Njabulo TAVODZERA, OMI

El 17 de febrero de 1826, el Papa León XII concedió su aprobación a los Misioneros Oblatos de María Inmaculada, una decisión significativa que no solo confirmó nuestro modo de vida, sino que también nos asignó un papel importante dentro de la Iglesia y llenó nuestros corazones de profunda gratitud y alegría.

En una solemne celebración, los Misioneros Oblatos de María Inmaculada en Zimbabue, junto con los Asociados Misioneros de María Inmaculada, feligreses, el Arzobispo Alex Thomas, SVD, de Bulawayo y religiosos y sacerdotes de la Arquidiócesis se reunieron en la Parroquia de Nuestra Señora de Lourdes en Khumalo el sábado 18 de febrero de 2023. La ocasión fue una doble celebración: el 198 aniversario de la aprobación papal de nuestra Congregación y sus Constituciones y Reglas, y 40 años de presencia oblata en Zimbabue.

El Padre Jonathan PETERSEN, Vicario Provincial, Rodney GEORGE, Administrador Provincial, y Mildred, una representante de los Asociados Misioneros de María Inmaculada en Sudáfrica, estuvieron presentes. Durante la Misa, el Padre Jonathan, OMI, pronunció una conmovedora homilía en la que desafió a los Oblatos en Zimbabue a honrar su herencia abrazando los valores en las Constituciones y Reglas de los Oblatos de María Inmaculada y promoviendo la unidad entre nuestra Familia Mazenodiana.

Uno de los momentos destacados de la ceremonia fue el Hermano Tyson NDLOVU, uno de nuestros Escolásticos, renovando sus votos, simbolizando un compromiso profundo con la misión oblata. Además, Lucky MANDAVA compartió una breve reflexión, arrojando luz sobre el trayecto de los Misioneros Oblatos de María Inmaculada en Zimbabue, recordando las misiones y parroquias servidas a lo largo de las décadas.

El Hno. Tyson NDLOVU, OMI, renueva sus votos.

En conclusión, el Arzobispo Alex Thomas, SVD, de Bulawayo expresó su sincero agradecimiento por los 40 años de trabajo de los Oblatos en la Arquidiócesis y en Masvingo, y expresó su esperanza de una colaboración continua y una relación cordial duradera en los años venideros. El eco de la celebración en la Parroquia de Nuestra Señora de Lourdes fue un testimonio del legado perdurable de fe y servicio encarnado por los Misioneros Oblatos de María Inmaculada.