1. Las vicisitudes de la institución de 1836 a 1912
  2. El seminario menor de Ajaccio de 1912 a 1971

Los Oblatos de María Inmaculada siempre se relacionaron de cerca con el seminario menor de Ajaccio antes de asumir la dirección, en sucesivas ocasiones, después de 1912, pero sobre todo de 1939 a 1971.

Las vicisitudes de la institución de 1836 a 1912

Al comprar el convento de Vico, en 1836, Mons. Raphaël Casanelli de Istria pensaba únicamente enviar a los seminaristas de la diócesis. Este proyecto de utilización de la casa, demasiado distante de Ajaccio, se reveló irrealizable. El obispo recurrió al sentido práctico del padre Hippolyte Guibert, responsable de la educación eclesiástica de la diócesis. Éste escribió a Mons. de Mazenod, en la primavera del año 1836: “Si usted creyera que ha sido por mala voluntad que no me he hecho cargo aún de esta fundación, le diría que tuve en vista, en primer lugar, el bien del seminario mayor, dónde no tendremos, en adelante, que recibir jóvenes, que llegan a nosotros del mundo, con su corrupción, o con muy poca preparación.”

El padre Guibert alquiló una casa, que hizo arreglar, para acoger a ciento treinta alumnos, el 5 de noviembre siguiente. Mons. Casanelli confió la enseñanza a algunos sacerdotes Corsos y otros procedentes de la diócesis de Grenoble, bajo la dirección del canónigo Guédy. El primer año escolar no fue de los más felices: exceso de alumnos en locales improvisados, gastos inútiles y superiores a los recursos de la diócesis, desacuerdos entre los profesores, rebeliones de los alumnos contra uno de los profesores, etc. Mons. Casanelli había pensado muy ambiciosamente, a diferencia de los proyectos del padre Guibert. Agradeció a M. Guédy por sus servicios y nombró al padre Guibert superior inmediato de los dos seminarios.

El año escolar 1837-1838 se hizo en la casa Ottavi, dejada por los seminaristas mayores, con cien alumnos, para únicamente tres cursos primarios, bajo la dirección de sacerdotes diocesanos y de un responsable de la casa, el padre Sylve, antiguo superior del seminario menor de Forcalquier, hombre de confianza del padre Guibert. Los cursos superiores se restablecieron progresivamente durante los años siguientes. En 1837, el padre Guibert propuso a Mons. de Mazenod confiar a los Oblatos la dirección de la casa; éste se opuso con determinación (véase Journal 21 de febrero, 6 y 18 de septiembre, 1837).

En 1841, el padre Francois-Noël Moreau sucedió al padre Guibert como superior del seminario mayor. Por una decisión inesperada, para no tener que pagar el alquiler de la casa Ottavi, Mons. Casanelli agrupó a todos los seminaristas en el seminario mayor, con un único superior. Mons. de Mazenod y Mons. Guibert protestaron en vano. El número de los seminaristas mayores y menores disminuyó y el padre Moreau consigue apenas mantener la obra; aunque, en 1843, se había confiado la dirección de los seminaristas menores al padre Gaffory, el padre Moreau murió después de algunos días de enfermedad, el 2 de febrero de 1846.

En un momento de desaliento, Mons. Casanelli anunció, por decreto del 10 de agosto de 1847, que se disolvía el seminario menor: “Sería para nosotros, reconocía, una excesiva responsabilidad seguir con un estado de cosas desastroso para las dos comunidades. Preferimos salvar una, antes que verlas hundirse a ambas”. No parece, con todo, que esta decisión se haya aplicado con rigor. El padre Jean-Joseph Magnan, sucesor del padre Moreau y hombre de múltiples talentos, tuvo que convencer al Obispo que le dejara, al menos, a los alumnos de las clases superiores, según los consejos dados por el padre Guibert en 1841. Las dos comunidades vivieron bajo el mismo techo hasta 1850. El nuevo seminario menor y colegio, cuya construcción había comenzado en 1836 en el sitio del jardín botánico, se terminó y acogió a más de trescientos alumnos, bajo la dirección del clero diocesano. Como antes el padre Guibert, el padre Magnan no logra, en 1849, convencer a Mons. de Mazenod que se confíe la institución a la dirección de los Oblatos. Más tarde, otras dos casas proporcionaron algunos alumnos al seminario mayor: la escuela eclesiástica de Vico y el seminario menor y colegio de Corte.

