Nacimiento en Égletons (Corrèze), 23 de mayo, 1823
Toma de hábito en Notre-Dame de l’Osier, 12 de febrero, 1848
Oblación en Marsella, 17 de febrero, 1849 (nº 240)
Ordenación sacerdotal en Inglaterra, 30 de marzo, 1850
Muerte en Limoges, 13 de febrero, 1858.

José Bargy nació en Égletons, diócesis de Tulle, el 23 de mayo de 1823. Entró al noviciado en Notre-Dame de l’Osier, el 12 de febrero de 1848 e hizo su oblación en Marsella, el 17 de febrero de 1849. En el consejo general, el 7 de febrero de 1849, se le admitió a la profesión con algunas dificultades que el secretario general explica en el acta de la sesión: “Su carácter rudo lo vuelve poco sociable, sus maneras bruscas y un poco salvajes, su espíritu terco y su voluntad bastante poco flexible fueron otros tantos motivos que llamaron la atención de los distintos miembros del consejo, a tal punto que esto fue motivo de indecisión y dudas […] No obstante, como el padre Mounier declaró que los progresos del hermano Bargy, desde que estaba en el seminario mayor de Marsella, han sido notables y muy reconfortantes, y que su voluntad, por obstinada que fuera, se sometía constantemente a la autoridad, a la Regla y a la obediencia […], el consejo, que por otra parte sabía que no faltaban talentos a este hermano […] se atuvo a la opinión del padre Mounier y terminó por aprobarlo.”

José Bargy que había hecho algunos años de teología antes de entrar a la Congregación pasó, según parece, el año escolar 1848-1849 en Marsella, y luego el de 1849-1850 en Maryvale en Inglaterra, donde se ordenó sacerdote el 30 de marzo de 1850. Debió volver a Francia en 1851 por razones de salud y pasó dos años en Notre-Dame de Bon Secours. En 1853, recibe la primera obediencia para Limoges y, en julio, la segunda para Inglaterra. El Fundador escribe al padre Bellon, el 20 de agosto: “Obedece sin duda, pero es difícil que este destino le agrade. Debí insistir por la razón de que habla inglés, lo que ya es una enorme ventaja.” Permanece poco tiempo allí pero, escribe el padre Casimiro Aubert, “se ganó el aprecio y la confianza de los católicos y de los propios protestantes, por su celo templado por la suavidad y por una sabia reserva.” En 1855, es misionero en Limoges y allí muere, el 13 de febrero de 1858, de fiebre tifoidea contraída durante una misión.

YVON BEAUDOIN, O.M.I.