Horacio Bettachini nació en 1810 en Piosina, cerca de Città di Castello en Italia. Estuvo algunos años en el seminario mayor de Città di Castello y después de su ordenación estuvo a cargo de la parroquia de San Martín d’Upò por dos años. Se unió después al Oratorio de San Felipe Neri y ofreció su servicio a la Congregación de la Propagación de la Fe, para ir a las misiones extranjeras. En 1842 fue enviado en misión a Ceylán, para evaluar la situación de la Iglesia en el lugar, que hasta entonces había estado encomendada a los Oratorianos de Goa. En diciembre de 1842 y enero de 1843, el Padre Bettachini redactó tres cartas muy negativas. En mayo de 1843 escribió otras dos, en las que mitigaba la información desfavorable de sus cartas anteriores, diciendo que había estado confundido. Sin embargo, confirmó las muchas necesidades de la misión y el Padre Gaetano Antonio Musulce, originario de Goa, quedó como nuevo Vicario Apostólico.
El 6 de mayo de 1845, el Padre Bettachini fue nombrado Obispo titular de Toron y coadjutor del vicario apostólico de Ceylán, siendo responsable en particular de Kandy. Mientras tanto, había predicado misiones parroquiales con buenos resultados. El 17 de septiembre de 1847, fue nombrado pro-vicario apostólico para el sector norte de la isla, y luego vicario apostólico de Jaffna, el 28 de agosto de 1849.

En 1847, el Obispo Bettachini fue a Europa para recaudar fondos y buscar misioneros. Después de reunirse con el presidente de la Sociedad de la Propagación de la Fe en Lyons, salió a Roma, pasando por Marsella a principios de abril de 1848, solicitando Oblatos al Obispo de Mazenod. Parece que fue a sugerencia del Abad J.F. Reinaud, ex-Oblato y misionero en Kandy (Missions O.M.I., No. 71, 1937, pág. 313). El 11 de agosto de 1847, el Obispo de Mazenod escribió al Cardenal Fransoni, Prefecto de la Congregación de Propaganda Fide, que el Obispo Bettachini le había “impresionado grandemente durante los dos días que estuvo conmigo en Marsella.” (Oblate Writings I, Vol. 5, No. 5, pág. 15). Aceptó de inmediato colaborar con algunos Oblatos. Ya el 12 de agosto le escribía al Padre Vincens: “¡Qué oportunidad de misión se abre ante nosotros! Un millón quinientos mil paganos que convertir!…” (Oblate Writings I, Vol. 10, No. 936, pág. 167). Pronto expidió obediencias para Ceylán a los Padres Esteban Semeria, como superior, José Alejandro Ciamin, Luis María Keating y el hermano laico Gaspar De Steffanis, quienes salieron con el Obispo Bettachini el 21 de octubre, llegando a Colombo el 3 de diciembre de 1847 y a Jaffna en febrero de 1848.

No todo marchó sobre ruedas siempre entre los Oblatos y el Obispo Bettachini. Al principío los Oblatos esperaban trabajar en Kandy, pero en septiembre de 1847, la Propaganda Fide había encomendado este distrito al Obispo Musulce, vicario apostólico de Colombo. El Obispo de Mazenod recomendó a los Oblatos seguir al servicio del Obispo Bettachini en Jaffna. El Padre Semeria pensaba poner en marcha algunos planes que había ideado durante su visita al vicariato con el Obispo, es decir, organizar un equipo de sacerdotes para predicar misiones parroquiales. El vicario apostólico prefería cubrir las necesidades más apremiantes y trataba a los Oblatos igual que a sus sacerdotes. Los distribuyó entre varias misiones y los cambiaba a menudo, lo que hacía imposible la vida comunitaria e impedía cualquier tipo de trabajo evangelizador a profundidad.

