POLONIA

Por Marcin Szuścik

Mil jóvenes, una semana, un Dios. Talleres, conferencias, conciertos, juegos, misas, oraciones, adoración del Santísimo Sacramento y mucho más. ¿Qué más quieres ver en un encuentro de la juventud católica? El “Festival de la Vida”, el programa juvenil anual organizado por la Provincia de Polonia de los Oblatos de María Inmaculada y cinco diócesis de Polonia, tuvo todo lo dicho.

Se celebró en el Centro de la Juventud Oblata “Niniwa” en Kokotek. Además de la juventud oblata y los jóvenes provenientes de cinco diócesis, otros grupos y muchos jóvenes acudieron de forma individual desde otras partes del país para participar en este evento singular.

El tema de este año fue “Como el fuego” Se recogió una cita del Antiguo Testamento relacionada con las increíbles aventuras de Elías. Por decir algunas de ellas: milagros, conflictos, retos, pero también momentos de duda e impotencia. En el Festival los jóvenes tuvieron la oportunidad de descubrir similitudes entre ellos y el gran Profeta. Durante la semana el tema fue desarrollado en profundidad por los conferenciantes. Entre ellos, uno muy especial fue la laica Sylwia Jaśkowiec, una famosa deportista polaca de esquí de fondo que compitió en la Copa del Mundo y en los Juegos Olímpicos. No solo compartió su experiencia de fe sino que además habló sobre algunos temas interesantes como son: “¿Cómo combinar la fe y los deportes?”; “¿Cómo distinguir una ambición buena de una mala?”; “¿Cómo abrirnos a Dios?”

Cada uno de los siete días tuvo conferencias, actividades de grupos y talleres. Cada tarde, después de la Santa Misa y la cena, se ofreció un momento de diversión o dos. Entre esos momentos tuvimos conciertos, teatro,  musical y el Festival de la Carrera. El concierto de “Arka Noego” (El Arca de Noé), un conocidísimo grupo infantil musical, atrajo una audiencia de dos mil personas. Este año probablemente lo más espectacular fue el musical, con unos cien artistas actuando, que trataba sobre el Profeta Elías y su historia narrada en el Libro de los Reyes. A pesar de todo el evento que se mencionó con más frecuencia una vez que terminó el fin de semana fue el Festival de la Carrera, una carrera de 7 kilómetros con obstáculos a través del bosque, el lago y el pantano. Los participantes alcanzaron el límite de sus fuerzas pero terminaron con una sonrisa en sus labios.

El Festival dejaba amplia libertad a los participantes. Ningún evento era obligatorio. El Santísimo Sacramento estaba expuesto 24 horas al día en el interior de la capilla y todos los que deseaban estar a solas con el Señor agarraban con las dos manos esta oportunidad. Hubo también una zona de recreo donde se podían practicar algunos deportes, cocinar o simplemente relajarse.

El P. Louis LOUGEN, el Superior general OMI, algunos de sus consejeros y Pawel Zajac, Provincial de la Provincia de Polonia, honraron la ocasión con su presencia el último día del Festival. “Debemos escuchar la voz de los jóvenes cada vez más; ustedes no son solo el futuro, son el presente de la Iglesia”, dijo el P. Lougen en su homilía.

“El Festival de la Vida es una empresa enorme. Contamos con el hecho que el festival aparezca permanentemente en el calendario de los jóvenes de todo el país”, comentó  Krzysztof Zieliński, un joven oblato y miembro del equipo organizador, después de la  exitosa clausura del Festival.