Everingham es una aldea al este de Yorkshire, Inglaterra. Es pequeña y se ubica en una hermosa vista boscosa, a ocho kilómetros al oeste de Market Weighton y a la misma distancia al sur de Pocklington.

Guillermo Constable Maxwell, Esq. construyó en 1839, en su propiedad en Everingham Park, adyacente a la mansión Georgiana de ladrillo rojo, una iglesia católica dedicada a Nuestra Señora y Sta. Everilda, una santa del siglo VII.

Mientras visitaba a su amigo Ambrosio Phillipps de Lisle en Grace Dieu, Leicestershire, Maxwell constató el fructífero apostolado de los Oblatos en la campiña circundante. Su capellán se había retirado debido a mala salud y Maxwell pidió a los Oblatos atender la misión de Everingham y la capilla de su casa. El Consejo General dio su autorización en noviembre de 1847. Este ofrecimiento fue agradecido como solución a la difícil situación creada en la debacle de Penzance. “¿Cómo sería posible olvidar que el Sr. Maxwell fue nuestro recurso cuando quedamos sin albergue…?” escribió el Fundador en julio de 1853 al Padre Bellon. Se transfirió al lugar a los Padres Federico Perron, Samuel Walsh y Pedro  Grey, junto con el Hno. Ferdinando Vernet. Vivían separados de la casa principal en una residencia conocida como ‘el Priorato’, en la orilla de la propiedad. En una carta que el Obispo Jolivet escribió en ocasión del fallecimiento el P. Cooke, leemos: “La casa había sido bellamente amoblada por el generoso señor… Fue demasiado para el amor del P. Cooke por la pobreza. Pronto se retiraron los tapetes, sillones y adornos del interior, y cuando entré,  la casa mostraba el aspecto adusto de la pobreza religiosa.” Fungió como noviciado por un corto periodo en 1848. El Fundador se alojó ahí en 1850, durante su visita a Inglaterra, llegando el 29 de junio. En agosto de 1851, el Padre Casimiro estaba considerando hacerla su base.

Los Oblatos servían a casi 800 católicos que vivían en el vecindario inmediato y a muchas familias dispersas en el campo. El P. Perron se entregó con entusiasmo al trabajo y fue bien recibido por los cristianos de todas las denominaciones. Al morir trágicamente de tifo en Everingham el 22 de febrero de 1848, le sucedió el P. Roberto Cooke y al poco tiempo se le unieron los miembros restantes de la comunidad de Grace Dieu. El Obispo Juan Briggs  invitó a los Oblatos a realizar su apostolado en un área más extensa. El Sr. Maxwell puso un carruaje a su disposición y los Padres pudieron visitar Beverley, Pocklington y en especial Howden, donde solo había cerca de una docena de familias católicas. El P. Cooke inició un sistema de predicación al aire libre y de visita casa por casa. El número de creyentes aumentó rápidamente y pudo construir una iglesia gótica para el Sagrado Corazón de Jesús, que fue consagrada en la festividad de 1851, con el Obispo Ullathorne como predicador del sermón inaugural.

Las nuevas misiones en Liverpool y Leeds incrementaron la necesidad de personal. En una carta al Padre Tempier del 27 de mayo de 1851, el Fundador escribió: “Dudaría en renunciar a la misión de Howden, pues es más fácil trabajar desde la comunidad en Everingham y fuimos quienes formamos esta comunidad cristiana. El Obispo de York no lo aceptaría fácilmente. No cuenta con sacerdotes para enviar y la misión no es tan populosa para cubrir las necesidades del sacerdote que llegara.” Y de nuevo en julio del mismo año, escribe al Padre Casimiro Aubert; “Reconozco que detestaría renunciar a la misión en  Howden, fruto del trabajo del P. Cooke y los Oblatos. ¿No podría atenderse esta pequeña misión desde la pequeña comunidad de Everingham, no tienen un carruaje y un caballo que faciliten los viajes?” Parece que el Hno. Vernet adoptó esta solución y recuerda: “Cada domingo llevaba a uno de los Padres a Howden, donde pasaba la noche. Cada domingo, después de las Vísperas en Everingham, llevaba al Padre Cooke a Howden, donde predicaba las Vísperas a las 7 y el Padre que había celebrado Misa en Howden volvía conmigo a Everingham.”

El Obispo Jolivet también comenta acerca de la misión en Howden: “Pronto los nuevos conversos superaron el número de los antiguos católicos, aunque también demostraron ser más de lo que se anticipó y presencié una situación muy parecida a la descrita en los Actos de los Apóstoles, al llevar a la ordenación de siete diáconos. Muchos de los convertidos murmuraron, pues imaginaban que los antiguos miembros de la iglesia tenían poco respeto por ellos. El Padre Cooke, calmó la disputa con gran prudencia y caridad, pues en algún momento amenazó con dividir en dos a la congregación recién formada”.

Sin embargo, la misión en Everingham, rica en asociaciones Oblatas en las que tantos Padres franceses tuvieron un primer contacto con la misión en Inglaterra, pronto debió ser abandonada. Enfrentando necesidades urgentes de personal en las nuevas misiones urbanas, en 1853 el Consejo Provincial decidió salir de Everingham, aunque pospuso la salida hasta mayo de 1855, por respeto al generoso benefactor que les había mostrado amistad cuando otros les habían negado cualquier recurso. El Fundador estuvo de visita en el lugar durante su segundo viaje a Inglaterra en 1857.

Además de los nombres mencionados de quienes trabajaron ahí, están los Padres Egan y Arnoux.

Vicente Denny y Miguel Hughes, O.M.I.