Nacido en Digne, (Alpes-de-Haute-Provence), 3 de febrero, 1814
Toma de hábito en Billens, Suiza, 1º de noviembre, 1830
Oblación en Billens, 1º de noviembre, 1831 (nº 47)
Ordenación sacerdotal en Marseille, 25 de diciembre, 1836
Fallecido en París, 25 de marzo, 1890.

Joseph Pierre Blaise, nacido en Digne, Francia, el 3 de febrero de 1814, hijo de Jean Joseph Louis Pierre Aubert, comerciante y de Laure Modeste Castellan, entró al noviciado de los Oblatos en Billens, Suiza, el 1º de noviembre de 1830, hizo profesión perpetua el 1º de noviembre de 1831 y fue ordenado sacerdote en Marseille, Francia, el 25 de diciembre de 1836, por Mons. Carlos José Eugenio de Mazenod, obispo coadjutor de Marseille y fundador de los Oblatos. Predicador en Aix-en-Provence, a partir de 1834, el padre Aubert se convirtió en director del juniorado en N.-D. de Lumières, en Goult, Vaucluse, en 1840 y conservó este puesto hasta 1844.

El mismo año, a sugerencia del padre Joseph Bruno Guigues, quién acababa de ser nombrado superior de los Oblatos en Canadá, se envió al padre Aubert con este último. Se dedicó a la predicación, con residencia en Longueuil, en el Bajo Canadá, hasta 1845. En ese momento, Mons. Joseph Norbert Provencher, obispo de la colonia de la Rivière-Rouge (Manitoba), quién necesitaba sacerdotes para desarrollar las obras de su diócesis, se dirigió al padre Guigues para obtener la ayuda de los Oblatos. Ante las vacilaciones de este último, debido a la escasez de sacerdotes, Mons. de Mazenod nombró al padre Aubert superior y fundador de la primera misión oblata de la Rivière-Rouge, en Saint-Boniface. Pasaba a ser así, con el padre Alexandre-Antonin Taché, quién debía acompañarlo, uno de los dos primeros Oblatos enviados al Oeste.

Partiendo de Lachine el 25 de junio de 1845, los misioneros llegaron a Saint-Boniface el 25 de agosto. Se nombró al padre Aubert, por entonces párroco de la catedral de Saint-Boniface y vicario general, puestos que conservaría durante cinco años. Se puso inmediatamente a estudiar la lengua aborigen (sauteuse), bajo la dirección del padre George Antoine Bellecourt, luego residió en 1846 en Wabassimong (Whitedog, Ontario), donde volverá el año siguiente. Constató que los aborígenes Sauteux eran de una ignorancia absoluta y poco dispuestos a oír hablar de religión y a ver sacerdotes. Según la opinión de Mons. Provencher hubiera sido más provechoso “menos labranza y un poco más de catecismo”. Se abandonó pronto la misión. El padre Aubert estuvo también en el lago La Pluie (Ontario) en 1847, pero allí tampoco conoció muchos éxitos.

Parece que Mons. Provencher, quién lo encontraba de un excelente carácter y lo consultaba sobre los problemas importantes, como el nombramiento de Louis-Francois Laflèche como obispo coadjutor de la Rivière-Rouge, haya pensado en Aubert como su sucesor. Debido a la oposición de la Compañía de Hudson Bay, no obstante, era imposible pensar en “extranjeros como obispos”.

El padre Aubert dejó el Oeste en 1850 y, hasta 1857, residió en el obispado de Bytown (Ottawa), donde fue vicario general de 1851 a 1856, superior de la casa del obispado de 1854 a 1857 y capellán de las Hermanas Grises de la Cruz (hoy llamadas Hermanas de la Caridad de Ottawa) desde 1855 a 1857. Fue con este último título que trabajó en la construcción de la comunidad. Nombrado superior de la casa Saint-Pierre-Apôtre de Montreal en 1857, el padre Aubert actúa en calidad de teólogo de Mons. Ignace Bourget, obispo de Montréal, en el tercer concilio provincial celebrado en Québec, en 1863. Con el estímulo del obispo, fue uno de los primeros colaboradores de la Revue Canadienne en la cual publicó, en 1864, un ensayo sobre el racionalismo. Enfermo, regresó a Francia en 1865 y fue nombrado superior del santuario de N.-D. de Lumières. Elegido asistente del Superior general, dos años más tarde, permaneció en París hasta su muerte. Como asistente, el padre Aubert fue un consejero prudente e intermediario entre el Superior general y las autoridades canadienses. Ninguna decisión importante se tomaba sin que fuera consultado. Se interesó, especialmente, por las obras de los Oblatos en el Canadá y también por el asunto de los soldados zuavos pontificios. En 1870, el padre Aubert acompañó a Mons. Guigues al concilio Vaticano I como teólogo.

Murió en París, el 25 de marzo de 1890.

GASTÓN CARRIÈRE, O.M.I.