Nació en Favières (Meurthe-et-Moselle) el 28 de julio de 1827
Tomó el hábito en N.-D. de l’Osier el 20 de setiembre de 1849
Profesó en N,-D. de l’Osier el 21 de setiembre de 1850 (nº 281)
Fue ordenado sacerdote en Marsella el 5 de junio de 1853
Murió en N.-D. de Talence el 19 de diciembre de 1860.

Víctor Genin nació en Favières, diócesis de Nancy, el 28 de julio de 1827. Entrado en el noviciado de Notre-Dame de l’Osier el 20 de setiembre de 1849, hizo allí la oblación el 21 de setiembre de 1850. Se le había admitido a la profesión en el consejo general el 4 de setiembre anterior. El secretario general escribe sobre él: “Tiene un año de teología. Es de una virtud más que ordinaria, de un juicio recto, de talentos suficientes; se le dará bastante bien la predicación”.

Tras tres años de teología en el seminario mayor de Marsella, es ordenado sacerdote por Mons. de Mazenod el 5 de junio de 1853 y sigue luego en Marsella como alumno del “gran curso” que se proponía preparar mejor a los padres para la predicación. En julio de 1854 recibe la obediencia para Notre-Dame de l’Osier, para reemplazar al padre Fayette en el cargo de procurador y ecónomo.

El 30 de diciembre de 1856, en el consejo general es designado para las misiones de San Bonifacio. Pero el 13 de mayo de 1857 el Fundador anuncia al padre Maisonneuve que el padre Genin ha caído enfermo de forma que teme que no pueda partir con Mons. Taché.

Según cartas del padre Martin, el padre Denin se halla en Notre-Dame de Talence en 1858. Allí muere el 19 de diciembre de 1860. El 22 de diciembre escribe Mons. de Mazenod en su Diario: “Triste noticia de la muerte de nuestro padre Genin. El superior de Talence [padre Merlin], que me había prevenido en una carta anterior acerca de su estado desesperado, me anuncia hoy su santa muerte. Todos sus compañeros presentes cuando renovó los votos no pudieron contener las lágrimas cuando le oyeron alegrarse de morir en el seno de la Congregación y de renovar los votos de algún modo en mi presencia ante mi retrato que tenía junto a la cama. Ha sido heroico en su paciencia y mansedumbre en medio de los crueles dolores que experimentó los quince últimos días de su vida”.

YVON BEAUDOIN, O.M.I.