Los Oblatos llegaron a Canadá el 2 de diciembre de 1841, estableciéndose en Bytown (actualmente Ottawa), en 1844. Su ministerio fue con los más abandonados y no dudaron en cubrir grandes distancias para llegar a la población dispersa. Así es como estuvieron en contacto con los amerindios Algonquin (Anisinabeg), quienes desde tiempos inmemorables habían cazado en la tierra regada por el río Gatineau y sus afluentes, en especial el río  Desert, al norte del río Ottawa.

Por muchos años estos nómadas nativos se unieron en el verano, período de reunión, con los Mohawks del Oka (Lac des Deux-Montagnes), no lejos de Montreal. Sin embargo, debido al conflicto entre las dos tribus, los Algonquin abandonaron el Oka y a partir de 1820 se reunían en un angosto territorio al sur del río Desert, donde fluye al Gatineau, nombrando el lugar Maniwaki (Mani significando María, aka que significaba tierra y la w para facilitar la pronunciación, por lo tanto: tierra de María). El nombre fue atribuido probablemente a la influencia de los Sulpicianos de Oka, quienes les visitaban ocasionalmente en verano, antes de la llegada de los Oblatos. Maniwaki está situado aproximadamente a 135 kilómetros al norte de Ottawa.

Presbytère et église de Maniwaki (AD)

A partir de 1845 y hasta 1847, el Padre Hércules Clément, o.m.i., visitó a los Algonquins durante sus viajes a Témiscamingue y Abitibi. Probablemente tuvo algo de influencia en que el entonces Jefe, Antonio Pakinawatik y su pueblo, solicitaran la intervención del Obispo Guigues a su favor con el gobierno canadiense para conseguir una reservación propia: un territorio de 60,000 acres en el delta de los ríos Gatineau y Desert. Por algunos años los taladores habían invadido gradualmente su territorio tradicional, talando los grandes bosques de pino rojo y blanco y en consecuencia, los Algonquins sentían amenazada su existencia. Gracias a esta reservación pudieron conservar parte de su tierra ancestral y llevar su estilo de vida tradicional.

El 7 de agosto de 1849 se aprobó el establecimiento de la reservación, aunque no fue ratificada oficialmente sino hasta el 9 de agosto de 1853 y solo consistió de 45,750 acres. El 15 de abril de 1851 los Oblatos mismos obtuvieron 200 acres de tierra para establecer Maniwaki y así ofrecer su ministerio a los pueblos nativos y visitar los campos madereros en el área circundante, sin olvidar la misión de Upper Saint-Maurice y a los amerindios Têtes de Boule (conocidos actualmente por su nombre real, Atikameks), así como los pueblos nativos en Témiscamingue, Abitibi e incluso James Bay.

Inicio de la misión de los Oblatos en Maniwaki
De acuerdo al Codex Historicus (pág. 5), el Padre Hércules Clément y el Hermano Santiago  Brady fueron los fundadores de la misión en Maniwaki, llegando el 18 de enero de 1849 y viviendo en los alojamientos pobres de un amerindio nativo llamado Pananjana (sic). El Padre Clément salió casi de inmediato para visitar los campos madereros a lo largo del  Gatineau y sus afluentes, mientras que el Hermano Brady comenzó a cortar algunos árboles de frente al delta del Gatineau y Desert e hizo algunos viajes a Ottawa para conseguir las provisiones necesarias para el verano. A su regreso de los campos, el Padre Clément cortó más madera y construyó una pequeña casa, que sería su residencia hasta 1868. También se hizo un anexo a la casa de Pananjana, que sería una capilla.

Así inició la misión Oblata en Maniwaki. Sin embargo, generalmente se acepta que la fecha oficial de la fundación de los Oblatos fue el 15 de abril de 1851, día en que se recibió la confirmación de parte del gobierno de otorgarles los 200 acres tomados del territorio de la reservación.

Al principio el nombre de la misión fue Our Lady of the Desert, pero esto es lo que escribió el Padre Hércules Clément en el registro de Bautizos del 8 de junio de 1851: “El ocho de junio de mil ochocientos cincuenta y uno, los firmantes al calce, un sacerdote misionero, habiendo por largo tiempo deseado colocar la misión de Maniwaki (río Desert) bajo la protección especial de María y con el consentimiento del Obispo de Bytown, hemos elegido a María, bajo el título de la Asunción, como patrona de la mencionada misión, y a nombre de todos los fieles, leímos una fórmula de consagración al servicio de ella.”

Ese fue el inicio de la parroquia Assumption of the Blessed Virgin Mary, que servía simultáneamente a los pueblos nativos y a los blancos, que poco a poco llegaron a residir en Maniwaki. Mucho después, en 1917, los Oblatos construyeron la pequeña iglesia de Our Lady of the Most Holy Rosary cerca de la reservación (según el Codex Historicus de Our Lady of the Most Holy Rosary, 1942), que era para los pueblos nativos, aunque los Oblatos no tuvieron una casa cercana a ella sino hasta después de 1942, al construir el presbiterio. Hablaremos de ello más adelante. Actualmente el pueblo de Maniwaki no es parte ya de la reservación, conocida ahora como Kitigan Zibi.

