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La primera Experiencia De Mazenod (DMX) post-COVID en francés se llevó a cabo en Aix-en-Provence del 18 de abril al 16 de junio de 2023.

Se reunieron oblatos de diferentes nacionalidades que trabajan en sus países y en el extranjero: por ejemplo, Camerún, Haití, Brasil, Madagascar, Vietnam y la República Democrática del Congo, junto con Congo Brazzaville.  

La Experiencia De Mazenod (DMX)

La Experiencia De Mazenod (DMX) es uno de los servicios de la Administración General confiados para su animación a la Comunidad Oblata Internacional de Aix. Es un tiempo de renovación espiritual, vivido en Aix, la “Tierra Santa” de los Oblatos. Su objetivo principal es permitir a los participantes revivir la experiencia del carisma oblato en la vida cotidiana de la misión y ministerio. Lo hacen en un clima de oración, reflexión y convivencia fraterna.

Una experiencia del carisma oblato

El DMX es, ante todo, una “Experiencia” más que un curso. Se invita a los participantes a experimentar el carisma oblato en lugar de estudiarlo. La Experiencia tiene lugar en Aix, en la casa donde empezó todo. Los participantes peregrinan a los sitios de interés histórico oblato, siguiendo los pasos y respirando el mismo aire que nuestro Fundador y sus primeros compañeros.

Formación Permanente

El DMX es uno de los programas de formación permanente recomendados para los Oblatos. Su programa responde a la llamada del artículo 47 de nuestras Constituciones y Reglas, que establece que «La formación tiende al crecimiento integral de la persona. Es tarea de toda la vida… Implica una conversión constante al Evangelio.»

Una peregrinación de gracia

El hermano Jean-Marie Diakanou, OMI, miembro de la comunidad internacional oblata en Aix, generosamente comparte con nosotros lo que vivieron durante esta peregrinación de gracias. De su rico compartir, es evidente que la Experiencia De Mazenod ha sido una contribución significativa a la vida de la Congregación y tiene el potencial de seguir teniendo un impacto. Uno desearía que más y más Oblatos puedan aprovechar la oportunidad de participar en el programa DMX para su renovación personal y la renovación de toda la familia Oblata.

Aquí encontrarán el compartir del hermano Jean-Marie.

Sobre la experiencia de Mazenod en francés – Abril 2023

La primera experiencia de Mazenod en francés, después del covid, se realizó en Aix-en-Provence, del 18 de abril al 16 de junio de 2023. Reunió a Oblatos de diferentes orígenes, algunos en misión fuera de su país y de su Provincia de origen. Eran de Camerún, Haití, Brasil, Madagascar, Vietnam y la República Democrática del Congo, sin mencionar el Congo Brazzaville, de donde soy yo.

Como parte de la formación permanente, la experiencia de Mazenod ofrece a todos los oblatos la posibilidad de volver a beber de las fuentes de nuestra Congregación. También nos permite, después de varios años de trabajo en la viña del Señor, detenernos y preguntarnos como buenos peregrinos, por el camino recorrido y el que nos queda por recorrer.

Esta experiencia de Mazenod en francés se realizó 6 meses después del último Capítulo General, que nos presentó todo un programa definido en su tema: “Peregrinos de Esperanza en Comunión”. A partir de este tema, el Capítulo General ha puesto a nuestra disposición los frutos de su trabajo, “las Actas del Capítulo”, que constituyen un verdadero Vademécum para permitirnos continuar nuestra peregrinación. Es con este espíritu que vivimos esta hermosa experiencia de Mazenod, y la comunidad de Aix con el apoyo del Padre Jacques NGUYEN VAN THOM, oblato vietnamita, proporcionó las enseñanzas necesarias durante este tiempo de gracia.

Vivo en la comunidad de Aix desde hace más de dos años y por lo tanto puedo decir que conozco el lugar, pero que también siempre estoy buscando saber más sobre la historia de nuestra Congregación.

La primera semana de la experiencia nos permitió situarnos en relación al contexto en el que nació nuestro fundador: visita a la ciudad de Aix, historia de la Revolución Francesa, historia de la Iglesia de Francia presentada por el vicario general de la diócesis de Aix. Lo experimentado en el lugar durante esta primera semana fue para nosotros como una savia espiritual que irrigaba los primeros encuentros para que fueran un trampolín de toda la experiencia, para vivir mejor los otros momentos que vendrían después. Así, continuamos nuestra experiencia con varios temas del programa, enriquecidos con visitas y peregrinaciones a lugares importantes de la historia de nuestra congregación.

