Nacimiento en: Bosco (Italia), Septiembre 16, 1813.
Toma de hábito en: Marsella, Diciembre 24, 1838.
Ordenación sacerdotal en: Marsella, Mayo 25, 1839.
Oblación en: Casa del Obispo, Marsella, Enero 1°, 1840 (No. 82).
Muerte en: Everingham, Inglaterra, Febrero 22, 1848.

 Federico Perron nació en Bosco, diócesis de Alexandria, Italia, el 16 de septiembre de 1813. Comenzó su noviciado en Marsella el 24 de diciembre de 1838 y fue ordenado sacerdote por el Obispo de Mazenod el 25 de mayo de 1839. Hizo votos el 1° de enero de  1840.

De inmediato recibió obediencia para Aix-en-Provence, donde fue tesorero y predicó varias misiones hasta su partida a Inglaterra en 1845. A principios de enero de 1841, el Obispo de Mazenod informó al Padre Courtès que el Padre Perron iría a Canadá y “se prepararía estudiando las tareas para las que estaba destinado”. En algunas cartas del mes de diciembre de 1844, el Fundador comenta que el Padre debía aprender inglés y pronto iría a unirse al Padre Daly, quien se encontraba solo en Penzance, al suroeste de Inglaterra. Salió el 12 de mayo de 1845 y pasó algunos meses en Penzance. En el mes de septiembre fue nombrado superior de Grace Dieu en Leicestershire, donde el Sr. Ambrosio Philips de Lisle había encomendado a los Oblatos el ministerio en una capilla. En un principio sus compañeros fueron un sacerdote diocesano, Padre Coussinier y el Padre Juan Naghten. A partir del verano de 1846, sus compañeros fueron los Padres Roberto Cooke, Luis Tamburini y Juan Noble.

En noviembre de 1847, el Padre Perron fue nombrado superior de la comunidad de Everingham, Yorkshire, adonde el Sr. Maxwell, persona acaudalada, había invitado a los Oblatos. El 22 de febrero de 1848 el Padre Perron falleció en ese lugar, debido a un “grave ataque de fiebre tifoidea y después de dieciséis días”. El 22 de febrero el Obispo de Mazenod informó al Padre Vincens del fallecimiento, añadiendo: “Se trata de otra muy cruel pérdida, en especial en las circunstancias donde necesitaríamos diez trabajadores más en Inglaterra. ¡Alabado sea Dios siempre! Otra alma de la familia predestinada al cielo, pues es notable como todos los que han fallecido nos aseguran su bienaventuranza eterna”. Está sepultado en Sicklinghall.

Yvon Beaudoin  y Miguel Hughes, o.m.i.