A pesar de que habían construido la hermosa iglesia y vivido en el presbiterio a su lado por muchos años, el ministerio de los Oblatos en Maniwaki no estaba confinado a la parroquia   Assumption. El Codex Historicus nos da información de sus muchas actividades casi todos los años. Por ejemplo, menciona cerca del año 1856 (pág. 12) algo típico: “Durante el invierno, el Padre Déléage y el Padre Andrieu visitan las estaciones de trabajo en el Gatineau. El Padre Reboul visita las del río Ottawa. En el verano, el Padre Déléage va a la misión de Hudson Bay, junto con el Padre Garin. El Padre Andrieu va a la de St-Maurice. El Padre Reboul permanece en Desert (Maniwaki) mientras que el Padre Laverlochère llega para acompañarle en el mes de agosto.”

Es difícil imaginar cómo podían cubrir tales distancias – que era de cientos, si no miles de kilómetros – ya fuera a pie o a caballo durante el invierno, para visitar a los pueblos nativos.

A nivel social, al principio los Oblatos construyeron aserraderos y cuatro molinos para cubrir las necesidades de las misiones, y en especial ayudar a los recién llegados que se establecían en Maniwaki y su área circundante. El Codex Historicus de 1853 (pág. 10) menciona lo siguiente: “El Padre Aubin, superior de la casa en Bytown, de la cual depende la casa, llegó de visita y bendijo la campana de la capilla. Al escuchar de los Padres los problemas que tanto ellos como los colonizadores tenían para conseguir harina y madera y qué tan útil sería tener un aserradero y un molino, el superior autorizó el gasto para estos dos y a Desaux (sic), como el lugar más adecuado para su construcción. El trabajo comenzó de inmediato y en el invierno de 1853-1854 los Hermanos Sweeney y Bowes prepararon todo para el aserradero.”

Más adelante, el mismo Codex Historicus añade (pág. 14): “en la primavera de 1860, las aguas del Gatineau, que se habían elevado más de lo usual, barrieron con los dos molinos en  Desaux, con una pérdida total estimada en $2,400.

Con ocasión de la visita del Padre Provincial en 1866, el autor (pág. 23), enlista las propiedades de los Oblatos, mencionando en particular, otro molino en la ribera del río Saint-Joseph, en la región de Aumond (dos sierras rectas y una circular), así como un molino de harina.

Oblatos que vivieron en Maniwaki
Entre 1850 y 1875, 23 Oblatos (18 Padres y 5 Hermanos) recibieron obediencias para Maniwaki. Podrían ser considerados los pioneros, aunque algunos de ellos solo estuvieron de paso. Entre ellos encontramos un nombre ya mencionado y que sobresale de los demás, el de Juan Francisco Déléage (residente de 1853 a 1879). Se le reconoce como constructor y colonizador de esta parte de la provincia. Su nombre fue dado al municipio de Déléage, ubicado muy cerca de  Maniwaki, en la ribera opuesta del río Gatineau.

El álbum de recuerdos para el 150 aniversario de Maniwaki, publicado en 2001, aunque sin la intención de llegar a detalle, menciona los nombres de 162 Oblatos que recibieron una obediencia oficial para Maniwaki.

Establecimiento de las parroquias hermanas
Al crecer la población de blancos que se establecieron en el territorio atendido por los Oblatos alrededor de Maniwaki y la expansión de las aldeas y pequeños pueblos, se fundaron parroquias hermanas, que eventualmente fueron entregadas a los sacerdotes diocesanos. Mencionaremos en especial: Visitation en Gracefield (1868), Saint-Gabriel en Bouchette (1872), Sainte-Philomène en Montcerf-Lytton (1872), Sainte-Famille-d’Aumond (1907), Saint-Raphael en Messines (1908), Saint-Boniface en Bois-Franc (1915), Holy Rosary en Maniwaki (1917), ya mencionada), Saint-Félix en Lac-Blue-Sea (1919), Saint-Jean-Marie-Vianney en Grand-Remous (1930), Sainte-Thérèse-de-Gatineau (1933), Christ-Roi en Maniwaki (1953), Saint Patrick en Maniwaki (1960).

No mencionaremos ahora el desarrollo eclesiástico de los territorios más distantes en los que trabajaron los Oblatos al principio, como por ejemplo  Témiscamingue, Abitibi y James Bay, que eventualmente dieron nacimiento a varias diócesis.

La misión Our Lady of the Most Holy Rosary
Como ya mencionamos, en 1917 se construyó la pequeña iglesia de Our Lady of the Most Holy Rosary, muy cerca de la reservación Kitigan Zibi, en la propiedad donada por Carlos Logue, con la intención fue que también fuera para los pueblos nativos que aún podían ir a   Assumption of the Blessed Virgin Mary, que siempre consideraron propia (Codex Historicus de la misión Our Lady of the Most Holy Rosary, Vol., 1, pág. 5). No fue sino hasta 1942 que se pudo añadir un presbiterio a la iglesia. Entre los misioneros más renombrados de esta misión, debemos hacer mención de Francisco Javier Fafard, o.m.i., (1915-1938), y José Étienne Guinard, o.m.i., (1890-1906, 1910-1915, 1919-1964). La parroquia fue entregada oficialmente a la diócesis de Mont-Laurier en 2006, aun cuando los Oblatos continúan atendiéndola. Su situación civil es la de corporación religiosa dirigida por un consejo de administración de cuatro laicos nativos.

Conclusión
Paradójicamente y desde el año 2000, un equipo de misioneros Oblatos ha tomado la responsabilidad de las parroquias en el territorio llamado Upper Gatineau, que comienza en  Messines, pasando por Maniwaki y al norte hasta Grand Remous. No sabemos por cuánto tiempo. Los Oblatos se están haciendo mayores y no hay suficientes. Se prevé que los Oblatos tarde o temprano salgan del área para siempre, después de más de 150 años de arduo trabajo.

Eugenio Lapointe, o.m.i.