El padre de Mazenod vuelve a Aix a comienzos de noviembre de 1812. Después de unos meses de recogimiento y de estudio, predica en provenzal en la iglesia de la Magdalena todos los domingos de la cuaresma de 1813, hasta el 11 de abril. El 25 de abril, primer domingo después de Pascua, lanza las bases de la congregación de la juventud cristiana con siete jóvenes, entre ellos Santiago Marcou que será Misionero de Provenza.

Poco después de su vuelta del exilio, en 1802, Eugenio ya había comprobado que la juventud crecía sin educación cristiana en las escuelas y en los colegios sometidos al monopolio universitario, donde la acción del clero oficialmente admitida para el catecismo y el culto, chocaba con la indiferencia e incluso la hostilidad. Animado por el éxito de su cuaresma realizada con el bajo pueblo y con los pobres, decide “trabajar” también con la juventud. Esta iniciativa no carece de peligros. Napoleón había prohibido desde 1809, toda forma de agrupación religiosa. Congregaciones de jóvenes como la del padre Allemand, en Marsella, fueron disueltas.

La congregación, primero llamada asociación, se desarrolla a un ritmo rápido y regular: alrededor de 25 miembros a fines del año 1813, unos sesenta en 1814, 120 en 1815, 200 en 1816 y alrededor de 300 a fines de 1817. Luego comenzó a disminuir poco a poco, a raíz de la fundación de los Misioneros de Provenza y las numerosas ocupaciones del Fundador.

El padre de Mazenod acepta jóvenes a partir de 10–12 años y de todas las clases sociales. Para evitar las sospechas de la policía, la asociación se camufla, en primer lugar, bajo las apariencias de un simple círculo recreativo juvenil y cambia a menudo los lugares de reunión. Éstas se tendrán en la iglesia de la Misión después de la compra del antiguo convento de las Carmelitas, a fines de 1815. Misioneros, postulantes y novicios se encuentran con los jóvenes en la misma casa, sobre todo los jueves y los domingos. Esto explica por qué una veintena de miembros de la congregación han sido postulantes o novicios de los Misioneros de Provenza.

A partir de 1813, el padre de Mazenod redacta un reglamento que “abarca todos los deberes que los miembros de la congregación deben cumplir, ya como cristianos ya como congregantes, y les proporciona los medios para mantenerse en la piedad, estudiar como se debe, en una palabra, procurar su salvación, en medio de los peligros que los rodean por todas partes.” Este reglamento se completa poco a poco y, en 1816, aparecen los estatutos que comprenden 544 artículos. La congregación de la juventud fue una especie de banco de pruebas del futuro instituto de los Misioneros de Provenza. En los estatutos, en la exposición de los ejercicios de piedad, las ceremonias de aceptación o las expulsiones, la narración del dolor del director con ocasión de la muerte de congregantes, etc., se observan rasgos de la futura congregación de los misioneros, al igual que temas comunes, tales como: imitación de Nuestro Señor y de los primeros cristianos, sangre del Salvador, devoción a la Santísima Virgen, oficio divino, etc.

Después de la partida del padre de Mazenod para Marsella en 1823, la congregación de la juventud decayó y desapareció hacia 1840.

YVON BEAUDOIN, O.M.I.