad, tuvo la oportunidad de encontrar el antiguo Carmelo, en el centro de la ciudad. Después de distintas búsquedas, en la ciudad y fuera de ella, fue también en el Enclos donde se reunió la Asociación de jóvenes que había fundado Eugenio de Mazenod en 1813.

Después de la muerte de su madre, la hermana de Eugenio recibió esta propiedad en herencia (el 17 de diciembre 1851), pero no tenía en ningún caso la intención de conservarla y la vendió, el 23 de octubre de 1856, a su hermano que podría utilizarla como lugar de descanso para los Oblatos. Como recuerdo de esta transferencia de propiedad, se puede ver sobre el frontis de la casa el escudo de armas de Mons. de Mazenod, obispo de Marseille. Enseguida, se llamó a esta propiedad “Clos de los Oblatos”. El consejo provincial deseaba tenerla debido a su vínculo con nuestro Fundador y porque era bueno poseer un lugar de descanso para los Oblatos. Es con este fin que hubo que hacer trabajos de restauración, a fines de1871.

En la primera expulsión de los religiosos, decidida por Jules Ferry, en 1880, el arzobispo de Aix constituyó la iglesia de N.-D- de la Seds en parroquia y nombró allí a tres Oblatos, para que no fueran todos obligados a dejar la ciudad. Llevaron al Enclos la imagen de la Virgen María que el padre de Mazenod había bendecido el 15 de agosto de 1822, junto con el altar de los primeros votos y los archivos de la comunidad. Como las medidas contra los religiosos no eran estrictas en ese momento, los Oblatos pudieron volver de nuevo a su comunidad en el centro de Aix, alrededor de un año después de las leyes de expulsión. La situación fue más inflexible en el momento de la segunda expulsión de los religiosos, decidida y organizada por el Primer Ministro Émile Combes, en 1903. Entonces los Oblatos enviaron a Roma la estatua de la Virgen María, el altar de los votos y los archivos de la comunidad y se vieron obligados a dispersarse, dando ocasión a fundaciones en distintos países de Europa occidental. Después de esta expulsión de 1903, los Oblatos definitivamente dejaron el Enclos, pero volverán de nuevo a Aix en Provence, algunos años más tarde.

RENE MOTTE, O.M.I.