Mons. Casanelli de Istria deseaba intensamente abrir un seminario menor en su ciudad natal, Vico. Retomó en 1846 un proyecto considerado diez años atrás. El padre Magnan se mostraba favorable, pero Mons. de Mazenod, poco entusiasta, se alegró al ver que este sueño se hacía humo. El obispo de Ajaccio, firme en sus proyectos, consigue finalmente abrir una escuela eclesiástica en el convento de Vico, bajo la dirección de los Oblatos. Se desenvolvió medianamente entre 1855 y 1864, con una cuarentena de alumnos, la mayoría externos.

Doce años después, Mons. de Gaffory, obispo de Ajaccio de 1872 a 1877, abrió un seminario-colegio en Corte, en una casa que Mons. Casanelli había hecho construir para retiros del clero. Esta institución, dirigida por el clero diocesano, contó con más de doscientos alumnos y se transformó en un vivero de hombres de élite, pero, como el seminario menor de Ajaccio, proporcionan cada vez menos seminaristas mayores.

En el informe del Provincial del Sur al Capítulo general de1898, se lee lo siguiente con respecto al seminario mayor de Ajaccio, que contaba entonces con noventa y cinco alumnos: ” Existe un vacío que perjudica, en forma considerable, la formación y, por consiguiente, la influencia del clero. Es la ausencia de un seminario menor para preparar a los jóvenes, en una doble perspectiva, la de los estudios y la de la piedad. Se presentan al seminario mayor a los veinte años, apenas pulidos gramaticalmente y, ¡esperemos que lo estén en lo moral!” Parece, pues, que la mayoría de los alumnos provenían de las escuelas presbiterales, como antes de 1836. Tras la ley de separación entre la Iglesia y el Estado, en 1905, se cerraron estos dos seminarios-colegio y las propiedades pasaron al Estado.

El seminario menor de Ajaccio de 1912 a 1971

Al hacerse cargo de la sede de Ajaccio, en el otoño de 1906, Mons. Jean- Baptiste Desanti (1906-1916) se encontró con una diócesis arruinada. En 1912, pidió al padre Pierre Bunoz que abriera un seminario menor bajo el nombre de escuela de Nuestra Señora, en un inmueble de las Religiosas de San José. Los alumnos, apenas doce para comenzar, pasaron a treinta y dos en 1913 y a ciento sesenta y siete en 1914. Los sacerdotes que colaboraban con el padre Bunoz, tomaron la dirección de la casa a la muerte de este último en 1917. Este mismo año, se trasladó el seminario al antiguo convento de los Capuchinos.

Mons. Augustin Simeone, sucesor de Mons. Desanti, trajo de nuevo a los Oblatos en 1925. Se suscribió entonces un convenio con el padre Pierre Mounier, provincial de Francia Sur, el cual cedía a perpetuidad el seminario menor a los Oblatos, que se comprometían a proporcionar al menos a cuatro padres: el superior, el director espiritual, el prefecto de estudios y el ecónomo. El padre Francois Agarrat fue superior hasta la salida de los Oblatos en 1927-1928, después de la visita canónica hecha por el padre Euloge Blanc, asistente general. En su informe al Capítulo general de 1932, el Provincial de Francia Sur escribía: “Ante la escasez de personal, se aprovechó la primera ocasión favorable para abandonar el seminario menor de Ajaccio. Lo habíamos aceptado a contrapelo, para agradar a Mons. Simeone. Después de haberlo puesto sobre un buen pié […] lo devolvimos al clero diocesano.”

