Nació en Grand-Serre (Drôme) el 25 de diciembre de 1806
Fue ordenado sacerdote en Valence el 17 de diciembre de 1833
Tomó el hábito en N.-D. de l’Osier el 24 de enero de 1845
Profesó en N.-D. de l’Osier el 25 de enero de 1846 (nº 154)
Murió en Marsella el 15 de setiembre de 1882.

Juan Luis Genthon nació en Grand-Serre, diócesis de Valence, el 25 de diciembre de 1806. Ordenado sacerdote el 17 de diciembre de 1833, fue al principio vicario y párroco en algunas parroquias de esa diócesis. Empezó el noviciado el 24 de enero de 1845 en Notre-Dame de l’Osier e hizo allí la oblación el 25 de enero de 1846. El consejo general le había admitido a la profesión el 15 de diciembre anterior. En el acta de la sesión leemos acerca de él: “Sacerdote que ha ejercido el ministerio en las parroquias durante unos diez años, ha gozado siempre de la estima de sus superiores y de sus colegas […] Durante el curso de su noviciado, ha edificado siempre por su puntualidad en los ejercicios y por la perfección de su obediencia…”

De pocos Oblatos se ha hablado menos. Su nombre no aparece más que cuatro veces en la correspondencia del Fundador y de los Oblatos hasta 1861, y tres veces en el Registro de los consejos generales. Sin embargo, este padre tuvo una vida muy llena y muy meritoria en dos casas oblatas: Notre-Dame de l’Osier de 1846 a 1852, donde fue responsable de la parroquia, y el Calvario de Marsella, de 1852 hasta su muerte, donde fue uno de los que prestaban servicio en la capilla. Se entregó sin cesar, actuando en tres actividades diferentes: en el confesionario, frecuentado por muchos fieles y sacerdotes de Marsella, en la visita a los enfermos y en la obra de la biblioteca popular con la que él dotó a la iglesia del Calvario. Fue consejero de la provincia del Norte en 1851-1852 y ecónomo provincial del Sur durante unos años a partir de 1856.

Cuando las expulsiones de los religiosos en 1880, el padre Genthon quedó como guardián de la casa del Calvario. El 18 de diciembre de 1881 muchos sacerdotes le acompañaron en la ocasión de sus bodas de oro sacerdotales celebradas en la capilla de los italianos. El padre C. Augier relató esa fiesta en Missions de 1882 (p. 88-94). Escribe entre otras cosas: “Tras la fiesta religiosa y pública, la fiesta íntima en el seno de la familia. Uno de nuestros amigos había tenido a bien ofrecer su mesa al Rev. Padre Genthon y agrupar en torno de ál al mayor número posible de sus hermanos dispersados en la ciudad por la tempestad que se llema la expulsión. Llegada la hora de la cita, todos estaban presentes menos uno solo: faltaba el héroe mismo de la fiesta. Se le busca en todos los rincones de la casa; se le llama; todo en vano. ¿Dónde estaba? En su confesonario. No se curan las viejas costumbres”.

Quedando él solo con el padre Martin en el Calvario, su salud declina rápidamente y muere el 15 de setiembre de 1882. “Llevaba consigo, dice su nota necrológica, para depositarlos a los pies de su Dios y de su juez, los méritos acumulados durante una vida de 76 años, repleta de humildad, de celo y de caridad”.

YVON BEAUDOIN, O.M.I.