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- Algunos Milagros y gracias recibidos.
Beato José Gérard, (1831-1914)
1928
Una niña de Lesoto nacida en 1922, vivía en Roma, la vieja misión oblata fundada por el mismísimo P. Gerard. Al inicio de 1928, la niña sufrió una infección en la piel de su cabeza causada por una bacteria. La infección creció y afectó los ojos. La consecuencia fue una ceguera total. En aquellos días la atención médica en las montañas de Lesoto no estaba desarrollada. Pero los padres lograron hacer venir un doctor en caballo hasta cuatro veces para ver a su niña. En la primera semana de julio de 1928 el doctor tuvo que decir a sus padres que la ceguera sería permanente. La madre de la niña recogió tierra de la tumba de José Gerard y la puso en un pequeño saco en el collar de la niña. Al mismo tiempo, la familia empezó a rezar una novena al Siervo de Dios. El siguiente sábado, el 7 de julio de 1928, el párroco, un oblato francés, vino a visitar a la familia. Como reliquia trajo la estola usada por el Siervo de Dios y la puso en las heridas de la niña y rezó con la familia. Esa noche la niña soñó que un presbítero anciano vino y puso las manos en sus ojos. Sólo más tarde la niña reconocería ese anciano en la fotografías del P. Gerard que la mostraron. Al día siguiente, el domingo 8 de julio, desapareció la ceguera. Las heridas se secaron en los días siguientes y las costras cayeron. Las pruebas médicas intensivas se pudieron realizar tan solo en 1940 y 1955. Estos exámenes confirmaron la permanencia de la curación inexplicable científicamente. El milagro fue aprobado por las autoridades eclesiásticas del Vicariato Apostólico de Basutolandia (hoy en día Lesoto) del 2 al 17 de febrero de 1941 y confirmado en 1956. La investigación diocesana fue declarada válida por la Santa Sede el 2 de marzo de 1962. El milagro abrió las puertas a la beatificación de José Gerard en 1988.
1990
En 1990 una mujer de Lesoto daba las gracias por un favor recibido por la intercesión del Beato José Gerard. Sufría fibrosis uterina desde hacía diez años. La fibrosis uterina comienza con pequeños tumores benignos en los músculos del útero con fuertes dolores en los periodos menstruales de la mujer. Como esta mujer era asmática no podía someterse a una operación. Enferma ella asistió a la ceremonia de beatificación en Maseru y visitó la tumba del Beato José Gerard. Sus problemas menstruales se detuvieron. Debido a la ausencia de informes médicos este presunto milagro de curación nunca ha sido probado por las autoridades eclesiásticas.
1994
Desde 1992 un mecánico de la Armada de 45 años y casado que procedía de Washington en USA, sufría a causa de una hipocobalaminemia. Esta enfermedad conlleva bajos niveles de vitamina B12 en la sangre. Los síntomas son la pérdida de la habilidad de pensar y la debilidad de las funciones musculares. Algunos efectos pueden ser permanentes. Este hombre no podía trabajar. En mayo de 1994 se le urgió para hacer nuevas pruebas de su sangre. El 3 junio de 1994, al venir del doctor, vio en su cama una estampa vieja del Beato José Gerard. Más por casualidad que por intención, rezó la oración de la novena. La misma tarde el hombre fue ganando fuerza y fue capaz de realizar trabajos duros de nuevo. Como demuestra el informe médico no ha tenido desde entonces ningún problema médico. Esta presunta curación milagrosa nunca ha sido aprobada por las autoridades eclesiásticas.
1995
En 1995 una mujer de África del Sur informó que la casa de su sirvienta estaba en riesgo de inundaciones. Las dos mujeres rezaron juntas, pidiendo la intercesión del Beato José Gerard. Para sorpresa de su sirvienta, todas las casas de la calle fueron inundadas excepto su casa, y toda su familia estuvo a salvo.
1995
Entre enero y marzo de 1995, una mujer joven de Orlu, Nigeria, sufrió los efectos de una tuberculosis oculta. Se diagnosticó con HIV en abril de 1995. Su condición física fue empeorando. Como los doctores ya no podían hacer nada más por ella y la prospectiva era una eventual muerte, salió del hospital el 12 de mayo de 1995. Su párroco que conocía los oblatos nigerianos que trabajaban en Lesoto, propuso a la familia rezar la novena al Beato José Gerard. El 6 de octubre de 1995, una prueba médica específica no encontró rastro de ningún síntoma de la enfermedad. La prueba del virus HIV fue negativa. Debido a la ausencia de informes médicos esta presunta curación milagrosa nunca ha sido probada por las autoridades eclesiásticas.
2005
Del 2003 al 2005, una religiosa de 76 años de edad de África del Sur sufría diabetes. Su diabetes tuvo efectos en otras enfermedades y problemas físicos. Después de rezar intensamente la novena a José Gerard, la enfermedad desapareció después de más de dos años. Dos pruebas médicas confirmaron la curación. Esta presunta curación milagrosa nunca ha sido probada por las autoridades eclesiásticas.