Nacido en Trets (Bouches du Rhône), 14 de febrero,1800
Toma de hábito en Marseille, 28 de octubre, 1826
Ordenación sacerdotal en Marseille, 9 de junio, 1827
Oblación en Marseille, 1º de noviembre, 1827 (nº 29)
Fallecido en Trets, 27 de agosto, 1848.

Daniel Valentin André nació en Trets, diócesis de Aix, el 14 de febrero de 1800, hijo de Marguerite Armand y de Valentin André, maestro panadero. Entró al noviciado en Marseille, el 28 de octubre de 1826, al final de sus estudios en el seminario de Aix. Durante su noviciado Mons. Fortuné de Mazenod lo ordenó sacerdote, el 9 de junio de 1827. Daniel hizo a continuación su oblación en Marseille, el 1º de noviembre de 1827 y recibió su obediencia para la casa de Aix. Formó parte de esta comunidad hasta su muerte. Tenía su confesonario en la iglesia de la Misión. Fue, principalmente, capellán de las cárceles y ocasionalmente, en el cuartel y hospital.

Era muy conocido en Aix donde vivió varias aventuras. En la lucha por la libertad de enseñanza en 1828, los universitarios hicieron una manifestación contra los Jesuitas. Una noche, el padre André volvía de su servicio en el hospital cuando se encontró con un grupo de manifestantes que gritaron: “A la horca los misioneros, etc.” Dijo lo que vio y oyó al padre Bicheron que escribió un artículo en el diario conservador La Quotidienne. El prefecto de Bouches du Rhône escribió al padre de Mazenod para pedirle que diera al padre André otro destino. El Fundador probó que el relato del padre era fundamentado y que éste seguiría siendo capellán de la cárcel: “En mi código, escribe, el 21 de julio de 1828, es a los verdugos y no a las víctimas, a quienes debe castigarse.”

El padre André se dedicó incansablemente a los enfermos en la epidemia de cólera en julio-agosto de 1835. Al año siguiente, el Gobierno lo recompensó con una medalla de honor.

En 1836, parece ser que un condenado a muerte le declaró un día que se confesaría si no tuviera los grillos. Los encargados estuvieron de acuerdo con esta situación. Apenas el padre estuvo solo con el preso, éste se lanzó sobre él y lo derribó. Su rodilla oprimía el pecho del misionero y hacía presión sobre su cruz. La intervención rápida de los encargados lo liberó, pero el capellán escupió sangre y no volvió a reponerse completamente nunca más del choque psicológico sufrido.

A continuación, permanece meses enteros con su familia. El 16 de enero de 1837, el padre Courtès invita a Mons. de Mazenod “a poner a prueba la obediencia del padre André para terminar con esta manera extraña de vivir, es decir, si no volvía a la comunidad, sería necesario expulsarlo”. El padre André no regresó a Aix hasta entrada la primavera. El Fundador escribe en su diario, el 29 de mayo de 1837: El padre André “me garantizó que casi había muerto durante el invierno, a causa de una enfermedad muy extraña que exigía cuidados muy especiales…”. Pasó aún el invierno 1837-1838 en Trets. Regresa a Aix durante el verano. Es lo que hará los años siguientes. Predica algunas misiones y sigue siendo capellán. El 15 de enero de 1844, Mons. de Mazenod escribió al padre Courtès “para ponerlo al corriente que dos veces el padre André ha sido nombrado con honor en el informe del señor Prefecto, Privilegio de distinción que sólo a el se ha concedido.”

En 1845, el Fundador habla aún del estado enfermizo del padre André. Se prolongan cada vez más sus estancias con su familia y allí muere el 27 de agosto de 1848, después de haber recibido el sacramento de los enfermos, de mano de uno de sus colegas de Aix.

YVON BEAUDOIN, O.M.I.