La misión Saint-Pierre se localiza en la parte más lejana al norte del lago Caribou, a más de  500 km al noreste de Île-à-la-Crosse. El Obispo Taché visitó la región en 1847 y 1848. Parecía no ser adecuada para una fundación: sin mucha madera para construcción o tierra cultivable y viento helado de la bahía Hudson, que hacía el clima tan severo como el del Círculo Ártico. El Padre Valentín Végréville llegó de visita en 1851 y en 1860. Después fundó la misión en 1861 con el Padre Alfonso Gasté y el Hermano Juan Perréard. Pedro Morin, quien ese tiempo estaba a cargo del centro de suministros de la Compañía Hudson Bay, les construyó una casa de travesaños de madera, que medía 5 x 5 m. Cerca de 1,000 indios Montagnais llegaban al lugar ocasionalmente.

La misión fue anexada al vicariato de Saint-Boniface, anexado al de Saint-Albert en 1868, a Saskatchewan (Prince-Albert) en 1891, a Alberta-Saskatchewan en 1906, y a Keewatin en 1911. El Obispo Grandin lo visitó por primera vez a fines de 1866. Escribió que esta misión era tan difícil como la de Good Hope. El mercurio se congelaba y era difícil llevar lo estrictamente necesario para los misioneros.

Los principales misioneros fueron los Padres Alberto Gasté (1861-1901), José Egenolf (1905-1957), Francisco Javier Ancel (1884-1905). La permanencia de los misioneros respectivos fue de 40, 52 y 21 años, la del Hermano Celestino Guillet fue de 25 años (1869-1894) y la del Hermano Urbano Drouin de 52 años (1912-1964).

Al principio los Montagnais mostraban poco interés en la religión. Sin embargo, el jefe fue bautizado en 1875 y algunos años después toda la tribu recibió el Bautismo. Durante su cuarta visita en 1884, el Obispo Grandin escribió haber encontrado 600 buenos cristianos, una buena residencia y una nueva escuela construida por el Hermano Agustín Némoz. A su llegada a la misión Saint-Pierre en 1895, el Padre José Rapet notó que “la pequeña capilla es realmente hermosa y el altar, iluminado por dos maravillosos vitrales, es una verdadera joya… La casa de los misioneros, a la sombra del campanario es muy confortable.” El Obispo Alberto Pascal, Vicario apostólico de Prince-Albert, llegó de visita en varias ocasiones. En su reporte al Capítulo General de 1904, escribió que la misión estaba “a una enorme distancia” de Prince-Albert. El viaje tardó 18 días por trineo jalado por perros y 40 por canoa.

El Padre Arsenio Turquetil trabajó en la misión de 1900 a 1912 y de ahí salió en 1912 a fundar el primer establecimiento en territorio esquimal en la ensenada Chesterfield en la bahía Hudson, a más de 1,000 km al este.

Los Oblatos continúan su ministerio en la misión Saint-Pierre, en Brochet, Manitoba.

Yvon Beaudoin, o.m.i.