A pesar de la falta de planeación a largo plazo del Obispo Bettachini, el Obispo de Mazenod envió tres sacerdotes más en 1849 y dos en 1850. Pero todas las veces tuvo que discutir sobre quién cubriría los gastos de viaje, ya que el Obispo Bettachini deseaba gastar lo menos posible. La Sociedad de la Propagación de la Fe le hacía llegar un gran subsidio, pero el Obispo pedía a la Sociedad no dar nada directamente a los Oblatos y que sus nombres no fueran mencionados en los Anales de la Propagación de la Fe. El Obispo de Mazenod no estaba conforme con este proceder e incluso escribió al presidente de la Sociedad en Lyons el 24 de octubre de 1848: “No son ustedes los representantes comerciales del Vicario Apostólico de Jaffna,” sino al servicio de las misiones y por lo tanto, de las congregaciones misioneras.

El Obispo Bettachini tenía en alta estima al Padre Semeria, por lo que lo nombró su secretario y dejó a cargo de la atención pastoral de la Iglesia en Jaffna. El 9 de marzo de 1849, incluso escribió al Obispo Barnabò, secretario para la Propaganda de la Fe, solicitando proponer algunos nombres para el vicariato apostólico de Kandy. Añadió “Si, además de ser un modelo de bondad, se pudiera exigir conocimiento, prudencia y todas las demás cualidades que deben ser atributos particulares de un Obispo, no veo a nadie más digno que el Padre Esteban Semeria, superior de los Oblatos, a quien deseo como mi sucesor en Jaffna.”

Para dar más independencia a los Oblatos, en todas sus cartas al Obispo Bettachini y la Congregación de la Propaganda de 1849 a 1856, el Obispo de Mazenod insistía en que el Padre Semeria debía ser nombrado coadjutor para Jaffna, con jurisdicción de una parte del vicariato reservado para los Oblatos. El Obispo Bettachini esperó a realizar este proyecto hasta que cayó enfermo. Camino a Roma para la definición del dogma de la Inmaculada Concepción hacia fines de 1854, el Fundador presionó a la Propaganda para nombrar obispo al Padre Semeria cuanto antes. El 10 de julio de 1855 escribió: “Se decidió que fuera nombrado cum futura successione, al Vicario Apostólico de Jaffna, y si su elevación al episcopado fuera diferida, sólo sería para calmar al Obispo Bettachini, que se ofendería de tener una mitra tan cercana a la propia.” (Oblate Writings I, vol. 4, no. 40, pág. 126) Finalmente el Padre Semeria fue nombrado obispo titular de Olympia y consagrado por el Obispo de Mazenod el 17 de agosto de 1856, en ocasión del Capítulo General realizado en el escolasticado de Montolivet en Marsella.

A su regreso a Ceylán en abril de 1857, el Obispo Semeria se dirigió directamente a Bolawatte adonde hacía ya un año se había retirado el Obispo Bettachini, que se encontraba enfermo. El Obispo Semeria escribió en su diario: “Encontramos al Obispo en un alarmante estado de desfallecimiento. El estrés sufrido por bastante tiempo lo ha consumido, al igual que los problemas ocasionados por la división, etc., que han minado su salud y sin un milagro, dudamos que pueda ser restaurada. No necesito decir que fue bondadoso al vernos llegar a su vicariato para continuar el buen trabajo que comenzó y que la pérdida de fortaleza no le permitió continuar…”

El obispo Bettachini falleció el 22 de Julio de 1857. El 12 de agosto siguiente, el Obispo Semeria escribió una carta pastoral acerca de él. Finalizaba así: “Nunca terminaríamos si quisiéramos alabar todos los logros de una vida de la cual cada segundo fue dedicado a trabajar por ustedes. No mencionaremos la caridad con la que atendió sus necesidades, en especial durante las hambrunas y epidemias. Concluimos con una palabra, diciendo que fue el padre de todos y que practicó la caridad al máximo, dando su vida por sus hijos…” Los restos del Obispo Bettachini descansan en la iglesia de Bolawatte.

Yvon Beaudoin, o.m.i.