Nacimiento en Josselin (Morbihan), 13 de enero, 1835
Toma de hábito en N.-D. de l’Osier, 31 de octubre, 1853
Oblación en N.-D. de l’Osier, 1° de noviembre, 1854 (n° 375)
Muerte en Montolivet (Marsella), 19 de enero, 1856.

Francisco María Camper nació el 13 de enero de 1835 en Josselin, diócesis de Vannes. Sus estudios primarios los hizo con los Hermanos de las Escuelas cristianas en Morlaix y en el colegio de Lannion, luego los secundarios en el seminario menor de Saint-Pol-de-Léon. Después de un año de filosofía y un año de teología en el seminario mayor de Quimper, comenzó su noviciado en Notre-Dame de l’Osier, el 31 de octubre de 1853. Expuso los motivos de su elección: “He preferido, escribe, la pequeña Congregación de los Oblatos de María Inmaculada a todas las otras, 1° Porque, en cuanto me sentí llamado al estado religioso, es decir cuando cursaba el cuarto año, deseé vivamente pertenecer a una congregación consagrada a la Santísima Virgen […], 2° Porque supe que los miembros de la Congregación de los Oblatos sentían por esta tierna madre una confianza de hijos y una devoción profunda; 3° Porque en dicha Congregación encontraba reunidos dos objetos de mis deseos, el estado religioso y las misiones extranjeras; 4° Finalmente porque, después de haberme conocido bastante, mi director me creyó llamado por Dios a formar parte de esta congregación…”

El novicio Camper hizo su oblación el 1° de noviembre de 1854. En el consejo general, el 22 de octubre, se le había admitido a la profesión, al mismo tiempo que a su amigo José Lestanc. El secretario general escribió en el acta de la sesión: “Buenos jóvenes en lo relacionado con la piedad, la adhesión a su vocación y con un carácter amable; el hermano Camper posee, además, un talento poco común”.

Continuó el estudio de teología en Montolivet. Poco después de su llegada, el padre Mouchette, encargado de los escolásticos, escribe en sus informes: Camper, “salud débil, fácilmente perturbada, sólo esto le falta. Es un santo, sólida virtud, piedad sensible, caridad perfecta, sumisión total, todo esto dentro de una gran serenidad y una sencillez que lo hace no distinguirse en nada entre sus hermanos. Es un modelo para la comunidad. Desea las misiones extranjeras…”

En el escolasticado como en el noviciado, practicó todas las virtudes y dio ejemplo de mucha regularidad y piedad. A fines de septiembre de 1855, debió guardar cama a causa de un reumatismo articular; algún tiempo después, una expectoración de sangre demostró que sufría de tuberculosis pulmonar. La enfermedad progresó rápidamente y el escolástico murió santamente, el 19 de enero de 1856, a la edad de 21 años y 6 meses. El padre Mouchette escribió entonces: “Sus virtudes que tanto admiramos no lo abandonaron ni por un instante, hasta el último suspiro. Nos ha edificado con su piedad, su amor a Dios, su paciencia inalterable”.

Mons. de Mazenod celebró pontificalmente la misa de funeral, en la capilla del escolasticado de Montolivet. Los restos de Francisco María Camper reposan en la capilla funeraria de los Oblatos en el cementerio de Aix.

YVON BEAUDOIN, O.M.I.