Joaquín Juan Isoard nació en Aix-en-Provence el 23 de octubre de 1766. Estudió en el seminario mayor en Aix con el futuro Cardenal Fesch, quien lo hizo su secretario al ser nombrado Arzobispo de Lyon, en 1802. El Cardenal lo llevó a Roma al hacerse Embajador de Francia y en 1803, hizo que lo nombraran auditor de la Rota para Francia. Fue Doyen de la Rota en 1824. En 1825 fue ordenado sacerdote y en 1827 el Papa León XII lo nombró Cardenal. Carlos X lo declaró Arzobispo de Auch el 20 de julio de 1828 y fue declarado Arzobispo de Lyon por Luis Felipe, el 13 de junio de 1829. El Papa no pudo confirmar el último nombramiento, pues el Cardenal falleció en París el 7 de octubre de ese año.

Eugenio de Mazenod conoció a Javier Isoard en París. El 31 de marzo de 1809 escribió a su madre diciendo que iría a cenar a casa de la Sra. Portalis, hermana del ex-Ministro. “Conoceré a Monseñor Isoard, auditor de la Rota, un joven muy devoto y con mucho talento, a quien me dará gusto conocer”.

Estando en Roma en 1826, el Padre de Mazenod estuvo en casa de Monseñor Isoard casi a diario y a menudo cenaba con él, excepto en Cuaresma. Monseñor Isoard participó en ceremonias papales como portador de la mitra. El Padre de Mazenod estuvo con él a menudo, en especial en diciembre para la Beatificación de Angelo d’Acri, al cierre de la Puerta Santa el 24 de diciembre de 1825, en la Misa en la Capilla Sistina el 6 de enero de 1826, en la ceremonia de la bendición de las velas el 2 de febrero, el Jueves Santo, etc. Fue a las audiencias privadas a bordo del carruaje de Monseñor Isoard el 20 de diciembre de 1824 y el 15 de abril de 1826.

Al inicio de 1839, el Cardenal Isoard, Arzobispo de Auch, dirigió algunas cartas al Obispo de Mazenod respecto a la menos que ortodoxa enseñanza de cierto predicator, el Padre Gabriel. El Cardenal incluso llegó a Marsella a principios de abril. El día 10, el Obispo de Mazenod fue a verlo y escribió en su diario: “Esta mañana y tarde fui a ver al Cardenal, a quien encontré en un deplorable estado de salud. Apenas le es posible estar de pie. Sus miembros se han encogido. Su cabeza cuelga sobre su pecho. Le es muy difícil hablar; las palabras llegan a su boca muy lentamente y hay que prestar mucha atención para escuchar lo que intenta decir… Todo se resume en el hecho de que el Padre Gabriel es impío, sacrílego, un impostor, deshonesto, hipócrita, un monstruo… (Oblate Writings I Vol. 20, pág. 95).

Hubo otro Padre Isoard con el nombre Luis Joaquín, que fue auditor de la Rota en 1845 y actuó como intermediario entre el Obispo de Mazenod y la familia Damas, al concertar el matrimonio entre Césarie de Boisgelin y Carlos de Damas.

Yvon Beaudoin, o.m.i.