Nacimiento en Saint-Pierre-de-Bressieux (Isère), el 2 de febrero de 1852.
Ingreso en el noviciado en Notre-Dame de l’Osier, el 3 de octubre de 1852.
Oblación perpetua en Notre-Dame de l’Osier, el 22 de agosto de 1855 (nº 412).
Muerte en Notre-Dame de l’Osier, el 25 de diciembre de 1898.

Pierre Viret nace en Saint-Pierre-de-Bressieux, diócesis de Grenoble, el 2 de febrero de 1822. Entra en el noviciado de Notre-Dame de l’Osier el 3 de octubre de 1852 y pronuncia allí votos por un año, el 1 de diciembre de 1853, por cinco años el 1 de noviembre de 1854 y votos perpetuos ante Mons. de Mazenod el 22 de agosto de 1855. En sus notas enviadas mensualmente al P. Mouchette, el P. Vandenberghe, Maestro de Novicios, escribió el 11 de septiembre de 1853: “Después está el hermano Viret que es sin duda uno de nuestros mejores hermanos en cuanto al trabajo y la piedad. Siempre se ha empleado en los trabajos del campo. Sea lo que sea, siempre hará todo lo posible. Hizo sus votos el 1 de diciembre”.

En el Registro de Personal de 1862-1863 encontramos escrito bajo el nombre de Pierre Viret: “Hermano lleno de dedicación y de buena voluntad, de una virtud a toda prueba y de sólida piedad. Espíritu meticuloso y salud débil. No puede aguantar grandes fatigas. Tras su oblación fue llamado a Marsella. El clima le fue muy perjudicial. Se le envió a Notre-Dame de l’Osier”.

El hermano Viret, al parecer, pasó su vida en Notre-Dame de l’Osier. Pero la revista Missions O.M.I., sólo menciona su nombre de 1872 a 1899. Trabaja sobre todo como portero, aunque según Missions O.M.I. de 1886, también trabaja como cochero. En la pág. 235 encontramos escrito: “El hermano Viret no es ya el cochero intrépido, desafiando la bruma y las horas matinales; le hace falta ahora el cálido sol, que no siempre es fácil procurarle. Se resarce de sus viajes, desaparecidos en parte, a Vinay con sus visitas al refectorio, a la bodega y a la puerta que no siempre abre a tiempo; la causa son sus años”.

En 1896, el P. Prosper Monnet, superior, al presentar a los sacerdotes y hermanos de l’Osier comienza de la siguiente forma: “¿Desea hacer conmigo un recorrido por la casa?. Llame. Si la puerta no se abre a la primera, no pierda la paciencia; hay alguien. Llame por segunda vez; sería raro que tuviera que llamar por tercera vez. Pronto aparecerá el buen hermano Pierre, que no tiene unas piernas de treinta años, aunque no ha perdido en absoluto su delicadeza y su amabilidad del Dauphiné”.

Finalmente, en Missions O.M.I. de 1899, el P. Monnet escribe más de treinta páginas sobre las actividades de los sacerdotes y los hermanos de l’Osier, aunque sólo dedica unas pocas palabras al fallecimiento del Hno. Pierre. “Que descanse en paz el amable hermano Pierre, verdadero ejemplar de portero gracioso, discreto, dedicado. Era una buen ejemplar que uno quería ver tras una ausencia más o menos prolongada. Fisonomista a su modo, daba voluntariamente, aunque con reparos, su opinión sobre los postulantes que se presentaban, y cuando decía de alguno “creo que será o no creo que se quede con nosotros” era raro que no se viera realizada su predicción. Murió de pie, el santo día de Navidad, tras haber respondido piadosamente a las oraciones de los moribundo y tras haber pedido perdón a sus hermanos por la pena que les pudiera causar. R.I.P.” (pág. 291).

Yvon Beaudoin, o.m.i.