La Restauración concedió una cierta libertad de prensa. Adrien Le Clère y Pierre Joseph Picot fundaron en 1814 “L’Ami de la religion et du roi”, un periódico eclesiástico, político y literario, que aparecía dos veces por semana. Gracias a sus numerosos corresponsales el periódico daba noticias e informaciones sobre la vida católica de las diócesis de Francia y de todos los países.
Tras la Revolución de Julio de 1830 el periódico continúa apareciendo tres veces a la semana, acortándose el título a “L’Ami de la religion”. Tras la muerte del Sr. Picot en 1835, se sucedieron numerosos directores y el periódico deja de aparecer en 1862.

Mons. de Mazenod reconoce la utilidad de este periódico y envía una decena de artículos para su publicación. El 29 de octubre de 1828, por ejemplo, solicita que se publique una carta del clero de Marsella a Mons. Fortuné con motivo de la expulsión de los jesuitas. Escribe con tal motivo al Sr. Picot que este periódico puede ser tenido “como el depósito de las buenas doctrinas y los anales religiosos de nuestra época”. El 25 de agosto de 1836, pide al P. Guigues conseguir una suscripción para la casa de Notre Dame de l’Osier porque es un “periódico que hace falta en una comunidad religiosa”.
Cuando el abate Philibert Dupanloup es nombrado obispo de Orleans, Mons. de Mazenod le escribe el 3 de octubre de 1849 comentándole el valor que concedía a este periódico y que aumentará aún más por la colaboración del nuevo obispo. “Espero – anota él- que vuestra elevación al episcopado no le impedirá otorgar sus cuidados a una obra tan útil, sino que más bien, asistido por vuestras luces, continuará mereciendo la confianza del clero francés. Basta decirle, Monseñor, que no dejaré de tener un vivo interés en el éxito de esta publicación. Su intervención cotidana en multitud de cuestiones, que aparecen todos los días, no podrá dejar de rendir grandes servicios a la causa de la religión y será un gran auxilio para el clero…”.
El 25 de marzo de 1854, el obispo de Marsella escribe al Sr. Cognat, redactor de “L’Ami”, que ya ha enviado 500 francos como suscripción de apoyo, pero que tiene demasiadas obras que mantener para poder contribuír al periódico “que no se puede levantar de su fatal declive”.

Yvon Beaudoin, o.m.i.