Los Boisgelin de Aix poseían una propiedad y un Castillo en Saint-Martin-des-Pallières, en el Var, distrito de Draguignan. Tras su matrimonio con Armando Natal de Boisgelin en 1809, Eugenia, la hermana de Eugenio, pasó allí las vacaciones de verano. A la muerte da la Sra. de Boisgelin en 1813, Armando Natal esperaba recibir la suma de unos 200.000 francos en efectivo. Heredó más bien el castillo evaluado en 192.000 francos.

Por la correspondencia de Eugenio con su madre y su hermana Eugenia, vemos que ésta y su marido y sus hijos pasaron habitualmente los veranos en San Martín hasta octubre. Mons. de Mazenod parece haber ido por primera vez en julio de 1837 al regresar de Suiza. Dejó Notre-Dame du Laus el 21 de julio con el padre Mille y fue a San Martín para animar a su hermana a aceptar la decisión de su hijo Luis de entrar en el noviciado de los jesuitas. El 1 de agosto, al volver de un viaje a Ginasservis con su cuñado, el cabriolé volcó y monseñor dio con su cabeza en tierra. Su sombrero y su ángel de la guarda amortiguaron felizmente el golpe. En el mes de octubre, envió al padre Casimiro Aubert a descansar en San Martín, donde estaban todavía la señora de Mazenod y Eugenia.

En el verano de 1841, Luis de Boisgelin, jesuita, gravemente enfermo, tuvo allí unas semanas de descanso y vacaciones. En setiembre toda la familia pasó unos diez días en San Martín con Luis, Mons. de Mazenod y su madre (cf. Diario, 14 y 16 de setiembre de 1841). El Fundador irá de nuevo a pasar unos días en el castillo después del concilio de Aix en 1850, y en setiembre de 1857 y 1859. Ese castillo sigue perteneciendo a los descendientes de la familia de Boisgelin.

YVON BEAUDOIN, O.M.I.