Nació en Aix de Provenza el 14 de setiembre de 1801
Fue ordenado sacerdote en Aix el 18 de diciembre de 1852
Tomó el hábito en Aix el 26 de mayo de 1856
Profesó en Marsella el 15 de junio de 1854 (nº 368)
Murió en Aix el 2 de julio de 1871.

León de Saboulin nació en Aix de Provenza el 14 de setiembre de 1801, primogénito de los Señores Armand de Saboulin de la nobleza de Provenza. A los 8 años perdió a su padre. Cursó los estudios secundarios en el colegio de Aix y más tarde en el liceo de Lyon. El 29 de mayo de 1814 fue admitido en la Congregación de la Juventud de Aix, fundada un año antes por el abate de Mazenod. Tres de sus hermanos siguieron su ejemplo.

Al terminar los estudios, León desea ser sacerdote, pero su salud delicada y la ayuda que debe prestar a su madre le impiden realizar ese proyecto. Queda soltero y, tras la muerte de sus hermanos, cuida a su madre hasta la muerte de ésta. Reparte su tiempo entre el estudio y las buenas obras. Publica algunos escritos, introduce en la diócesis de Aix las obras de la Propagación de la fe y de San Francisco de Sales. Es miembro de las Conferencias de San Vicente de Paúl y se interesa en varias otras obras.

El 18 de diciembre de 1852 el arzobispo de Aix, Mons. J. Darcimoles le ordena sacerdote, y el 26 de mayo de 1853 Mons. de Mazenod le autoriza a iniciar su noviciado en Aix. El 15 de junio de 1854 va a hacer su oblación ante Monseñor de Mazenod en Marsella. Había sido admitido a la profesión en el consejo general el 22 de mayo anterior. Al presentarlo para los votos, el padre Courtès le daba “el testimonio más favorable respecto a su conducta regular y a sus excelentes disposiciones”. Unos días antes de su oblación, Mons. de Mazenod escribe al padre Courtès para invitarlo a ir a Marsella adonde acaba de llegar el padre de Saboulin para su oblación, lleno “de una alegría y una felicidad extraordinarias. Ciertamente no tendremos que arrepentirnos, añade, de haber empujado a esta bella alma al sacerdocio y luego de haberle facilitado su ingreso en la Congregación. Independientemente de sus virtudes que aprovechan a todos, podrá muy bien prestar muchos pequeños servicios que otros, con más salud que él, serían incapaces de brindar…”

El padre permanece siempre en Aix, como ecónomo de la casa oblata, capellán de prisiones y confesor en la iglesia de la Misión. Da sobre todo el ejemplo de una vida religiosa intensa. El padre Augier escribe en la nota necrológica: “Su regularidad fue ejemplar; llevó hasta el escrúpulo la práctica y el amor de la obediencia. Su virtud preferida, la que estimaba por encima de todas, era la caridad. Herir esta virtud en la conversación o de cualquier otra forma era herirle en el corazón. Tenía un amor de predilección por los pobres, y cuando él no estaba junto a ellos, en sus reductos abandonados, ellos acudían a verlo en la Misión […] No se contentaba con darles el pan material, trabajaba sus almas, y los pobres formaban una gran clientela en el confesionario”.

Enfermo en 1870, cesa poco a poco en toda actividad y muere el 2 de julio de 1871.

YVON BEAUDOIN, O.M.I.