Al llegar a su diócesis en 1938, Mons. Jean-Baptiste Llosa, obispo de Ajaccio de 1938 a 1966, encontró la institución en un triste estado y recurrió de nuevo, en forma urgente a la Congregación. El padre Mollat, s.j., visitador apostólico de los seminarios de la provincia eclesiástica de Aix, escribió al padre Théodore Labouré, el 5 de abril de 1939, para apoyar la petición del obispo. La Administración general se mostró, en principio, favorable, pero cambió de parecer ante la negativa del padre Victor Gaben, provincial de Francia Sur. A su modo de ver, la experiencia había demostrado suficientemente que un personal formado por Oblatos y por sacerdotes diocesanos carecía de unidad; por otra parte, la Provincia no podía proporcionar un personal completo, de diez padres al menos. Ante la insistencia del padre Hilaire Balmès, superior del seminario mayor, el padre Labouré decidió enviar a un superior y algunos padres.

Durante el año escolar 1939-1940, el castillo de Bacciochi, sede del seminario menor desde hacía algunos años, se requisó como lazareto y los alumnos fueron trasladados al seminario mayor, desocupado en parte por la movilización. El padre Maurice Bros, superior de la casa, pasó a ser también pro-superior del seminario menor. En 1940-1941, los alumnos volvieron al seminario menor y los Oblatos tomaron la dirección de la casa con un personal que, tras pocos años, ascendió a una decena de padres, con el padre Louis-Marie Simon como superior. Este personal dependía directamente de la Administración general.

El propio padre Théodore Labouré hizo la visita canónica en 1942. Alabó la disciplina paternal, ya constatada por el padre Blanc en 1927, así como la vida de estudio y piedad de los alumnos y la armonía entre los padres y los dos sacerdotes aún profesores. Destacaba el espíritu apostólico de los padres, encargados del servicio de las tres parroquias y de la obra de las vocaciones sacerdotales. Prometía finalmente el envío de otros dos padres.

En 1946, el personal pasó a la provincia de Francia Sur. Se nombró al padre Albert Schneider superior, en 1947, sustituido por los padres Henri del Halgouet en 1953, Pierre Mercier en 1956, Paul Pellegrin en 1959 y Jean-Pierre Eymard de 1963 a 1971-1972.

El número de alumnos ascendía, aproximadamente, a ochenta en 1947, pero disminuyó rápidamente. En su visita canónica de 1958, el padre Daniel Albers constataba que ya no había más que cuarenta y siete alumnos, que solamente eran cinco en las tres clases superiores. De los trescientos cincuenta alumnos que habían pasado por la casa desde 1940, solamente unos cuarenta habían llegado al sacerdocio, o se encontraban en el seminario. El padre Albers propuso enviar a los escasos alumnos mayores a Aix o a Montpellier, pero seguir ocupándose de los más jóvenes, ya que Córcega es un verdadero país de misión. Es lo que se hizo a partir del año escolar 1959-1960.

En 1965, la institución tomó el nombre de escuela privada Nuestra Señora y abrió sus puertas a todos los muchachos que deseaban recibir una educación cristiana más esmerada. El número de estudiantes subió inmediatamente a más del ciento treinta. Algunos Oblatos se ocupaban de la animación espiritual, mientras que la enseñanza se confiaba a los laicos. La escuela pasó a ser mixta en 1971, bajo el nombre de instituto San Pablo y los Oblatos dejaron de ser los responsables.

Las indecisiones de las autoridades de la provincia de Francia Sur respecto al seminario menor de Ajaccio, están en consonancia con la actitud de Mons. de Mazenod frente a esta clase de instituciones, actitud que el padre Alfred Yenveux, en su Commentaire des Saintes Règles (II, p. 32-33) resumía así: “Sin considerarlas como absolutamente opuestas al objetivo general de la Congregación, nuestro venerado Fundador la considera [los seminarios menores y los colegios] como obras extraordinarias, que sólo se deben aceptar cuando no es posible rechazarlas sin comprometer el éxito de las obras consubstanciales a los Oblatos; sin embargo los Oblatos deben dedicarse a ellas con celo, cuando el Superior general ha creído un deber aceptarlas.”

YVON BEAUDOIN, O.M.I.