Nacimiento en Aigentré (Mayenne), Abril 30, 1841
Toma de hábito en N.-D. de l’Osier, Noviembre 25, 1851
Oblación en Marsella, Diciembre 8, 1852 (No.336)
Ordenación sacerdotal en Marsella, Junio 25, 1854
Muerte en Mission City, British Columbia, Marzo 9, 1912.

 

León Fouquet fue el quinto hijo de Juan Fouquet. Después de la muerte de dos hijos y su primera esposa, Perrine Tribondeau,  Juan se casó con Renée Louise Talluau, procreando a León, otro hijo y una hija. Ambos padres de León no tenían estudios y eran pastores, lo que sin duda fue un factor de su empatía por los pobres.

Gracias a la ayuda financiera de un tutor privado, el futuro misionero recibió una buena educación en el Royal College de Laval, el seminario menor de Précigné, y el seminario mayor de Marsella. Después de su ordenación fue asignado a enseñar teología en el seminario mayor de Ajaccio, Córcega y el escolasticado en Montolivet, cerca de Marsella, labor que realizó obedientemente por los siguientes cinco años, aunque estaba decepcionado de que su ilusión de ir a las misiones había sido frustrada. Sin embargo, sus años en el salón de clase causarían un impacto duradero en su carrera misionera posterior. Eventualmente el P. Fouquet consiguió su deseo y fue asignado al Vicariato de Oregon, llegando a la colonia de la isla de Vancouver el 12 de diciembre de 1859. Trabajaría en ese lugar y otras partes de British Columbia y Alberta, por los siguientes cincuenta y tres años, como uno de los misioneros Oblatos más capaces y único de esa época.

La primera asignación del Padre Fouquet como misionero fue a Esquimalt, en la isla de  Vancouver, donde aprendió lo básico de los idiomas y cultura de los nativos y emprendió largos viajes. También trabajó con los indios de la costa y con los marineros y habitantes de la isla.

Después de su inicio, el Oblato pasó los siguientes siete años en New Westminster y su área vecina, una fase de mucha actividad en su carrera. Los puntos sobresalientes de ese periodo incluyen la fundación de nuevas misiones (New Westminster, Mission, y North Vancouver), apoyo a importantes tareas administrativas, viajar miles de kilómetros explorando nuevos territorios, organizar encuentros masivos de nativos y atender exigentes tareas de servir en una sociedad complicada, enfocada a la búsqueda de oro. Más aun, al final de ese lapso, la relación del Padre Fouquet con el Obispo Oblato Luis D’Herbomez se había deteriorado, en parte por la insistencia del Padre en principios jurídicos y antagonismo. Para entonces su salud también se veía afectada por las difíciles condiciones del ministerio. En 1867 el Padre Fouquet fue transferido a la misión St. Michael en Fort Rupert y la isla Harbledown, donde los Oblatos habían trabajado por cuatro años con poco éxito. El esfuerzo del misionero tampoco rindió fruto en cambiar las costumbres nativas, en detener el alcoholismo o en contrarrestar la influencia de misioneros protestantes. Finalmente, a pesar de las objeciones del P. Fouquet, la misión fue abandonada en 1874 y fue enviado a  Kootenays, donde trabajaría los siguientes trece años.

Antes de la llegada del P. Fouquet, la misión en Kootenay, que llamó St. Eugene, había sido atendida por los Jesuitas provenientes de Montana e Idaho. Ellos habían bautizado a la mayoría de los indígenas, pero no habían construido iglesias, por lo que el Padre Fouquet dedicó gran parte de su tiempo a establecer la misión, requiriendo un gran esfuerzo físico y espiritual, al igual que viajar mucho. Su esfuerzo se vio obstaculizado por una constante falta de fondos, enfermedades crónicas, conflicto con sus compañeros y superiores, oposición de dignatarios locales y la resistencia y movilidad de los indios1. El P. Fouquet construyó en St. Eugene una granja y molino, luchó por establecer una escuela, hizo buenas relaciones con los indios y ayudó en la solución del problema del territorio indio. Sin embargo, al final de su mandato, su salud estaba muy afectada y le recomendaron descansar varios meses.

Enviado a New Westminster para recuperarse, el Padre Fouquet enseñó teología a los escolásticos (como lo había hecho en Fort Rupert) y realizó algo de ministerio por el siguiente año. Previendo que el Obispo Oblato Pablo Durieu pronto reemplazaría al Obispo Luis D’Herbomez, que agonizaba, solicitó ser transferido del Vicariato de British Columbia, dando como motivo diferencias irreconciliables con Durieu. El Padre José Fabre, Superior General entonces, accedió, asignándolo al Vicariato de St. Albert en el otoño de 1888.

El P. Fouquet permaneció ahí por once años, trabajando en St. Albert, Edmonton y Calgary, con tanta energía como su salud le permitía. A la muerte del Obispo Durieu en 1899, el Obispo Agustín Dontenwill llamó al P. Fouquet de vuelta a British Columbia. Regresando a la misión St. Mary sobre el río Fraser, que él había fundado, el P. Fouquet vivió sus últimos años en semi-retiro, hasta su muerte en 1912.

Aunque a menudo era una persona difícil y problemática, el P. Fouquet fue un excelente misionero. Profundamente dedicado a la Congregación y a los pueblos indios, su trabajo fue de gran servicio a la Iglesia.

Tomás A. Lascelles, o.m.i.