1. Superior de Tours y de París (1867-1885).
  2. Provincial (1873-1879 y 1885-1893) y superio de Pontmain de 1893 a 1899.
  3. París y Lieja (1900-1911).

Nacimiento en Briançon (Altos Álpes), 18 de octubre de 1828.
Toma de hábito en Notre-Dame de l’Osier, 14 de agosto de 1844.
Oblación en Notre-Dame de l’Osier, 15 de agosto de 1845 (nº 139).
Ordenación sacerdotal en Marsella, 16 de noviembre de 1851.
Muerte en Lieja, 27 de abril de 1911.

Achille Yves Laurent Rey nace en Briançon, diócesis de Gap, el 18 de octubre de 1828, hijo de Élisabeth Bérand y de Jean Baptiste Rey, recaudador del registro y de propiedades. Tras algunos años de escuela elemental, asiste al colegio universitario de su ciudad de 1837 a 1841. Conoce entonces al padre François Bermond y le sigue al juniorado de Lumières donde estudia desde el otoño de 1841 hasta su entrada en el noviciado de Notre-Dame de l’Osier, el 14 de agosto de 1844. Tras su oblación, el 15 de agosto de 1845, hace un año de filosofía en Notre-Dame de l’Osier y estudia a continuación la teología en el Seminario Mayor de Marsella desde otoño de 1846 hasta su ordenación el 16 de noviembre de 1851.

Permanece diez años en el Seminario Mayor de Marsella, como director y profesor de Filosofía en 1851-1853, de Dogma de 1853 a 1855, y de Moral de 1855 a 1861. Enseña Moral en el escolasticado de Montolivet en 1861-1862, después residirá en París de 1862 a 1867 como secretario particular del padre Joseph Fabre, Superior General. En calidad de tal, acompaña al padre Fabre a Roma en 1862 y a Inglaterra en 1866. Funda la revista Missions OMI, de la que fue el director hasta 1867.

Superior de Tours y de París (1867-1885).

Animado por monseñor Dupont, el santo hombre de Tours, Mons. Hippolyte Guibert, arzobispo de Tours de 1857 a 1871, quiso devolver el esplendor al culto a San Martín y reconstruir en parte el edificio que conservaba sus restos, edificio casi totalmente destruído durante la Revolución Francesa. Se adquirieron las casas y se elevó una capilla provisional, a la espera de la construcción de una basílica. El abate de Beaumont, primer capellan de dicho santuario, murió en 1867. Mons. Guibert llama a los oblatos y el padre Joseph Fabre le envía al padre Rey como superior de la comunidad. Éste llega a Tours en 1876 (superior de 1867 a 1873). Con sus compañeros, reaviva la devoción de los fieles a San Martín, lanza campañas de suscripciones y comienza a edificar la basílica.

Mons. Guibert, arzobispo de París de 1871 a 1886, se vio igualmente llamado a construir la basílica del Sagrado Corazón de Montmartre, obra de expiación nacional. Tras haber escogido el sitio, adquirido los terrenos y construído una capilla provisional, Mons. Guibert, creado cardenal en 1873, llama de nuevo a los oblatos y en particular al padre Rey como superior de la comunidad de capellanes. Éste permanecerá en tal puesto de 1876 a 1885. Desarrolla una gran actividad con sus colaboradores, los padres Gustave Giroud, Alfred Yenveux, José Amores, Louis Berthelon y el hermano Félix Viossat. Promueven el movimiento de peregrinos, instituyen la adoración perpetua del Santísimo Sacramento, fundan numerosas obras, tales como la archicofradía de voto nacional, la santa liga de voto nacional, la asociación de sacerdotes por el clero, etc. Lanzan campañas de suscripción y comienzan a levantar la basílica.

Provincial (1873-1879 y 1885-1893) y superio de Pontmain de 1893 a 1899.

El padre Rey dirigirá la provincia del Norte de Francia de 1873 a 1879 y de 1885 a 1893. Durante su segundo mandato, fija su residencia en Notre-Dame de Sion. Cuando no visita las casas de la provincia, predica retiros pastorales donde despliega todo su celo hacia los peregrinos y los juniores.

Tras sus años de provincialato, es nombrado superior de Pontmain, de 1893 a 1899. Allí, como en Tours y París, contribuye con su celo al desarrollo de este lugar de peregrinaje, que comenzó en 1871 con las apariciones de la Virgen a cuatro niños. Tuvo que pedir dinero para terminar la basílica, sobre todo para construir dos torres y para comprar una rico carillón.

En los tres lugares de peregrinación que dirigió, el padre Rey se distinguió por sus dotes de organización, su espíritu de iniciativa, su asiduidad en el confesionario, su paciencia y su afabilidad con los peregrinos. “Esta misma bondad –escribe su biógrafo- le sigue en el púlpito, al que se subía gustoso; sus sólidos estudios y el extraordinario don de la palabra que recibió del cielo le facilitaban esta parte tan importante y laboriosa del ministerio sacerdotal. Su palabra era simple, clara, cálida, comunicativa, la verdadera palabra de un predicador popular. Llevadas a los oídos por una voz que era amplia, neta y melosa, instruía y conmovía las almas…”.

París y Lieja (1900-1911).

Al marchar de Pontmain, el padre Rey fue llamdo a París, donde permanecerá de 1899 a 1904, y fue Asistente General de 1900 a 1904, tras la muerte del padre Joseph Eugène Antoine. Tomó parte en siete capítulos generales (1867, 1873, 1879, 1887, 1893, 1898, 1904).

En 1904, a consecuencia del rechazo, el año anterior, de la solicitud de autorización gubernamental, los oblatos fueron expulsados de de la Casa General de la calle San Petersburgo. El padre Rey, anciano y enfermo, recibe obediencia para el escolasticado de Lieja. Aquí pasará los últimos años de vida, edificando a los escolásticos con su regularidad, su vida de oración y su amabilidad. Fue también aquí donde murió el 27 de abril de 1911. Durante los quince últimos años de su vida, compondrá una impresionante biografía de Mons. de Mazenod, que no será imprimida hasta 1928.

Yvon Beaudoin, o.m.i.