Nació en San Remo (Italia) el 12 de mayo de 1814
Tomó el hábito en Notre-Dame du Laus el 1 de noviembre de 1832
Profesó en Marsella el 1 de noviembre de 1833 (nº 55)
Fue ordenado en Marsella el 24 de junio de 1838
Murió en Diano Marina el 29 de setiembre de 1892

Juan José De Veronico nació el 12 de mayo de 1814 en San Remo, diócesis de Ventimiglia, en Italia. Después de los estudios literarios en el colegio de los jesuitas de esa ciudad, comenzó el noviciado en Notre-Dame du Laus el 1 de noviembre de 1832. Tras la oblación en Marsella el 1 de noviembre de 1833, estudió filosofía y teología en el seminario mayor de Marsella hasta su ordenación por Mons. Eugenio de Mazenod el 24 de junio de 1838.

Recibe entonces la primera obediencia para Aix donde solo queda unos dos años. Como sucede con otros jóvenes sacerdotes, sus primeros años de vida religiosa y de ministerio no transcurren sin problemas. En primer lugar parece que solo participa entonces en una misión, la de Istres, dada por los padres de Aix en setiembre de 1838. El 6 de abril de 1840 escribe el Fundador al padre Courtès:: “No puedo concebir la timidez del padre De Veronico que por supuesto debería hacerse un poco más de violencia”. En realidad, este padre sufre de un tartamudeo que le impide incluso hacer la oración de la tarde en la iglesia de la Misión (Diario de Mazenod, 24-12-1839).

En diciembre de 1838, durante las últimas semanas de vida del hermano Luis Morandini (+ 27 de diciembre), el padre De Veronico “fue para él como una madre” (Diario de Mazenod, 29 de diciembre). Pero el padre Courtès parece más bien descontento de la poca regularidad de este padre, a quien a principios de 1840 el Fundador manda a Vico con el padre Semeria con la esperanza de que allí “adquiera más aplomo, se haga más regular y se forme una conciencia más exacta…” Su esperanza no quedó frustrada. El 19 de noviembre de 1840 escribe al padre Semeria: “En especial, usted ha quedado muy contento de las disposiciones del padre De Veronico ¡qué alegría me da usted! Es verdad, entonces, que el mal no era sin remedio y que bastó a ese padre salir del ambiente de Aix para levantar cabeza y marchar al mismo paso que los más fervorosos de sus hermanos. Dígale la satisfacción que siento”. Lo mismo se comprueba el 8 de enero de 1841: “Que De Veronico no vuelva a hablarme de los pesares que pudo ocasionarme. Su buena conducta y sus buenos sentimientos me hacen olvidar mis penas pasadas, que por lo demás solo le mostrarán mejor el afecto que sentía hacia él…”

El padre De Veronico pasará la mayor parte de su vida en Vico. Toma parte en algunas misiones en 1840-1841, en especial en las de Vico, Sari y San Bonifacio, pero sin predicar a causa de su defecto de lengua. Oye confesiones y se ocupa del canto. El autor de su nota necrológica escribe: “Tenía una voz dulce y potente y formaba fácilmente coros de cantores y cantoras que contribuían no poco a dar relieve a los diversos ejercicios de la misión. Sabía además granjearse las simpatías de todos por la amabilidad de sus modales; pues, aunque no podía evitar el tartamudeo predicando, raras veces tartamudeaba en conversación o en el confesionario. Tenía incluso en la conversación salidas que le hacían aparecer como un hombre de espíritu. Con todo, las misiones no fueron su ocupación principal. Muy pronto se encargó de la pequeña parroquia de Nesa, a cuyo servicio consagró todo su celo. A pesar de su defecto de lengua, sus predicaciones gustaban a sus feligreses, pues compensaba tan bien esa imperfección con los servicios que les prestaba y con sus amables modales, que la gente no se cansaba de escucharle con simpatía. La compensaba igualmente con las diversas aptitudes de que la naturaleza le había dotado”.

En efecto, el padre De Veronico, será casi siempre párroco de Nesa, no lejos de Vico. Mantiene buenas relaciones con los párrocos vecinos. Tiene muchos talentos en escultura, pintura y dibujo. Él traza los planos de las iglesias de Nesa, Balogna y Nurzo.

El padre deja Vico y su parroquia de Nesa en 1853 para ocuparse de la obra de los italianos en Marsella, y, de 1858 a 1863, para ayudar al padre Courtès en Aix. De regreso en Vico, vuelve a tomar las funciones de párroco de Nesa y hace construir la nueva iglesia. Es también superior del convento de Vico de 1867 a 1875. Entonces también se apasiona por la homeopatía. Se le reconoce tal competencia que acuden a consultarle de Vico, de Nesa y de los pueblos circundantes.

En 1886, se busca un padre de lengua italiana para estar al frente del juniorado de Diano Marina, abierto tras las expulsiones de los Oblatos de Francia en 1880. El padre De Veronico es nombrado superior. Queda allí menos de un año, es decir, hasta la destrucción de la casa por el terremoto del 23 de febrero de 1887. Entonces cae enfermo. Su hermano y su hermana piden cuidarlo ellos en san Remo. El provincial se rinde a sus deseos. El mal progresa y el padre muere a la edad de 78 años, el 29 de setiembre de 1892, tras recibir la unción de los enfermos.

YVON BEAUDOIN, O.M.I.