Nacimiento en Marsella el 27 de mayo de 1821
Toma de hábito en N.-D. de l’Osier el 14 de junio de 1842
Oblación en N.-D. de l’Osier el 15 de junio de 1843 (nº 106)
Ordenación sacerdotal en Marsella el 20 de diciembre de 1845
Dispensa de los votos, el 20 de setiembre de 1853.

Pedro Palle nació en Marsella el 27 de mayo de 1821. Entrado en el noviciado de Notre-Dame de l’Osier el 14 de junio de 1842, hizo allí la oblación el 15 de junio de 1843. Escolástico en el seminario de Marsella en 1843-1844, fue ordenado sacerdote en esa ciudad por Mons. de Mazenod el 20 de diciembre de 1845. Enfermo en 1844, pasó el año escolar 1844-1845 en Notre-Dame de l’Osier. Al enviarlo allí el Fundador escribió al P. Vincens el 21 de mayo: “He recomendado mucho al hermano Palle que dejara las trazas de la infancia y asumiera la gravedad que conviene a un joven religioso tan próximo al diaconado”. El informe dado por el P. Vincens no es muy tranquilizador. Mons. de Mazenod le responde el 17 de abril de 1845: Si el hermano Palle “no fuera subdiácono, yo no vacilaría en provocar su expulsión, pero está comprometido en las órdenes, y no vale más por eso. Hay motivos para temblar […] Por caridad, siga a ese pobre hijo y préstele más cuidado que a cualquier otro”.

Tras la muerte del P. Noel Moreau en 1846, el P. Juan José Magnan es nombrado superior del seminario mayor de Ajaccio y parte con el P. Palle, que será profesor de filosofía. Este pasa primero el verano en Parmenie cerca de l’Osier, donde bajo la dirección del P. Vincens ocho padres jóvenes se preparan “por el estudio al santo ministerio que a diario es comprometido por la inhabilidad de quienes lo ejercen sin experiencia, con poca doctrina y sin escritos” (Mazenod a Vincens, 5-5-1846).

El P. Palle queda en Ajaccio tres años. El superior habla de él en todas sus numerosas cartas al Fundador. Encuentra en él muchas cualidades: buen carácter, relaciones amigables y alegres con todos, participación activa en todas las actividades del seminario, lo aprecian los alumnos en sus cursos de filosofía y en algunas lecciones impuestas a los seminaristas por el prefecto de Córcega, de geología, mineralogía, botánica, agricultura aplicada, geografía e historia. Sin embargo, el P. Palle no es piadoso, se confiesa con poca frecuencia, no hace el retiro anual en 1847, tiene “a veces modales de chiquillo” y deja entrever “un gran fondo de flojera”. Al principio del año escolar 1847-1848, el P. Magnan se propone remitirlo a Marsella porque, le parece, “la vida del alma está apagada en ese pobre padre”. No puede seguir en un seminario, sobre todo en el de Córcega, “donde todos los directores deberían ser apóstoles y hombres de piedad excepcional”.

Muy abierto con el P. Magnan, éste le habla “con franqueza” y esa corrección fraternal parece eficaz. El superior ve buena voluntad y una neta mejoría. Los colegas, especialmente el P. Pedro José Nicolas en 1847 y los padres Casimiro Chauvet y Jerónimo Pont en 1848-1849, son menos comprensivos y escriben contra él al P. Tempier. Este convence al Fundador para que haga volver al P. Palle a Marsella, en marzo de 1849, a mitad del curso escolar y a pesar de la oposición del superior.

El P. Palle es enviado entonces a Notre-Dame d l’Osier, pero en mayo de 1849 recibe la obediencia para Inglaterra. Rehúsa ir allá diciendo que siente “extrema repugnancia por los países extranjeros” y que “no le gusta la enseñanza”. El P. Vincens toma su defensa. Eso irrita al Fundador que, con todo, deja a ese padre en l’Osier donde el padre Vincens “espera sacar partido”. El 13 de junio de 1849 Mons. de Mazenod escribe al padre Carlos Bellon en Inglaterra: “Yo pensaba enviarle al P. Palle. La imperfección de ese hombre que me ha alegado las razones más fútiles para no cumplir su misión, me ha dispensado de hacerle ese regalo”.

Hasta 1853 el P. Palle sigue en l’Osier donde es ecónomo y, al parecer, enseña la literatura a algunos postulantes. El P. Melchor Burfin, entonces superior de esa casa y habitualmente exigente con sus religiosos, parece apreciarlo.

En el mes de mayo de 1853, el P. Palle es mandado a Notre-Dame de Lumières para enseñar la filosofía a los escolásticos del primer año, pues se les quiere colocar en esa casa por falta de espacio en el seminario de Marsella. El padre, cuya salud no es buena, pasa primero las vacaciones de verano en su familia, desde la cual pide la dispensa de sus votos. Se estudia su caso en el consejo general el 20 de setiembre de 1853, y por unanimidad los miembros del consejo se muestran a favor de otorgar la dispensa, pues, dicen, ese padre se ha distinguido siempre por “su poca regularidad, su excesiva ligereza y su falta total de piedad”. Parece que Mons. de Mazenod puso, como condición para conceder la dispensa, la obligación de salir de la diócesis de Marsella. El 3 de noviembre de 1859, el abate Palle quiere regresar a Marsella y pide, sin obtenerlo según parece, un puesto en la diócesis.

YVON BEAUDOIN, O.M.I.