Breve semblanza

El Padre Joseph Vaz nació el 21 de abril de 1651 en India. Fue un originario de Goa nacido en Benaulim y creció en las aldeas de Benaulim y Sancoale. Cuando creció su padre lo envió a la escuela en Benaulim para que aprendiera latín como preparación a sus estudios presbiterales. Joseph Vaz hizo un progreso rápido en sus estudios y su padre decidió enviarlo a la ciudad de Goa, al colegio jesuita de San Pablo. Después de completar sus estudios con los jesuitas, Joseph Vaz entró en la Academia de Santo Tomás de Aquino para sus estudios filosóficos y teológicos. En 1676 fue ordenado presbítero.

Cómo vino a él el llamado de la misión no lo sabemos exactamente. Conoció la miseria de los católicos de Ceilán (Sri Lanka) y su completo abandono. Ceilán era un país budista. En ese tiempo había un número grande de católicos viviendo en la isla sin presbítero ni iglesias. En 1658 los Holandeses que pertenecían a la Iglesia Reformada Holandesa, temían que los católicos ayudaran a los portugueses y comenzaron a perseguir a los católicos prohibiendo la práctica de la fe católica en su territorio. El corazón de Joseph Vaz se encendía para ir a salvar la Iglesia en Ceilán, costara lo que costara.

Presentó su petición a las autoridades eclesiásticas para ir a Ceilán. Pero se le pidió que sirviera a los católicos abandonados de Canara (Karnataka) en el sudoeste de India. Joseph Vaz vivió en Canara por 4 años. En ese tiempo dio forma a la Iglesia de Magalore, donde él había llegado en 1682. Construyó iglesias y capillas. En muchas aldeas abrió una pequeña escuela, nombró catequistas e hizo provisión estableciendo confraternidades para mantener la Iglesia.

En 1684 Joseph Vaz regresó a Goa. Allí encontró una pequeña comunidad de presbíteros de Goa en la iglesia de la Cruz de los Milagros. Entró en esa pequeña comunidad y fue elegido superior. En unos meses, otros siete presbíteros se unieron a la comunidad y dieron nueva energía. Para dar estabilidad, Joseph Vaz organizó la comunidad formando el Instituto Oratoniano de Milagristas de Goa. El Oratorio de San Felipe Neri de Goa se asume que fue la primera comunidad totalmente nativa del rito latino en Asia. Esta comunidad de presbíteros indígenas era el grupo ideal para trabajar en Ceilán y restaurar la fe católica. Después de seis meses en el Oratorio, Joseph Vaz fue a Ceilán en marzo de 1686. En abril de 1867 desembarcó en Ceilán como un pobre mendigo.

En 1658, 120 misioneros católicos habían abandonado Ceilán y las iglesias fueron cerradas o destruidas. De 1658 a 1687 los católicos fueron aislados: sin presbítero, sin sacramentos, sin iglesias. Joseph Vaz llegó a Jaffna. Comenzó su vida en Ceilán sin apoyo logístico. Con el rosario en su cuello él mendigaba de puerta en puerta para sobrevivir. Así contactó con los católicos. Joseph Vaz fue el primer misionero no europeo en venir a Ceilán. Vino sin ser enviado por alguna autoridad civil, real o eclesiástica. Y vino en simplicidad y pobreza sin la ayuda o protección de la Iglesia institucional.

El comandante holandés de Jaffna se dio cuenta del resurgimiento de la vida católica en su distrito. Dos años después de haber comenzado su apostolado, en la noche de Navidad de 1689 el comandante detectó la presencia del presbítero. 300 cristianos fueron encarcelados. Pero Joseph Vaz no estaba entre ellos. Nadie conoce cómo escapó.

Con la ayuda de algunos católicos fue a Puttalam que era parte del reino de Kandy fuera de la autoridad holandesa. Joseph Vaz había elegido Kandy como el centro de su apostolado evitando la vigilancia de los holandeses. Pero tan pronto como el rey Vimaladharma Surya II fue informado, Joseph Vaz fue atado con cadenas y conducido a la prisión de Kandy porque se vio como un espía extranjero. Joseph Vaz había estudiado tamil en Jaffna y ahora en la prisión comenzó a estudiar el idioma local, el cingalés. En 1693 el rey dejó libre al presbítero. Tan pronto como obtuvo la libertad para servir a los católicos de la ciudad, Joseph Vaz hizo construir a la gente una iglesia simple dedicada a Nuestra Señora.

En 1696 hubo una sequía prolongada en Kandy. El rey estaba muy angustiado y pidió a las altas autoridades budistas del reino que hicieran sus ceremonias pidiendo la lluvia.  Pero no pasó nada. Entonces el rey pidió a Joseph Vaz que rezara a su Dios para que lloviera en su reino. Joseph Vaz respondió a la petición del rey rezando en la plaza pública al día siguiente. Cayó tanta lluvia que Joseph Vaz se ganó la simpatía del rey, le concedió la libertad y el permiso para traer más presbíteros del Oratorio de Goa. En una carta fechada el 10 de febrero de 1696 el obispo de Cochin nombró a Joseph Vaz su vicario general con todos los poderes de jurisdicción, espirituales y temporales, sobre la isla de Ceilán. En 1696 los Padres del Oratorio de Goa comenzaron a llegar a la isla y se estableció propiamente la constitución de la misión.

Joseph Vaz hizo largos viajes misioneros a través de una gran porción del oeste de la isla. Incluso entró en  la ciudad de Colombo y continuó su viaje de apostolado misioneros por Gurubavilla, Malwana Sitawaka, Soffragan. Entre abril y noviembre de 1698 Joseph Vaz visitó por segunda vez Colombo. Desde allí continuó por Negombo, Mantota, Mannar, Vanny, Kalpitya, Punarym, Jaffna, Trincomalee, Puliyadiva and Batticaloa. En 1699 fué más allá de Malwana y bautizó más o menos mil personas. En los años 1700, 1704 y 1705, Joseph Vaz prosiguió sus viajes misioneros en Puttalam, Mantota, Vanny, Allanbil, Kottiyar, Trincomalee, Batticaloa, Pungadda y la isla de Neduntivu en el norte. Hoy en Sri Lanka, nueve de las doce diócesis comprenden el área de esos distritos erigidos por Joseph Vaz. En 1705 Joseph Vaz expandió el pequeño santuario de Nuestra Señora de Madhu.

En 1703 el papa Clemente XI (1700-1721) envió un legado que propuso nominar a Joseph Vaz como Vicario Apostólico de Ceilán. Joseph Vaz declinó humildemente el ofrecimiento de ser el primer Vicario Apostólico de Ceilán. Sin ser obispo, Joseph Vaz administró la Iglesia en todo el país tal como lo hubiera hecho un obispo.

En 1710 Joseph Vaz estaba totalmente exhausto. Murió el 16 de enero de 1711. Había dedicado 27 años de infatigables trabajos en la misión de Ceilán. Tenía 59 años de edad. Dejó un maravilloso legado: 70.000 católicos, 15 iglesias y 400 capillas. Tradujo al cingalés y al tamil, las lenguas locales, varias oraciones y un catecismo. Después de su muerte, su ejemplo y sus métodos de trabajo apostólico fueron una continua inspiración para los presbíteros de Sri Lanka. Cuando los Misioneros Oblatos de María Inmaculada vinieron a Sri Lanka en 1857 pudieron construir y continuar el trabajo apostólico del P. Vaz.