Nacimiento en Cuillé (Mayenne), Septiembre 7, 1831
Toma de hábito en N.-D. de l’Osier, Septiembre 7, 1852
Oblación en N.-D. de l’Osier, Septiembre 8, 1853 (No. 349)
Ordenación sacerdotal en Marsella, Junio 24, 1855
Muerte en Ottawa, Abril 28, 1903.

Próspero Boisramé nació en Cuillé, diócesis de Laval en Francia, el 7 de septiembre de 1831. Sus padres fueron Juana Bréjouin y Jacobo Boisramé. Después de sus estudios secundarios en el seminario menor de Précigné y un año de estudios teológicos en el seminario mayor de Mans, comenzó su noviciado en Notre-Dame de l’Osier el 7 de septiembre de 1852 y realizó su oblación en ese lugar el 8 de septiembre de 1853. El Padre Gustavo Richard, maestro de novicios de septiembre-noviembre 1852, lo evaluó muy favorablemente. Escribió el 7 de septiembre: “Próspero Boisramé… tomó un año de teología. Es buen estudiante en su grupo: muy buena voluntad, gran capacidad, sin ser brillante, buen grado de virtudes eclesiásticas, buen carácter, alegre, sincero. El superior de Mans habla bien de él.”

El Padre Vandenberghe, su maestro de novicios posterior, descubrió algunos problemas en él. Resume sus impresiones en las notas que envió al Obispo de Mazenod el 24 de agosto de 1853, previas a la oblación del Hermano Boisramé: “Ha sido un modelo constante de piedad y observancia. Una vez que aprendió a amar la vida religiosa, aceptó todas sus prácticas y principios con gran corazón. Tiene un gran deseo de perfección, pero me parece un poco apresurado, lo que lo lleva en ocasiones a ser superficial e inestable. Este casi excesivo celo del hermano ha provocado que su carácter sea inflexible y duro. Se puede ofender fácilmente y su perspicacia encuentra cosas negativas sin mayor problema. Por otro lado, es bueno y caritativo, aunque hay un dejo de auto-complacencia, que reduce la estimación de algunas personas por él. Hace un gran esfuerzo por corregir sus fallas. Tiene talento; su capacidad es más grande que brillante. Goza de muy buena salud, lo que le permite realizar lo que debe sin problema. Su atracción por las misiones en el extranjero es constante….”.

El Hermano Boisramé realizó su escolasticado en el seminario mayor de Marsella en 1853-1854 y en Montolivet in 1854-1855. El Padre Mouchette, moderador de los hermanos escolásticos, le encontró “excelente en todos aspectos”, escribiendo en 1855; “Casi diría que es demasiado bueno. Debemos contenerlo. Hizo todo respecto a su desarrollo y crecimiento en cuanto lo creyó útil. Su vida de oración es algo torpe e insulsa”. El Obispo de Mazenod lo ordenó al sacerdocio en Marsella, el 24 de junio de 1855 y lo envió como profesor al seminario mayor de Fréjus.

La vida del Padre Boisramé transcurrió en las casas de formación, en especial como maestro de novicios. Fue profesor en Fréjus en 1855-1856, en el escolasticado en Montolivet en 1856-1857, maestro de novicios en Sicklinghall de 1858 a 1861, en Glen Mary de 1861 a 1863 y en la Casa Belmont, Stillorgan de 1863 a 1868. El Padre Roberto Cooke, provincial, escribió en el reporte sobre su visita canónica a Glen Mary en 1862: “Siempre soy feliz al visitar esta casa. La paz de Dios reina en ella, con todos sus placeres. Es por el Reverendo Padre Boisramé quien es simultáneamente superior y maestro de novicios”.

El Padre Boisramé fue maestro de novicios en Nancy de 1868 a 1870, y después de la Guerra de 1870, enseñó teología moral y Sagradas Escrituras en el escolasticado en Autun de 1871-1873; recibió después su obediencia para Canadá, donde permaneció hasta su muerte. Al principio fue moderador de los escolásticos y profesor de teología moral en la universidad de Ottawa en 1873-1874. Hacia el final de su vida volvió a Ottawa como capellán de la casa principal de las Monjas Grises de 1894 a 1897, y de las Monjas del Buen Pastor en 1893-1894 y de 1897 a 1899.

A menudo daba conferencias a religiosas y predicó algunos retiros, en especial a los sacerdotes de la Provincia Norte de Francia en 1870, y al clero de San Alberto en 1895. En especial escribió, Méditations pour tous les jours de l’année à l’usage de la Congrégation de Missionnaires Oblats de M.I., Tours, 3 volúmenes, 1887. En una carta al Padre José Fabre con fecha 24 de marzo de 1887, el Padre Luis Soullier, Asistente General, solicitó permiso para publicar esta obra, que describió como: “La obra que me complace enviar para su aprobación, nació de un gran amor por la Congregación. Es un recuerdo de familia, que responde a una necesidad genuina y repara una deficiencia real. Hemos vivido por mucho tiempo de la substancia de otros. Por excelentes que puedan ser, siempre las sentimos un poco ajenas. No son inspiradas en nuestras Santas Reglas; no podríamos encontrar el espíritu que nos es particular, el elemento familiar que requiere. Ha llegado el momento de desligarnos de la dependencia, que conlleva desventajas. Esto es lo que ha buscado hacer el Padre Boisramé”.

En el obituario para el Padre Boisramé, el Padre Pedro Pépin, resumió sus alabanzas en estas palabras: “El Padre Boisramé representó lo que es ser bueno, lo que es la vida de oración, lo que es ser santo. Esta es la reputación que nos dejó, después de confirmarla sin ostentación, pero no sin una vida auténtica”.

El Padre Boisramé falleció en Ottawa el 28 de abril de 1903. Fue sepultado en el cementerio de Gatineau junto a muchos otros de sus grandes hermanos Oblatos del área de Ottawa-Hull.

Yvon Beaudoin y Gastón Carrière, o.m.i.