Marsella, como Aix-en-Provence, es también un lugar lleno de historia para nosotros Oblatos, el Fundador vivió allí desde 1823 hasta 1861. Vicario General, luego Obispo de Marsella, nuestro Fundador trabajó allí como un buen pastor que amaba a su pueblo, hasta su muerte. Aparte de las muchas obras de caridad y parroquias en su haber, la Catedral y la Basílica de Notre Dame de la Garde que domina la ciudad de Marsella, siguen siendo motivo de orgullo para nosotros los Oblatos. Con gran placer y con el corazón lleno de alegría hicimos la peregrinación a Marsella, visitando Notre Dame de la Garde, Les Accoules, la Catedral y muchos otros lugares, simbolizando el paso de los Oblatos en esta diócesis. El Padre Bernard Dullier y el Hermano Jacques Langlet nos ayudaron a su vez a vivir bien esta peregrinación, sirviendo como guías apasionados y notables.

En la misma semana, el domingo 30 de abril, la asociación Amigos de Sainte Victoire había organizado una peregrinación como ninguna otra, ¡la ascensión a la montaña de Sainte Victoire! Algunos de nosotros tuvimos el valor de unirnos a ellos para subir a la cima, donde participamos del oficio eucarístico celebrado en la antigua capilla del priorato por monseñor Christian Délabre, obispo de la diócesis de Aix-en-Provence. Me marcó positivamente el entusiasmo de los peregrinos. Estaban súper motivados, y sentí que algo más fuerte, fuera de sí,  los empujaba a subir a la cima de esta montaña, a pesar de la lluvia y el frío. Sin olvidar que algunas personas eran mayores y que esta peregrinación se lleva a cabo desde hace muchos años ¡es realmente algo extraordinario!

El último mes de la experiencia de Mazenod estuvo marcado por:

El retiro de dos semanas siguiendo los ejercicios de San Ignacio. Fue un momento clave en este proceso de renovación. Me permitió hacer un balance de mí mismo, descubrir mis puntos débiles y mis puntos fuertes, enriquecer mi vida espiritual, tomar algunos propósitos relacionados con mi vida de oración, apoyándome en la Palabra de Dios. Salí muy enriquecido.

– La misa celebrada ante la tumba del Fundador con los jóvenes “Caminando con San Eugenio”. Un momento conmovedor, que me dio vitalidad en mi vocación de misionero oblato, dispuesto a compartir el Carisma de nuestro Fundador con los laicos y los jóvenes. En efecto, es este el Carisma que nos hace Oblatos, Juventud Oblata y laicos, hombres y mujeres de comunión, dispuestos a esparcir este bálsamo en los corazones de todos los que nos rodean.

– Los tópicos sobre la Vida Religiosa, la Iglesia, la Vida Espiritual del Fundador, me ayudaron a releer mi propia vocación y a entender mi bautismo como fuente de una verdadera renovación personal. Me atraía mucho la tenacidad de Eugenio de Mazenod en todo lo que emprendía. No se detuvo ante nada, no escatimó esfuerzos para ser digno de responder a su vocación de bautizado y hacer todo lo posible por el éxito de la Congregación que iba a fundar. ¡Estaba consumido por un amor particular a la Iglesia!

– La visita a Saint Laurent du Verdon. Este lugar que nos ha marcado, que vio nacer nuestra Regla de Vida, es siempre digno de ser visitado y dirigir allí nuestras oraciones a través de la celebración eucarística en la capilla de este pequeño, tranquilo y apacible pueblo.

– La presentación de las diferentes Unidades por parte de los participantes de la experiencia de Mazenod fue una oportunidad para de tener una visión general de lo que está pasando en nuestros diferentes lugares de misión, de compartir con otros las dificultades que marcan nuestro ministerio local… esto me permite  seguir orando por los oblatos que trabajan allí, especialmente en condiciones a veces difíciles.

La última semana de la experiencia de Mazenod estuvo dedicada al encuentro con la administración general, representada por el Superior General, Padre Chicho, el Vicario General, Padre Antoni Bohm y el segundo Asistente General, Padre Asodo Istoyo. Nos invitaron a utilizar las Actas del 37º Capítulo General en nuestra vida diaria y hacer de nuestras Constituciones y Reglas verdaderos faros para nuestra vida oblata.

Hno. Jean Marie Diakanou, OMI
Aix en Provence